Tras un proceso de denuncia interna que empezó en 2016 y luego de casi dos años desde que la Comisión Investigadora Institucional solicitase su despido, la Universidad de Costa Rica (UCR) despidió el pasado mes de junio al exdirector del posgrado de Odontología, Ottón Fernández López.

Así lo ordenó la Rectoría universitaria el pasado 11 de junio, en las resoluciones R-130-2021 y R-146-2021 suscrita por el rector Gustavo Gutiérrez Espeleta.

Según señaló el Semanario Universidad en una nota publicada este jueves, la confirmación vino del propio Gutiérrez quien señaló que:

Efectivamente el procedimiento administrativo finalizó. La recomendación, que esta Rectoría acogió, fue el despido del Dr. Fernández López, mediante las resoluciones R-130-2021 y R-146-2021. Dicho despido entró en vigencia a partir del 16 de junio del presente año”.

El caso contra Fernández es otro de los de larga data que se registran en la UCR: el proceso empezó en 2016 cuando nueve estudiantes del posgrado de Odontología presentaron una acusación formal contra el catedrático en las instancias académicas, señalando malos tratos y abusos de poder por parte de Fernández durante su ejercicio docente.

Entre las acusaciones destacadas se señala que el catedrático humillaba a sus estudiantes tratándolos de "maricones", "cobardes", "inútiles" e "infrahumanos", a la vez que usaba un lenguaje similar para  referirse a otros de sus compañeros docentes.

Además, se reportaron maltratos a una estudiante que en el momento de cursar su postgrado estaba embarazada y a quien el profesor no dejaba faltar a clases para asistir a los controles médicos requeridos.

Por otro lado, los denunciantes señalaron que Fernández les solicitaba "donaciones" de hasta $7 mil anuales por estar en el posgrado, a pesar de que dicho cobro no está permitido dentro del pago universitario y que posteriormente les fue devuelto, conforme avanzó el proceso de investigación.

Algunos de los estudiantes incluso aseguraron que en las entrevistas (requisito de la inclusión en el programa de estudios) Fernández les cobraba hasta $100 previos y que nunca recibieron factura a cambio ni supieron el fin del cobro del monto.

Los estudiantes también adujeron que el profesor los obligaba a trabajar fines de semana y en horarios fuera de lo normal y que en más de una ocasión les hizo llevarse equipo perteneciente a la Universidad de Costa Rica a su clínica privada, con el fin de que este se utilizara en procedimientos para pacientes de su negocio personal.

Todo esto consta en la resolución interlocutoria del informe final recomendativo de la Comisión, el CII-262-2019, del que Delfino.cr tiene copia y en el que se solicitó el despido por faltas muy graves, así como la suspensión por cinco y ocho días sin goce de salario por cada una de las otras infracciones graves de las que también se le encontró responsable (el tiempo de sanción varía en cada caso, dependiendo de la gravedad de cada una).

En ese documento, la Comisión señaló que las acciones ya no contrariaban solamente la reglamentación universitaria sino también en la legislación nacional, como el Código de Trabajo y la Ley General de la Administración Pública.

La prueba existente es amplia y suficiente, sobre la demostración de la existencia de actos violatorios de la confianza y que al encontrarse reglamentada la conducta reprochada, existe causalidad, actualidad y proporcionalidad para recomendar a través de este informe, el despido sin responsabilidad patronal", señala el informe de 2019.

En 2016 Fernández fue separado de su cargo directivo a raíz de una medida cautelar solicitada por los denunciantes y en la que también se definió que dejase de dar clases a los estudiantes del posgrado. Luego el tema escaló a la comisión investigadora y no fue sino hasta este mes de junio que se concretó su despido.