Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y Costa Rica no es la excepción. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de las 11.550 muertes registradas en en el primer semestre del 2020, 573 correspondieron a infarto agudo del miocardio y más de 1.280 a enfermedades ligadas al corazón y cerebrovasculares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que estas enfermedades son las responsables del 31% de los fallecimientos mundiales, con más de 17 millones de muertes al año, duplicando la mortalidad generada por todos los tipos de cáncer unidos.
Aunado a las alarmantes cifras nacionales e internacionales, un estudio global realizado por Bayer en 2018 evidenció que solo el 23% de los encuestados conocía los padecimientos que afectan a las arterias y venas.
Mauricio Chavez, asesor médico de Bayer, comentó:
Si queremos disminuir estas preocupantes cifras de muertes generadas por accidentes cardiovasculares, es fundamental informar a las personas sobre los principales detalles de la enfermedad e invitarlos a implementar una cultura de prevención que incluya una buena alimentación, actividad física, disminución del estrés, uso de medicamentos cardioprotectores y la disminución del consumo de tabaco y alcohol”.
Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos que se generan por un decrecimiento u obstrucción del flujo de sangre en las venas y arterias del cuerpo.
Si bien estos padecimientos son más frecuentes en adultos mayores, algunas complicaciones como la acumulación de placa de colesterol en las arterias (ateroesclerosis) pueden iniciar desde edades tempranas.
Algunos tipos de enfermedades cardiovasculares son:
- Enfermedad arterial coronaria (EAC): ocurre cuando los vasos sanguíneos que suministran sangre, oxígeno y nutrientes al corazón se inflaman e incrementan los depósitos de colesterol que limitan el flujo sanguíneo, causando síntomas como dolor en el pecho y dificultad para respirar.
- Enfermedad arterial periférica (EAP): es un proceso de obstrucción que se presenta en las arterias de las piernas o aquellas que llevan la sangre al cerebro. Las piernas generalmente no reciben el flujo sanguíneo suficiente, lo que provoca dolor recurrente al caminar y puede llegar a una consecuencia tan grave como una amputación en una extremidad.
Entre el 1% y el 3% de los pacientes con este padecimiento sufre una amputación de alguna de sus extremidades y la cifra sube al 5% si son diabéticos. Aunque estas cifras parecen bajas, es la principal causa de amputaciones en el mundo.
Por lo general, se piensa que los infartos y las complicaciones cardiacas no se pueden prevenir. Sin embargo, en muchos casos la acumulación de placa de colesterol en las arterias se genera por estilos de vida sedentarios, mala alimentación y consumo de tabaco, entre otros factores”.
Las enfermedades cardiovasculares con frecuencia no provocan síntomas. Sin embargo, a medida que la acumulación de placa en las arterias empeora, comienzan a aparecer señales de alarma, como por ejemplo:
- Dolor de pecho.
- Falta de aire.
- Fatiga desproporcionada.
- Desmayos.
- Sensación de taquicardia.
- Dolores o calambres en las piernas con la actividad física.
- Debilidad o entumecimiento de las piernas.
- Úlceras en los pies o en las piernas que no cicatrizan.
- Cambio del color de la piel.
A pesar de que las enfermedades cardiovasculares se presentan en mayor proporción en adultos mayores, es importante que se comiencen a implementar estilos de vida saludables desde edades tempranas, con el propósito de prevenir su aparición y disminuir su progreso. Algunas acciones recomendadas son:
- Hacer ejercicio regular o caminar como mínimo 30 minutos al día cinco veces por semana.
- Mantener un peso saludable.
- Dieta sana, baja en grasas saturadas y calorías.
- Evitar el consumo de tabaco, debido a que fumar puede aumentar el riesgo de infarto.
- Hacer consumo responsable de bebidas alcohólicas.
- Evitar el estrés.
- Visitar al médico una vez al año.
Según los expertos de Bayer, conocer la presión arterial, glicemia, colesterol y triglicéridos permite tener un corazón sano y hacer un pronóstico cardiovascular a tiempo. Una vez diagnosticados los padecimientos mencionados, se recomienda tomar medicamentos que ayudan a reducir complicaciones que pueden culminar en ataques al corazón, derrames cerebrales o amputaciones.