En contextualizando, explicamos la realidad de un deporte no tradicional. Taekwondo tocó esta semana y quién más que el dos veces olímpico, Kristopher Moitland, para hablar “sin pelos en la lengua”. El actual entrenador profundizará en los sacrificios del atleta y los errores de la gestión deportiva.
Aclaración: El siguiente texto es una combinación entre datos ineludibles y parafraseo con el entrevistado.
¿Deporte no tradicional? Tal vez no mediático, porque el taekwondo está presente en la vida de los costarricenses desde hace 48 años. En las aulas de la UCR y con las enseñanzas del maestro Aquiles Wong, inició la práctica del deporte en 1972 y a la postre, se sembró la semillita para la creación de la Asociación de Taekwondo en 1982.
Actualmente se registran más de 20 mil atletas y aproximadamente 150 academias afiliadas a la federación. Es decir, estamos hablando ¿Del arte marcial #1 de Costa Rica? Efectivamente. Un hito que Moitland acredita a formar parte de las olimpiadas desde el año 2000. Con nostalgia, el protagonista de esta entrevista afirma que todo se volvió más profesional y de vez en cuando...más aburrido ¡¿Cómo aburrido?! Pues sí. Herramientas como el peto electrónico para contabilizar puntos o la rigurosidad de los jueces al competir transformaron “el show” en un deporte más táctico.
En Costa Rica, las olimpiadas abrieron una ventana para visibilizarse. Precisamente el taekwondo, de la mano de Kristopher Moitland (2004 y 2008) y Heiner Oviedo (2012), es el segundo deporte que ha llegado más lejos en los Juegos Olímpicos (después de la natación con las hermanas Poll).
Pero…en Río 2016 (nadie clasificó) ¿Qué pasó? ¿Es muy complicado llegar a esas instancias? Sí y muuuy largo, pero cero estrés, ya que nosotros lo resumimos en 5 líneas:
1. Ingresar a una academia desde la infancia. (5 y 10 años)
2. Empezar a competir en torneos nacionales con su respectiva academia. (10-14 años)
3. Quedar seleccionado mediante eliminatorias o visorias durante los campeonatos locales en el equipo nacional. (14-35 años)
4. Ya dentro de la selección, lograr entrar en las convocatorias para competir en abiertos y mundiales. (14-35 años)
-Puntuar lo suficiente para estar en los 6 primeros del ranking olímpico u obtener alguno de los dos tiquetes en las eliminatorias continentales. (14-35 años)
Triunfar en el Taekwondo es cuestión de constancia, no de momentos. En Costa Rica para brincar cada línea se necesitan años, y es ese, uno de los dos mayores retos.
1. Para un atleta llegar a la selección es posible, pero lograr entrar en las convocatorias es muy difícil por razones entendibles. A la Federación de Taekwondo le suelen dar cupos limitados para los torneos internacionales y el presupuesto solo da para llevar a ciertos atletas. Estos factores implican que siempre vayan los mismos porque las federaciones también viven de resultados ante el ICODER, una medida que resta posibilidades de crecimiento a muchas piezas interesantes en el equipo nacional.
2. Con respecto al presupuesto: hay un desorden estructural. ¡La federación nunca sabe con cuánto dinero puede jugar! El ente regulador del taekwondo podría pensar en aproximadamente $ 180 000 anualmente, pero en diversos tractos del ICODER, Comité Olímpico Nacional, patrocinios o inscripciones de torneos. ¿Suficiente para cubrir todas las necesidades? Imagine usted que llevar un atleta a una competencia ¡en México! le cuesta $ 1200 aproximadamente a la federación.
Bueno pero tampoco se me “achicopale” con los datos porque también se están asumiendo cambios positivos. Por ejemplo: el cambio generacional de la selección nacional. Aunque efectivamente seguimos esperando mucho de figuras consolidadas como Heiner Oviedo o Katherine Alvarado, las promesas asumen protagonismo.
Neshy Álvarez (16 años), Juan José Soto (22 años) y María José Calderón (18 años) ya triunfan en categoría élite y son los procesos que, el gobierno y la federación, deberían proteger a muerte ¡A seguirlos y darles palabras de apoyo en cada competencia!