No todo lo “light” es ligero, ni todo lo “vegano” es sano. Descubra 10 productos que parecen saludables pero pueden no serlo.
Tres consejos para aplicar hoy mismo:
- Las etiquetas como «light», «sin gluten» o «vegano» no garantizan que el producto sea saludable. Siempre lea etiquetas y listas de ingredientes para tomar decisiones informadas.
- Prefiera opciones que contengan ingredientes reconocibles y pocos aditivos. Cuanto más cercano esté un producto a su estado natural, mejor.
- Modere el consumo de productos envasados, incluso si parecen saludables.
Hoy en día, muchos productos en los supermercados tienen etiquetas como «light», «sin azúcar añadido», «reducido en grasa» o «bajo en calorías», creando la impresión de que son saludables.
Sin embargo, no todo lo que parece sano realmente lo es. Algunos alimentos aparentemente “fit” o “naturales” esconden azúcares ocultos, aditivos y calorías vacías.
Vivimos en una era donde buscamos alimentarnos de forma saludable, pero la industria alimentaria produce productos ultra procesados con altos niveles de sodio, grasas y otros componentes poco beneficiosos. Por eso, es importante consumir estos productos con cuidado y siempre revisar las etiquetas de manera crítica.

Ejemplos de alimentos engañosos
A continuación, se presentan diez ejemplos de diversos alimentos:
- Granola comercial:
- Por qué parece saludable: Contiene avena, frutos secos y semillas.
- Por qué puede no serlo: Algunas versiones tienen azúcares añadidos, aceites refinados y calorías vacías.
- Yogures de sabores:
- Por qué parece saludable: Contienen probióticos, proteína y calcio.
- Por qué puede no serlo: Altos niveles de azúcar añadido o edulcorantes artificiales, y a veces pocos cultivos vivos reales.
- Leches vegetales endulzadas:
- Por qué parece saludable: Son una alternativa sin lactosa y vegana.
- Por qué puede no serlo: Los aceites de semillas refinados pueden tener un alto contenido de ácidos grasos omega-6, lo que puede contribuir a la inflamación y con poco contenido real del ingrediente base (como solo 2% de almendra).
- Barritas energéticas o de proteínas:
- Por qué parecen saludables: Altas en proteína.
- Por qué puede no serlo: Muchas contienen jarabe de maíz, azúcar, aceites hidrogenados y aditivos artificiales.
- Jugos «naturales» envasados:
- Por qué parece saludable: Contienen fruta.
- Por qué puede no serlo: Aunque algunos sean 100% jugo, carecen de fibra y tienen alta fructosa, lo que puede afectar los niveles de glucosa si se consumen en exceso.
- Ensaladas con aderezos comerciales
- Por qué parece saludable: Son vegetales.
- Por qué puede no serlo: El tipo de aderezo puede contener cantidades variables de aceite o azúcar.
- Productos “sin gluten”
- Por qué parecen saludables: El gluten tiene mala fama y muchos creen que eliminarlo es sinónimo de saludable.
- Por qué puede no serlo: Muchos productos sin gluten son ultra procesados, con harinas refinadas, más azúcar y menos fibra que sus equivalentes con gluten.
- Fruta deshidratada:
- Por qué parecen saludables: Es fruta fácil de transportar.
- Por qué puede no serlo: Muchas marcas agregan azúcar, aceites o conservantes, y al ser compactas, se consume más cantidad que la fruta fresca.
- Productos “veganos”:
- Por qué parece saludable: Hechos sin ingredientes animales.
- Por qué puede no serlo: Muchos son ultra procesados, llenos de aceites refinados, almidones, aditivos y saborizantes.
- Cereales para el desayuno:
- Por qué parecen saludables: Tienen etiquetas como «con fibra», «grano entero», o «bajo en grasa».
- Por qué puede no serlo: Muchos están cargados de azúcar, sodio y apenas tienen fibra real. El grano entero es mínimo comparado con el resto de los ingredientes.