Por Andrea Marina Rugama Valle – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales

A veces no se puede confiar ni en nuestra propia memoria, ya que esta se basa en un proceso de reconstrucción que muchas veces puede fallar y hacer creer que algo pasó, cuando en realidad no pasó. A esto se le llama una memoria o recuerdo falso, a veces puede ser impuesta y otras veces es resultado de nuestra imaginación. Este se ha vuelto un tema importante debido a los diferentes problemas que ha causado por falsas acusaciones de abuso sexual y emocional.

Los recuerdos falsos comenzaron a tomar importancia en 1990, después de que una psicóloga acusara a su padre de abuso sexual y fuera desmentida posteriormente. Se ha confirmado mediante diferentes estudios que es posible implantar memorias falsas en niños y adultos.

Esta práctica es muy común en las investigaciones de delitos y cortes, donde policías, abogados y los ministerios públicos pueden provocar falsos testimonios mediante la entrevista que se realiza a los sospechosos. El recuerdo dependerá del tipo de información que se haya memorizado, cómo se memorizó y el proceso que se llevó a cabo para recuperarla (Pinchanski, Víquez y Zeledón, 2004).

Las memorias falsas son parte de los recuerdos autobiográficos de una persona, es decir, de las experiencias significativas que cuentan su historia. Sin embargo, la memoria humana es un proceso imperfecto que puede presentar errores y distorsiones. Para recordar estas memorias se necesita llevar a cabo un proceso: primero se recuerda el periodo de vida en el que se dio, luego los aspectos generales de la memoria y al final el conocimiento específico sobre el evento. En este proceso jerárquico se da una re transcripción, recategorización y, en ciertos casos, también la invención de información.

Esto sucede porque los recuerdos se construyen con base de las condiciones actuales, como sentimientos. Estas memorias falsas no están causadas por ningún trastorno neurológico, sino por la sugestión e imaginación de creencias falsas que conllevan la invención de otra información falsa. En algunos casos, estas creencias y memorias falsas pueden llevar a una distorsión de la narrativa de vida personal.

La imposición de estas memorias falsas puede ser facilitada por relatos o fotos de eventos de los que se tenga algún conocimiento. En un experimento se les mostró a varios sujetos fotos falsas en un globo aerostático junto con otras tres fotos reales, más del 50% de esas personas dijeron tener recuerdos sobre ese evento. Esto sucede debido a que las fotografías les dan la capacidad de imaginar y confundirse con su propia realidad.
Las memorias falsas también pueden ser adaptativas, esto significa que se crean para cumplir con las necesidades propias. Esto sucede cuando la persona se siente disonante con su persona en el pasado y tiene la necesidad de dar congruencia a su sentido de identidad. Suele suceder en grupos sociales, cuando se quiere compartir un sentido de la realidad, o en adultos durante la resolución de problemas que requieren de retrospección (Nájera Fernández, Salazar Villanea, y Fornaguera Trías, 2018).

En conclusión, la memoria tiene fallas y puede estar influenciada por diferentes factores como eventos sociales, fotografías, relatos, emociones, metas actuales y problemas retrospectivos. Estos factores pueden ser la causa de memorias falsas, su adaptación y su imposición. Actualmente se han enlistado diferentes características que poseen los relatos de una memoria falsa, esto puede ayudar en las investigaciones y a disminuir las acusaciones que provienen de estas memorias.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Nájera Fernández, J., Salazar Villanea, M. y Fornaguera Trías, J. (2018). La fragilidad de la memoria: creencias falsas y memoria autobiográfica, una revisión preliminar. Universitas Psychologica, 17(4), 1–11. https://doi.org/10.11144/javeriana.upsy17-4.fmcf
• Pinchanski, S., Víquez, E., y Zeledón, C. (2004). Memorias impuestas. Medicina Legal de Costa Rica, 21(2), 07–20.