El método con plasma equino para combatir la Covid-19 que ha sido elaborado por científicos costarricenses no ha logrado  los resultados "deseados" en su primera etapa de implementación. El Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), Román Macaya Hayes, reconoció que el suero no está frenando el avance de la enfermedad o desarrollo de las complicaciones por covid-19.

Macaya dijo que se implementó el protocolo para investigar tanto la seguridad como eficacia de estos productos biológicos en neutralizar los efectos del virus, no obstante los resultados no fueron los deseados.

Lo que se encontró fue que el producto es bien tolerado por los pacientes en el sentido de que no hay mayor problema en la seguridad con el producto, pero que la eficacia no es la deseada", detalló. 

El jerarca explica que lo sucedido con el tratamiento que desarrolla el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (UCR), se debe a un problema en las dosis aplicadas a los pacientes. El caso lo ejemplificó con el suero antiofídico que también desarrolla el laboratorio de la UCR.

Cuando los sueros antiofídicos se aplican a un paciente por mordedura de serpiente, dependiendo del tipo de y tamaño de serpiente, así se le aplica la dosis. Esa dosis puede llegar hasta 15 viales de estos sueros.", explicó Macaya Hayes. 

Puntualizó que la eficacia del suero antiofídico que suministran la CCSS y el Clodomiro Picado se ha logrado a lo largo de casi 50 años. Por tanto, ahora se dan a la tarea de buscar la relación dosis-eficacia con el virus pandémico a la que deben llegar con los sueros equinos.

Estamos tratando de determinar la dosis optima de otro tipo de anticuerpos. Se está diseñando un nuevo protocolo que esperamos lanzar pronto, hecho para optimizar la dosis que se le aplica a los pacientes", indicó. 

El anuncio se dio durante una conferencia de prensa virtual realizada este miércoles, donde la CCSS afirmó este miércoles que ya cumplió con su meta de tener una capacidad instalada para procesar 4000 pruebas diarias de COVID-19, equivalentes a 28.000 pruebas semanales.