Por Carolina Araya - Estudiante de la carrera de Administración de Negocios

Uno de los procesos críticos para las empresas y la administración de recursos humanos es el proceso de selección de personal. Esto es así porque se trata de la búsqueda y contratación del talento que tanto se necesita para la obtención de los objetivos establecidos por la organización. Por esta razón, su importancia demanda muchísima atención y, sobre todo, un manejo correcto a la hora de llevarlo a cabo.

La ética en la selección de personal es crítica a la hora de tomar decisiones en la contratación de manera justa. Los intereses son muchos para ambas partes: la compañía debe velar por encontrar a la persona correcta para el puesto, mientras que el candidato debe participar y sentirse en un ambiente propicio para darse a conocer.

La evolución de los procesos de reclutamiento ha implicado un ajuste entorno a la gestión de cada etapa. Hace pocos años, el participar en un puesto de trabajo implicaba ajustarse plenamente al perfil que la compañía buscaba y, en cambio, ahora es un balance en donde el candidato debe saberse vender y mostrar sus cualidades. Por su parte, la compañía debe ser lo suficientemente atractiva para llamar la atención y atraer al mejor talento disponible en el mercado.

Antes no era una prioridad lograr un ambiente favorable para que el candidato se sintiese a gusto, sino que era percibido como que la empresa contratante era la que tenía el control de la situación. Por lo tanto, no se tomaban en cuenta aspectos como discriminación de cualquier tipo.

En la actualidad el manejo es completamente diferente. La tendencia es buscar equidad a la hora de llevar a cabo el proceso de selección de una persona para cada puesto. Los reclutadores tienen la delicada tarea de asegurar un proceso que cumpla con los principios éticos esperados para una empresa del siglo XXI.

El enfoque actual se basa en considerar al empleado como un fin en sí mismo; no solo un medio para alcanzar los objetivos económicos. Esto quiere decir que el empleado debe ser la prioridad de su compañía y que, basado en esto, los resultados se irán dando gracias a tener empleados motivados e identificados con la labor de la compañía.

No es casualidad la reciente modificación en leyes laborales para legitimar esta evolución en la administración de recursos humanos. La ley viene a respaldar el enfoque humano que se necesita desarrollar en cada uno de los procesos de selección de personal. La discriminación está rotundamente prohibida y ahora incluso penalizada.

Lamentablemente, todos hemos sido testigos de ejemplos de casos de discriminación en cualquiera de sus variantes: por género, apariencia, edad, ideología, preferencia de ocio, orientación sexual, raza, nacionalidad. Todos los esfuerzos en materia de ley, y los cambios en un proceso de selección de personal más y más humano, son los que han ido logrando mayores avances para disminuir las brechas sociales y laborales. No obstante, aún queda camino por recorrer y es responsabilidad de todos eliminar cada sesgo.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.