Por Josué Gabuardi Bautista – Estudiante de la carrera en Ingeniería Informática

La lealtad es uno de los sentimientos colectivos de los seres humanos. Se define como el sentimiento o deber de apoyo hacia un grupo, individuo o causa. Este primitivo sentimiento ha ido variando tanto su implementación como su percepción en la sociedad moderna, por ello es por lo que hoy en día es difícil identificar si la lealtad es verdaderamente uno de los pilares del comportamiento humano, como lo describen Jonathan Haidt y Craig Joseph en la teoría de los cinco cimientos morales (Haidt y Joseph, 2011).

El polémico tema de si la lealtad puede ser catalogada como algo moral o no radica en la intención que se tiene y la necesidad de una sociedad. Para demostrar lo dicho anteriormente, podemos usar los criterios de justificación moral planteados por Adolfo Sánchez Vázquez (1977), para quien la llamada justificación social es aquella que se fija en el comportamiento de una cultura y, específicamente, de una sociedad. Esto se traduce en que una idea que atente contra el bienestar humano sería visto como algo moralmente equivocado.

Si en lugar de los intereses nos fijamos en las necesidades de una sociedad podríamos justificar la moralidad de la lealtad desde la interrogante ¿es moral ser leal a un partido político con ideas radicales? Si el lugar de esta pregunta fuera un país que está atravesando una crisis socioeconómica o política con altas necesidades de un cambio inmediato la respuesta sería un absoluto sí, basándonos en que una ley moral impuesta por la necesidad de salir de una crisis y asegurar la prosperidad de un país es totalmente válida. Un caso de esto fue lo que experimentó la anterior Alemania con el Partido Nacionalista Obrero Alemán durante principios del siglo XX (The History Place, 2001).

Al tocar un tema conceptualmente abstracto como la lealtad y la moralidad, existe un riesgo bastante alto de caer en múltiples sesgos cognitivos e incluso dar origen a un contraargumento para la forma en la que hemos tratado la lealtad hasta ahora, ya que, si siguiéramos con el ejemplo de Alemania dado en el párrafo anterior, se podría inferir que a pesar de toda la masacre y los resultados al final de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo no solo el holocausto, sino también las víctimas de los diversos enfrentamientos ocasionados por el partido liderado por Adolf Hitler, es moral ser leal a este. Sin embargo, eso es erróneo. Ser leal a una causa o idea no es lo mismo que ser leal a los resultados ocasionados. Podríamos usar, para demostrarlo, la justificación dialéctica, cuyo criterio dicta que un sistema moral es establecido tomando en cuenta el espacio cronológico y físico, y adquiriendo un carácter relativo. Por tanto, es obligatorio analizar la moralidad de la lealtad tomando en cuenta el factor tiempo – espacio.

Aun así, el criterio de justificación dialéctica parecer dejar una abertura favorable para una contraposición que quiera sugerir que la lealtad es moralmente inaceptable debido a que ninguna persona queda exenta de ser juzgada moralmente por quitar vidas humanas o estar de acuerdo con esto en el mismo tiempo que el asesinato era castigado. Sin embargo, la refutación a este débil argumento es nada menos que el relativismo ético, que es explicado en un artículo de la Universidad de Santa Clara, California. (Velasquez, Andre, Thomas & Meyer, 1992). El trato sobre el relativismo ético en dicho documento hace énfasis en que no existe ningún sistema moral universal y que la moralidad tiene “sabor cultural”. Por consiguiente, el comportamiento humano y las normas de una amplia sociedad pueden diferir, así como la moralidad que esconde el ser leal a un predecesor de un acto indebido visto como crimen.

¿Podríamos entonces decir que es moral la lealtad en el 2020? Podríamos sí, siempre y cuando se tenga diversos factores en cuenta. Lo verdaderamente cierto es que no se puede juzgar un sentimiento de deber cuyo motor puede variar indefinidamente.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Haidt, J. y Joseph, C. (2011). How Moral Foundations Theory Succeeded in Building on Sand: A Response to Suhler and Churchland. Journal of Cognitive Neuroscience , 2117-2122.
• Sánchez Vázquez, A. ( 1977). La filosofía de la praxis como nueva práctica de la filosofía. Cuadernos Políticos, 64-68.
• The History Place™. (2001). Hitler Reveals War Plans. Retrieved from The History Place: https://www.historyplace.com/worldwar2/triumph/tr-hossbach.htm
• Velasquez, M., Andre, C., Thomas Shanks, S.J. & Meyer, M. J. (1992). Ethical Relativism. Retrieved from Markkula Center for Applied Ethics: https://www.scu.edu/ethics/ethics-resources/ethical-decision-making/ethical-relativism/