Durante el año leí e investigué mucho sobre responsabilidad afectiva y cómo esto influye en las relaciones, en la comunicación y también en el desempeño laboral, profesional o académico creo que esta época es perfecta (cualquier momento lo es), pero dado que el aire es de cambio de ponerse metas y de hacer mejoras, es un excelente momento para tomarse un tiempo de reflexión sobre qué tan responsables afectivamente hemos sido conmigo nosotros mismos, y qué tan responsables hemos sido con la comunicación especialmente con quienes más nos interesa estar bien, hijos, pareja, amigos, compañeros, personas que tienen impacto en vida profesional o social, jefaturas, colaboradores, proveedores, etc.

En medio del trajín que conlleva estos días, que para muchos representa mucha felicidad y momentos muy lindos, para otros no tanto y sus días más bien son cargados y dolorosos, me llega a la mente la idea de volver a las bases de la comunicación y la inteligencia emocional. Sobre todo, de hacer un recuento objetivo de cómo vivimos este año en esos temas.

Creo que es una práctica de compasión con uno mismo y además de humildad el analizar las conductas y acciones en estos temas, porque todos reaccionamos y nos comunicamos de manera diferente, eso es lo enriquecedor, pero también lo retador.

Por eso, les invito a leer estas preguntas, quizá les puedan servir como un camino de diagnóstico breve, que les de la base para revisar el 2023 en términos de inteligencia emocional y comunicación, también pueden usarse como una herramienta para tener insumos y ponerse metas en estos temas para el próximo año.

Respondamos con objetividad, pero sobre todo con amor propio y autorrespeto, sin ser demasiado duros con nosotros mismos por errores que se pueden corregir.

  • ¿Soy capaz de reconocer y enumerar mis privilegios? ¿Entiendo qué son privilegios?
  • ¿Qué tan responsable he sido con mi comunicación durante el año 2023?
  • ¿Pude identificar cuándo es mejor callar que discutir? ¿Lo hice durante este año?
  • ¿Logré avanzar en mi carrera profesional, gracias a mejorar en mi forma de
  • comunicarme?
  • ¿Cuánto tiempo dediqué a estar “pegado/a” al celular?
  • ¿Tengo el valor de dar una explicación abierta y objetiva cuando estoy molesta/o?
  • ¿Contesto llamadas o las ignoro, para sentirme importante?
  • ¿Tengo emails sin contestar desde noviembre o más antes?
  • ¿Dejé a alguna persona esperando una respuesta mía sobre algún tema?
  • ¿Cuántas conversaciones dejé en visto provocando que otros pensarán de más o asumirán sobre una situación que me involucra?
  • ¿Cuántas veces inicié las discusiones sólo por querer tener la razón?
  • ¿Cuántos emails envié con copia a todos para exponer un problema en lugar de aportar una solución?
  • ¿Cuántas soluciones o ideas innovadoras aporté y apliqué en mi vida personal o en mi trabajo?
  • ¿Logré trabajar en lo que me gusta este año ó continúo en un puesto o proyecto que no me gusta?
  • ¿Qué hice durante el año para cambiar mi forma de manejar el enojo?
  • ¿Cuántos libros leí? ¿Y cuáles fueron los temas?
  • ¿Cuánto tiempo dediqué a capacitarme o a mejorar mis habilidades de liderazgo, comunicación y manejo de emociones?
  • ¿Cuáles han sido los mejores logros a nivel personal que obtuve por aplicar inteligencia emocional?
  • ¿Reconozco mis limitaciones en comunicación y manejo de las emociones, las trabajé durante el 2023 en cambiarlas?
  • ¿Cuál ha sido el porcentaje de comunicación asertiva y no violenta que he utilizado este año?
  • ¿Puedo ser capaz de darme cuenta cuántas veces mis palabras y acciones han impactado de manera positiva mi desempeño o el de los demás?
  • En una palabra, ¿cómo describiría mi comunicación este año?

Agreguen ustedes más preguntas.

¡Felices fiestas!

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