Iniciativa promueve el uso de bioestimulantes a base de microalgas para mejorar la calidad del suelo y aumentar el rendimiento de las hortalizas en la provincia.

La producción agrícola orgánica de Cartago cuenta ahora con una herramienta innovadora para fortalecer sus cultivos: el uso de bioestimulantes elaborados a partir de microalgas. Esta tecnología, desarrollada por la Escuela de Biología y el Centro de Investigación en Biotecnología (CIB) del Tecnológico de Costa Rica (TEC), busca mejorar la calidad del suelo y obtener hortalizas más nutritivas.

De acuerdo con Fabián Villalta Romero, extensionista de la Escuela de Biología, el uso de microalgas contribuye a mejorar las condiciones del suelo para el establecimiento de un equilibrio microbiológico:

Esto permite que se puedan establecer hongos, bacterias y levaduras benéficos, formando comunidades microbianas que ayudan a la planta a mejorar sus capacidades productivas y reducir la presencia de algunos patógenos”.

La iniciativa forma parte de proyectos de extensión financiados con fondos de la Ley del Cemento, y se sustenta en cerca de dos décadas de investigación sobre los beneficios de las microalgas desarrollada por estudiantes y personal investigador del TEC.

Implementación en campo

Las microalgas son microorganismos fotosintéticos capaces de capturar dióxido de carbono (CO₂) y generar biomoléculas como azúcares, aminoácidos y oxígeno, según detalló el experto.

El proyecto Implementación de un plan de manejo con bioestimulantes de microalgas para la producción de hortalizas, liderado por Villalta y con el apoyo de Francinie Murillo Vega, busca transferir ese conocimiento mediante planes de manejo para distintos cultivos.

“Lo que se pretende es poder recomendar en qué momento se deben de aplicar las microalgas y la mejor forma de hacerlo, ya sea aplicado al suelo, al follaje y si se puede combinar con otros insumos usados por los agricultores”, señaló Villalta. Hasta ahora, el proyecto ha desarrollado un plan de manejo para el cultivo de papa.

Entre las agrupaciones beneficiadas se encuentran la Asociación de Productores Orgánicos de las Brumas, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA).

Foto: Ruth Garita / TEC y cortesía de Fabián Villalta.

El acompañamiento brindado por el TEC incluye charlas sobre resultados del uso de microalgas, visitas a fincas, entrega de bioestimulantes, diseño de planes de manejo y suministro de semilla de papa de la variedad Palmira.

Jacobo Ramírez Redondo, productor agrícola, afirmó que el apoyo recibido ha sido clave para fortalecer su labor:

El TEC me representa, es una institución modelo, muy respetada que siempre busca la innovación en ciencia y tecnología y además el compartir ese conocimiento con los que lo necesitan”.

Villalta destacó que el objetivo final es generar planes de manejo que fomenten el uso de microalgas como bioinsumo sostenible y difundir su potencial entre personas productoras y extensionistas del MAG, el INA y el INTA.

Foto: Ruth Garita / TEC y cortesía de Fabián Villalta.