El Comité Olímpico Nacional de Costa Rica (CONCRC) publicó este martes los resultado de la encuesta “Por un Deporte Seguro” que fue aplicada a 375 atletas adultos de 35 federaciones deportivas del país.

La encuesta “Por un Deporte Seguro” es una adaptación de la encuesta de cultura y clima de atletas 2020 del Centro SafeSport de Estados Unidos.

El estudio reveló que el 72,48 % de la población consultada vivió al menos una situación de violencia no accidental en el deporte. Aunado a ese dato, el 22.92% indicó haber sido víctima de al menos una manifestación de violencia sexual en su contexto deportivo. De las víctimas un 64,94% fueron mujeres y un 35,06% hombres.

Asimismo, el 41% dijo no saber a dónde acudir para obtener apoyo o denunciar y el 57% dijo no conocer la Ley Contra el Hostigamiento y Acoso Sexual en el Deporte y su reglamentación.

La metodóloga Lucía Marín y la psicóloga en deporte Wendy Zúñiga, como oficiales de salvaguardia certificadas por el Comité Olímpico Internacional, recibieron la autorización de la organización estadounidense para traducir y adaptar la encuesta al contexto costarricense. El estudio además se validó con la especialista María Loreto González de Chile quien es la encargada de la Oficina por el Respeto de ese país.

Se debe entender como Deporte Seguro un entorno donde las y los atletas, así como las demás personas del contexto deportivo (personal técnico, personal médico, etc.) puedan entrenar y competir en un ambiente saludable, solidario, respetuoso, equitativo y libre de cualquier forma de violencia no accidental.

La violencia no accidental en el deporte es la intención de abusar o de violentar a través de conductas no apropiadas para el desarrollo integral de las personas, puede ser un acto aislado o un patrón de comportamientos repetidos a lo largo del tiempo y se puede manifestar a través de cuatro formas: violencia psicológica, violencia física, violencia sexual y negligencia.

Bajo esa premisa los principales hallazgos fueron:

  • Sobre violencia psicológica
    • 56.56% indicó haber sido víctima de al menos una manifestación de violencia psicológica en su contexto deportivo.
    • De las víctimas un 57% fueron mujeres y un 43% hombres.
    • Las tres principales manifestaciones de este tipo de violencia fueron: un 30% se le criticó como persona al deportista cuando su desempeño no fue el mejor, con el mismo porcentaje un 30% indicó que chismeaban o decían mentiras de su persona y un 24% indicó que se le menospreció, avergonzó o humilló en su contexto deportivo.
    • En un 33,56% de las veces este tipo de violencia provino del entrenador, seguido con un 30,79% por otro deportista y en un 15, 22% personal administrativo de la federación (Gestor (a) deportivo, dirigente deportivo, recepcionista - asistente, etc.)
    • En un 65,23% de las veces el ofensor fue un hombre seguido con un 34,76% por una mujer.
    • En un 26,73% de los casos la víctima recibió este tipo de violencia de parte tanto de un hombre como de una mujer.
  • Sobre violencia física
    • 21.41% indicó haber sido víctima de al menos una manifestación de violencia física en su contexto deportivo.
    • De las víctimas un 47,95% fueron mujeres y un 52,05% hombres.
    • Las tres principales manifestaciones de este tipo de violencia fueron: un 17% indicó que se le aplico el ejercicio físico como castigo, un 4% indicó que le cortaron o raparon el cabello como castigo o ritual y un 2% indico haber sido golpeado con un objeto.
    • En un 45,55% de las veces este tipo de violencia provino del entrenador, seguido con un 23,33% por otro deportista y en un 13,33% personal administrativo de la federación (Gestor (a) deportivo, dirigente deportivo, recepcionista - asistente, etc.)
    • En un 71,76% de las veces el ofensor fue un hombre seguido con un 28,24% por una mujer.
    • En un 18,06% de los casos la víctima recibió este tipo de violencia de parte tanto de un hombre como de una mujer.
  • Sobre negligencia
    • 60.57% indicó haber sido víctima de al menos una manifestación de negligencia en su contexto deportivo.
    • De las víctimas un 53,77% fueron mujeres y un 46,23% hombres.
    • Las tres principales manifestaciones de este tipo de violencia con un 35% (las tres) fueron: sentir que la salud mental o emocional fue ignorada, sentir que las necesidades deportivas fueron ignoradas y el trato desigual hacia los y las atletas.
    • En un 39,30% de las veces este tipo de violencia provino del entrenador, seguido con un 25,88% personal administrativo de la federación (Gestor (a) deportivo, dirigente deportivo, recepcionista - asistente, etc.) y en 16,61% por otro deportista
    • En un 63,70% de las veces el ofensor fue un hombre seguido con un 36,30% por una mujer.
    • En un 32,35% de los casos la víctima recibió este tipo de violencia de parte tanto de un hombre como de una mujer.
  • Sobre violencia sexual
    • 22.92% indicó haber sido víctima de al menos una manifestación de violencia sexual en su contexto deportivo.
    • De las víctimas un 64,94% fueron mujeres y un 35,06% hombres.
    • 53,95% de las situaciones de violencia sexual ocurrieron cuando el atleta era menor de edad.
    • Las tres principales manifestaciones de este tipo de violencia fueron: con un 12% ser objeto de bromas o comentarios sexistas, un 9% fue mirado de manera intrusiva y con igual porcentaje 9% ha presenciado o ha sido informado sobre alguna situación de acoso sexual en su contexto deportivo.
    • En un 34,67% de las veces este tipo de violencia provino de parte de otro deportista, seguido con un 25,00% por el entrenador y en 15,32% personal administrativo de la federación (Gestor (a) deportivo, dirigente deportivo, recepcionista - asistente, etc.) así como de extraños.
    • En un 72,34% de las veces el ofensor fue un hombre seguido con un 27,66% por una mujer.
    • En un 23,68% de los casos la víctima recibió este tipo de violencia de parte tanto de un hombre como de una mujer.

A raíz de los resultados, el Comité Olímpico Nacional plantea que se debe crear ley que sancione la violencia no accidental en el deporte que, además, garantice un espacio neutral donde se reciban y procesen las denuncias y que brinde el acompañamiento y la guía que la víctima requiera a nivel legal y psicológico.