Por Selena Padilla Fallas - Estudiante del Club Rockapellas de ULACIT

“La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio” -Víctor Hugo

Los seres vivos, desde que están en el vientre materno, cuentan con las habilidades cognitivas necesarias para procesar y reaccionar a la música. El cerebro responde a la música haciendo infinidad de conexiones neuronales que resultan en el entendimiento y la estimulación del organismo al escucharla. Existen muchísimos usos que se le dan a este arte, ya que no funciona solo como expresión de libertad y entretenimiento, sino que también tiene infinidad de beneficios terapéuticos y cognitivos utilizados cada vez más en la actualidad. La musicoterapia se ha ido volviendo más popular, pues la música está siendo utilizada como tratamiento contra el Alzheimer, la depresión y como terapia del lenguaje.

En cuanto al tema lingüístico, “el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) es uno de los problemas que más repercusiones tiene a nivel educativo e incluso, socio-cultural” (Herrero y Pérez, 2017, p. 48), es tal el impacto que este tiene que las instituciones educativas cuentan con profesionales logopedas para su tratamiento. Este problema no tiene solo un impacto académico en las personas que lo enfrentan, sino también a nivel psicológico y emocional, ya que los diagnosticados se pueden sentir como una carga para sus familias y profesores. Por esto, el uso de la música tiene un efecto muy importante en las personas tratadas, ya que además de su terapia lingüística, también ayuda a su estado de ánimo.

Los profesionales encargados de estas terapias utilizan diferentes metodologías de diagnóstico y tratamiento; sin embargo, la música es uno de los principales, puesto que “la música es capaz de provocar cambios anatómicos y funcionales en el cerebro de aquellas personas que la practican” (Soria et al., 2013, p. 52.), esta tiene la capacidad de cambiar el cerebro humano ya sea como medio de terapia o entretenimiento. Se puede decir que la música ayuda no solo a la terapia académica como tal, sino también a la terapia emocional que esto conlleva. La música como tratamiento de estas condiciones ha dado resultados muy positivos con terapias basadas en tono, ritmo y melodía musical.

Una de estas terapias es la de entonación melódica (TEM), que básicamente utiliza melodía y ritmo para que el paciente, en diferentes etapas, tararee la canción con una sílaba en específico; esto va a suceder en diferentes niveles y se busca que el paciente necesite cada vez menos repeticiones de la sílaba para poder pronunciarla hasta que llegue a cambiar de sílabas a frases y palabras. El hecho de que sea en un sentido musical por medio del canto causa que se activen ciertas áreas del hemisferio derecho como parte del lenguaje. Se dice que esta terapia presenta estos cambios y ayuda debido a “la reducción de la velocidad de la articulación que se produce al cantar” (Soria et al., 2013, p. 53), lo que logra que la dependencia del hemisferio izquierdo (encargado del habla) disminuya y ciertos bloques del hemisferio derecho (encargado de las artes) lo sustituyan.

En conclusión, la música y el canto pueden tener una aplicación terapéutica a nivel lingüístico, así como también emocional. Se puede observar y comprobar esto, ya que las personas lo experimentan todos los días; las canciones que se escuchan y se cantan hacen que el cerebro cree sinapsis y que se liberen químicos e impulsos que hacer reaccionar el organismo, lo que hace que algunas canciones den ganas de llorar y otras de reír. En el caso de los pacientes con trastornos lingüísticos, ayuda a que su problema sea solucionado de manera natural, entretenida y cognitivamente correcta, para que los cambios sean notables; y no solo eso, sino que también ayuda a que vean sus terapias de tal manera que no se sientan tristes ni con una carga, gracias a la música. Se debe entender que los trastornos lingüísticos no hacen menos a las personas que los padecen, y como sociedad se debe respetar y apoyar a estas personas.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Herrero, M. y Pérez Eizaguirre, M. (2017). Musicoterapia y trastorno específico del lenguaje.
    Revista de Investigación en Musicoterapia, 1, 48-67.
  • Soria, G, Duque. P, y García, J. (2013). Terapias musicales en la rehabilitación del lenguaje y musicoterapia en personas con demencia. Alzheimer. Realidades e investigación en demencia. 54(54), 35-41, https://www.researchgate.net/publication/314525841_Terapias_musicales_en_la_rehabilitacion_del_lenguaje_y_musicoterapia_en_personas_con_demencia