La Unidad de Integridad Acuática investiga denuncias de acoso y abuso a atletas por parte de Rivas.
La Unidad de Integridad Acuática (AQIU) inició una investigación sobre las denuncias de acoso y abuso a atletas por parte del entrenador costarricense, Francisco Rivas Espinoza.
Mientras se realiza el estudio del caso, Rivas Espinoza no podrá ejercer ningún cargo, incluido el de entrenador, en World Aquatics, ninguna Organización Continental Mundial de Acuáticos ni ninguna Federación Miembro de World Aquatics, incluidos clubes afiliados u organismos reconocidos.
Esta decisión se ha tomado para salvaguardar la confianza pública en la integridad de las actividades acuáticas y proteger el bienestar de quienes participan en este deporte”.
La AQIU detalló este 23 de octubre que la suspensión provisional también le impedirá participar en actividades o eventos relacionados con el agua en nombre de estas organizaciones, así como participar o asistir, en cualquier calidad, a competiciones acuáticas.
Dado que el caso está en curso, la AQIU no proporcionará más comentarios en esta etapa.
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Las denuncias
En julio anterior las figuras de la natación costarricense Claudia Poll, Marcela Cuesta y Manuel Rojas, denunciaron haber sido víctimas de agresiones físicas, psicológicas y sexuales por parte de Rivas.
En declaraciones exclusivas para Interferencia, plataforma periodística de las radios de la Universidad de Costa Rica (UCR), los tres deportistas relataron años de abusos y control extremo ejercidos por Rivas durante su formación deportiva.
Poll, única medallista de oro olímpica de Costa Rica, aseguró haber sufrido “todas las agresiones posibles” y describió situaciones de acoso, vigilancia y humillación. Cuesta, nadadora olímpica en Seúl 1988, recordó que los abusos comenzaron cuando era menor de edad y que el miedo la llevó a abandonar el deporte. Rojas relató que su carrera se truncó tras recibir golpes y maltrato psicológico.
En ese momento, las víctimas afirmaron que estos hechos fueron un “secreto a voces” dentro de la natación nacional y lamentaron que la Federación Costarricense de Deportes Acuáticos (Fecoda) archivara una denuncia presentada por Cuesta en 2024 alegando prescripción, dado que los hechos ocurrieron entre 1978 y 1988.
Rivas, de 75 años, negó todas las acusaciones y dijo que eran “totalmente falsas”. Aseguró que no agredió de ninguna manera a sus entrenados.