Este artículo ofrece una pequeña guía de preparación emocional, consejos útiles y cómo acompañar mejor a su pareja.

Tres consejos para aplicar hoy mismo:

  1. Dedique un tiempo diario a leer sobre el parto, la lactancia y los cuidados básicos del recién nacido.
  2. Tenga una conversación sincera con su pareja sobre cómo se imaginan la dinámica familiar cuando llegue el bebé.
  3. Pregunte en su entorno o busque un grupo virtual de padres donde pueda compartir dudas y experiencias.

Convertirse en papá es uno de los momentos más transformadores en la vida de un hombre. Puede venir acompañado de emociones intensas: felicidad, miedo, entusiasmo, ansiedad, e incluso todo al mismo tiempo.

Y aunque nunca se está completamente preparado para esta experiencia, hay muchas cosas que se pueden hacer desde el embarazo y durante los primeros meses para sentirse más seguro, presente y conectado con la nueva familia.

1. Informarse y aprender sobre el proceso

Tener información es poder. Leer sobre el parto, ya sea vaginal o por cesárea, entender cómo se amamanta, cómo cambiar pañales o cómo se sostiene correctamente a un recién nacido le ayudará a sentirse más preparado.

Existen cursos prenatales, videos, libros y charlas virtuales donde se puede aprender lo básico. También se puede acompañar a la pareja a clases de lactancia, de preparación al parto, o ver documentales juntos.

Tener un marco de referencia claro dará confianza y permitirá apoyar mejor a su pareja.

2. Cuide su salud también

La paternidad exige energía. Si hay un momento para mejorar los hábitos, es ahora. Comer mejor, dejar el cigarro (si fuma), moverse más y hacerse un chequeo médico puede marcar la diferencia cuando lleguen las noches sin dormir.

Además, asegurase de estar al día con las vacunas (como la antigripal o la TDAP) es primordial, ya que se va a estar en contacto cercano con un bebé que aún no tiene su sistema inmunológico completamente desarrollado.

3. Converse con su pareja sobre cómo se visualizan como padres

No hay dos familias iguales, y es importante hablar de temas clave antes del nacimiento. Algunas preguntas que pueden guiar la conversación:

  • ¿Planeamos que el bebé duerma con nosotros o en su propia habitación?
  • ¿Vamos a usar lactancia materna exclusiva? ¿Por cuánto tiempo?
  • ¿Ambos volverán a trabajar? ¿Quién cuidará al bebé?
  • ¿Cómo repartiremos las tareas del hogar y del cuidado?
  • ¿Cómo queremos manejar las visitas las primeras semanas o meses?

Y específicamente, converse acerca de los roles que puede tomar respecto a tareas que parecen solo corresponder a la madre, como en el caso de la lactancia materna .

La Dra. Georgina Echandi recomienda investigar cómo puede apoyarla para facilitar este proceso. Algunos ejemplos pueden ser:

  1. Traer al bebé a la madre cuando se levanta durante las noches
  2. Si ella amamanta, él cambia los pañales
  3. Asegurarse que tenga agua o meriendas para hidratarse y comer mientras amamante
  4. Traer la almohada para amamantar al bebé

Tener estas conversaciones y plantear diferentes escenarios con sus posibles soluciones no solo fortalecen el vínculo de pareja, también previenen muchos malentendidos cuando todo sea más caótico.

4. Busque una red de otros padres

Tener con quién hablar que esté pasando por lo mismo es invaluable.

Puede buscar grupos de padres en redes sociales, en centros de salud o incluso entre sus amistades. Compartir experiencias, miedos o dudas con alguien que entiende hace que la carga emocional sea mucho más liviana.

5. Acompañe a su pareja en los controles médicos

Estar presente en las consultas prenatales, cuando sea posible, tiene un impacto positivo.

Ver una ecografía, escuchar el latido del bebé o simplemente escuchar al médico hablar sobre el desarrollo puede ayudar a conectar con la experiencia del embarazo y fortalecer el vínculo con su pareja.

6. Su vida íntima cambiará (y está bien)

La llegada del bebé cambia muchas cosas, entre ellas, la intimidad de la pareja. No se trata solo del tiempo de recuperación física (generalmente 6 semanas), sino de aspectos como la fatiga, el vínculo emocional, las hormonas y el estrés.

La clave está en la comunicación, la empatía y en entender que esta etapa es temporal y requiere paciencia mutua.

7. Participe activamente en los preparativos

Su rol comienza antes del nacimiento, y hay muchas maneras prácticas de involucrarse:

  • Aprenda a instalar la silla del auto
  • Arme muebles, pinte la habitación, organice la ropa del bebé
  • Investigue sobre fórmulas, portabebés o guarderías
  • Hable con su empleador sobre su licencia de paternidad
  • Arme el bolso para el hospital
  • Organice turnos o defina la ayuda externa para los primeros días

Participar no solo ayuda a su pareja, también lo conecta emocionalmente con lo que está por venir.

8. Tome en consideración los cambios en el sueño

Dormir poco es una de las partes más difíciles de los primeros meses. Por eso, el trabajo en equipo es fundamental.

Dividan tareas, hagan turnos, tomen siestas cortas, reorganicen horarios, etc. Lo importante es que ambos puedan descansar, aunque sea a ratos.

Ninguno está «ayudando»: ambos están crianza activa.

Nadie tiene todas las respuestas al convertirse en papá, pero prepararse, informarse y estar presente desde el inicio le ayudará a vivir este proceso con más calma y conciencia.

Cada gesto cuenta: acompañar, preguntar, escuchar, cuidar y también permitirse sentir lo que venga, sin juicio.

Ser papá no es solo cambiar pañales, es también sostener emocionalmente, involucrarse, adaptarse y crecer junto a su bebé. Y eso, sin duda, es una de las experiencias más significativas.

El contenido médico de este artículo fue verificado por la Dra. Georgina Echandi, Psicóloga.