Reforestación beneficiará ecosistemas degradados, aportando sombra, alimento para la fauna y conectividad entre bosques.
La ferretería EPA y la iniciativa Huella del Futuro concluyeron con éxito la cuarta edición de la campaña de recaudación Ayudar es Sencillo (AES), que permitió reunir más de US$17.900 para la siembra y cuidado de árboles nativos en zonas vulnerables de la Gran Área Metropolitana (GAM) y otras regiones del país.
La recaudación se traducirá en 890 árboles que contarán con mantenimiento durante cinco años. De estos, 500 ya fueron plantados en junio en una finca municipal de Oreamuno, Cartago, que anteriormente funcionaba como botadero de basura. Otros 300 se sembrarán en una finca de la Asociación Cámara de Desarrollo del Comercio Turístico de La Cruz, Guanacaste (ASCATUR), ubicada junto a Playa Coquitos. Los 90 restantes se plantarán también en Oreamuno, en la Finca Páez.
Actualmente, la campaña suma más de 8.000 árboles sembrados gracias a las donaciones de clientes de EPA en las cuatro ediciones de recaudación. Las plantaciones se han realizado en sitios como Santa Ana, Coronado, Tibás y Cartago, así como en Pital de San Carlos, Upala y próximamente en Guanacaste.
El proyecto se ejecuta con el apoyo de organizaciones comunitarias —en su mayoría lideradas por mujeres— responsables de la siembra y el mantenimiento técnico, lo que garantiza la supervivencia y adecuado crecimiento de cada árbol.
“El éxito de esta campaña es un claro ejemplo de cómo la solidaridad ciudadana puede dejar una huella ambiental y social duradera. Agradecemos a todas las personas que donaron y a nuestras aliadas en las comunidades, que hoy lideran un proceso de regeneración ecológica con perspectiva de género y desarrollo local”, señaló Andrea Aguilar, jefa de Iniciativa Comunitaria de Ferretería EPA.
Por su parte, Víctor Sequeira, coordinador del programa Huella del Futuro, afirmó que los resultados respaldan la meta de alcanzar un 60% de cobertura forestal nacional para 2030. “Cada árbol sembrado es una inversión en el futuro del país, y gracias al seguimiento a largo plazo, estamos asegurando que el impacto se mantenga en el tiempo”, indicó.
Huella del Futuro fue creada en 2020, en el marco del bicentenario de independencia de Costa Rica, con el objetivo de reverdecer la Zona Norte mediante la siembra de árboles nativos, apoyando a personas afectadas por la pandemia, especialmente mujeres jefas de hogar. La iniciativa busca contribuir a la meta nacional de aumentar la cobertura forestal al 60% para 2030 y mitigar los efectos del cambio climático.