Por Javier Hernández Camacho – Estudiante de la carrera de Ingeniería Química
Los polímeros o resinas plásticos, según Hermida (2011), son moléculas de gran tamaño constituidas por “eslabones” orgánicos denominados monómeros, unidos mediante enlaces covalentes. Los eslabones están formados, fundamentalmente, por átomos de carbono y pueden poseer grupos laterales o radicales con uno o más átomos.Los polímeros se producen debido a un proceso llamado polimerización, el cual crea una reacción en los monómeros presentes y se juntan para formar una cadena macromolecular. Existen dos tipos de polimerización de adición y de condensación. Para la producción de polímeros a nivel industrial se utiliza carbón, gas natural y petróleo como materia primas, con las cuales se pueden realizar distintos tipos de plásticos, por ejemplo el PVC, el PET, el PEAD, entre otros. Además, actualmente, gracias a la tecnología con la se cuenta, se han desarrollado varios plásticos con una estructura química que permite que estos se degraden más fácilmente, por ejemplo el plástico biodegradable.
De igual manera, estos polímeros se clasifican en cinco grandes grupos: termoplásticos, los cuales se comportan de manera plástica cuando se les aplica calor; termoestables, los cuales no permiten un cambio de forma una vez que fueron conformados; elastómeros, son también llamados cauchos o hules y se caracterizan por tener rangos muy altos de deformaciones; adhesivos, son polímeros que tienen altos grados de adhesión, recubrimientos, son similares a los adhesivos, pero poseen un mayor grado de resistencia; por último, las fibras son polímeros resistentes y con un alto grado de cristalización. Todos estos plásticos son realizados por ciertos métodos como la polimerización en bloque, en solución en suspensión y por emulsión.
Por otro lado, el uso del plástico reciclado se ha implementado por muchos años como solución a la problemática ambiental, y estos plásticos se han reutilizado para producir no solo productos plásticos básicos, como bolsas y botellas, sino que son utilizados para la confección de polímeros para construcción, algunas pinturas, productos para fabricación de partes automotrices entre otros. Para ello existen distintos métodos de reciclado que, según Rubiano et al. (2011), serían los siguientes:
● El reciclaje mecánico: es un proceso que consiste en someter el material por reciclar a diferentes fases de transformación de forma hasta obtener un producto final que pueda ser empleado por las industrias de la transformación del plástico.
● Reciclaje químico: consiste en la aplicación de calor y catalizadores a los materiales plásticos, con el fin de alterar la longitud de las cadenas moleculares que los componen, de tal forma que se obtengan moléculas más cortas para producir otros tipos de plásticos o combustibles. Algunas de las técnicas son la pirólisis, la gasificación, la hidrogenación, el cracking o con disolventes
Gracias a esta amplia gama de usos que se les han dado a los plásticos reciclados, varias empresas como Ensinger se han enfocado en mejorar las propiedades de estos con refuerzos con fibras de vidrio, con fibras de aramida y plásticos reforzados con carbono. Así mismo, distintos investigadores han utilizado el grafeno como un aditivo para intentar mejorar las propiedades de estos, ya que este material posee no solo un alto nivel de carbono sino que, gracias a su estructura química, cuenta con características como una excelente conductividad térmica y eléctrica, posee una mayor resistencia a la tensión; por eso, cientos de compañías buscan el mejoramiento de los polímeros con este material.