El 80% de los consumidores asocia sus snacks favoritos con recuerdos de la niñez.
Octubre trae consigo colores, disfraces y dulces que despiertan más que antojos –evocan recuerdos–. En cada galleta compartida y en cada chocolate entregado en Halloween, hay una historia que nos conecta con nuestra infancia. De acuerdo con el State of Snacking de Mondelēz International desarrollado junto a The Harris Poll, el 80% de los consumidores en el mundo asocia el consumo de sus snacks favoritos con momentos que despiertan nostalgia y conexión emocional, especialmente durante las festividades.
La investigación muestra que el 76% de las personas considera que algunos de sus recuerdos más entrañables de la infancia incluyen compartir un snack con sus padres, mientras que el 78% disfruta revivir esas experiencias al compartir sus dulces favoritos con otros. En países como Colombia, este vínculo con la tradición cobra especial relevancia durante fechas como Halloween, cuando el intercambio de dulces se convierte en un acto de unión y celebración intergeneracional.
“En Mondelēz creemos que los snacks no solo endulzan el momento, sino también los recuerdos. En Halloween, un chocolate, dulce o galleta puede convertirse en el puente entre generaciones, recordándonos que compartir un snack también es compartir una historia", comenta Luis Gutiérrez, gerente de Asuntos Corporativos de Mondelēz International.
El estudio también resalta que el 73% de los consumidores afirma que ciertos snacks han sido transmitidos de generación en generación, consolidando su papel como parte esencial de las costumbres familiares. Esta temporada, Mondelēz invita a las familias a celebrar el poder de los pequeños momentos compartidos, recordando que los dulces que disfrutamos hoy son, muchas veces, los mismos que marcaron nuestras infancias.
