En contextualizando, explicamos sin filtro y de manera concisa la realidad de un deporte no tradicional. En esta ocasión, vale la pena hablar de los mitos alrededor del tenis. A mi lado Carlos Bravo (presidente de la Federación Costarricense de Tenis) y de fondo la Copa del Café 2020.
Aclaración: El siguiente texto es una combinación entre datos ineludibles y un parafraseo de lo conversado.
¡En tremendo escenario! Porque este clásico torneo (Copa del Café) fue el punto de partida para hablar de tenis en Costa Rica hace 56 años. Un “show” liderado por la inversión privada, que a la postre, incentivó la fundación de la federación el 12 de noviembre de 1977.
Desde sus raíces, el tenis fue una disciplina practicada por clases altas y en clubes privados (6 afiliados a la Federación en la actualidad). Según el presidente de la Federación, esta realidad les incomoda y por eso, la procuran cambiar mediante la administración de canchas en el Parque de la Paz y la Sabana. A través de programas sociales, mejor capacitación y masificación, esperan aumentar los 1188 afiliados que existen en la actualidad.
A nivel competitivo, Costa Rica cuenta con torneos interescolares y juegos nacionales, además del circuito nacional (7 fechas) y tres torneos centroamericanos para los mejores jugadores. Las competencias están desarrolladas para los jóvenes entre los 12 y 18 años, ya que posterior a estas edades dependerá de “cada uno” alzar vuelo.
A partir de los 18 años, a cada tenista nacional (o a sus familias) le toca buscar una beca universitaria o financiar sus competencias alrededor del mundo. Dado el caso que el atleta destaque en el exterior, recibirá una convocatoria para jugar eliminatorias de Copa Davis con el equipo nacional mayor, una selección alimentada, en su mayoría, por jugadores universitarios y solo una raqueta en búsqueda del profesionalismo, Jesse Flores (#1254 del ranking ATP).
Llegar al profesionalismo son palabras mayores. En la mayoría de casos, requiere dejar el estudio tradicional a los 15 años e invertir ¡desde 3000-4000 dólares al mes! para competir fuera de Costa Rica y sumar en el ranking de la Federación Internacional de Tenis (ITF). Con cierta angustia, don Carlos Bravo acepta que esta inversión siempre recae en los padres, ya que el presupuesto de 105 mil dólares anuales de la Federación...no alcanza para potencializar talentos.
Los deportistas ticos son conscientes de estos factores, por lo que apuntan al tenis universitario. Esta oportunidad es la mejor para su futuro profesional, sin embargo, la menos idónea para llegar a la élite del mundo (el tour de la Asociación de Tenistas Profesionales - ATP).
Para concluir la conversación, el protagonista de esta entrevista me recuerda la historia de Juan Antonio Marín, como un ejemplo de lo que somos capaces de hacer. Marín es la máxima leyenda del tenis nacional, el segundo costarricense (tras Fred Thome en 1984) que llegó a la final de la Copa del Café en 1993, a la posición #55 del ranking ATP y competir en 17 grand slams.
-Don Carlos, pero ¿por qué tantos años de Copa del Café y sin resultados positivos?
-Es que no podemos comparar el roce, es un torneo de categoría uno, donde los participantes vienen de competir en el circuito junior y entrenar dos veces al día. Nuestros tenistas no, ellos tienen que ir a la escuela o al colegio.