Por Marco Antonio Sandí Sandí - Estudiante de la carrera de Ingeniería Biomédica
La mayoría de los seres humanos han tenido momentos en los que se sienten completamente destruidos y desmotivados en el interior, ya sea por algún suceso inesperado o alguna dificultad que se cruce en el camino. Actualmente, la pandemia es uno de esos momentos y no ha sido fácil lidiar con todos los cambios sociales y económicos que se han dado. Así mismo, muchas personas han perdido familiares, amigos o seres queridos en general. Tal vez no todos los problemas son de la misma magnitud para cada persona, pero siempre van a llegar a afectar hasta cierto grado. La inteligencia emocional y la adaptabilidad son cualidades esenciales que nos permiten manejar estas situaciones de la mejor manera y así poder salir adelante.
La inteligencia emocional nos ayuda a controlar lo que pensamos y hacemos en diferentes situaciones en nuestras vidas. Cuando estamos pasando por un momento difícil dejamos que sentimientos negativos como la ira o la tristeza tomen control de nuestras acciones. Esto nos termina perjudicando a nosotros e indirectamente a las personas a nuestro alrededor. Goleman (1995) establece que para evitar estas situaciones no es necesario evadir todas las emociones negativas, sino más bien crear un balance con emociones positivas (p. 70). Esto quiere decir que, a la hora de lidiar con un cambio drástico en nuestras vidas, no hace falta buscar maneras de eliminar la tristeza o el estrés, simplemente hay que ser capaz de equilibrar nuestras emociones y tratar de ver las cosas desde una perspectiva diferente.
Por otro lado, la adaptabilidad es la capacidad de los seres humanos de ajustarse a lo que la situación amerite. La ausencia de esta cualidad se refleja cuando una persona está muy sumergida en su zona de confort. Al estar tan acostumbrada a ciertas prácticas, cuando se da un cambio drástico le resulta muy difícil adaptarse. Por ejemplo, actualmente el estado de cuarentena tomó a muchos por sorpresa y no es mentira que ha sido realmente complicado sentar nuevos hábitos. Exactamente es de esto de lo que se trata la adaptabilidad. El cambio tiende a paralizar a las personas cuando más bien deberían ser capaces de buscar nuevas opciones y acomodarse a estas alteraciones (Aquino, 2003, párr. 9). La adaptabilidad se basa en estar preparado para cualquier variación que llegue a darse y saber cómo lidiar con la misma.
Hoy en día existe el problema de que muchas personas carecen de habilidades blandas como las mencionadas anteriormente. hasta se dan casos en que las personas no saben qué es una habilidad blanda. Según Ortega (2017), “son un conjunto de destrezas que permiten desempeñarse mejor en las relaciones laborales y personales” (p. 7). Por esta razón es que se le ha dado un gran enfoque a su enseñanza, ya que no solo tienen una gran demanda en las contrataciones laborales, sino que también son cualidades necesarias en nuestra vida cotidiana. La falta de habilidades como la inteligencia emocional y la adaptabilidad conlleva que las personas no sepan cómo manejar las diferentes adversidades que pueden llegar a surgir en sus vidas.
Ser capaces de controlar nuestras emociones y ajustarnos a diferentes circunstancias es de suma importancia a la hora de enfrentar los diferentes retos que se nos presentan, ya sea en el trabajo, en la universidad o en la vida personal. Con respecto a la inteligencia emocional, es evidente que, cuando estamos en un mal momento o en una posición comprometida, no se logrará una reconstrucción si no establecemos un equilibrio entre nuestras emociones. No hay que ser completamente feliz para poder salir adelante. Asimismo, en lugar de quejarnos de los cambios repentinos en nuestras vidas, hay que buscar nuevas alternativas y pensar en los efectos positivos que puede traer el futuro. “Las personas emocionalmente inteligentes que ostentan un buen nivel de adaptación ven al cambio como un reto, no como una amenaza” (Aquino, 2003, párr. 13). El miedo es lo único que nos puede detener de tomar control sobre nuestra vida.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Aquino Rodríguez, A.E. (2003). Adaptabilidad: La respuesta emocionalmente inteligente al cambio. Geocities.ws. http://www.geocities.ws/intelemol/aquino/quienllevado_queso.html
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Goleman, D. (1995). La inteligencia emocional: Por qué es más importante que el coeficiente intelectual. https://ciec.edu.co/wp-content/uploads/2017/08/La-Inteligencia-Emocional-Daniel-Goleman-1.pdf
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Ortega Santos, C.E. (2017). Desarrollo de habilidades blandas desde edades tempranas. https://www.ecotec.edu.ec/content/uploads/investigacion/libros/desarrollo-habilidades.pdf