No todo lo “light” es ligero, ni todo lo “vegano” es sano. Descubra 10 productos que parecen saludables pero pueden no serlo.

Tres consejos para aplicar hoy mismo:

  1. Las etiquetas como «light», «sin gluten» o «vegano» no garantizan que el producto sea saludable. Siempre lea etiquetas y listas de ingredientes para tomar decisiones informadas.
  2. Prefiera opciones que contengan ingredientes reconocibles y pocos aditivos. Cuanto más cercano esté un producto a su estado natural, mejor.
  3. Modere el consumo de productos envasados, incluso si parecen saludables.

Hoy en día, muchos productos en los supermercados tienen etiquetas como «light», «sin azúcar añadido», «reducido en grasa» o «bajo en calorías», creando la impresión de que son saludables.

Sin embargo, no todo lo que parece sano realmente lo es. Algunos alimentos aparentemente “fit” o “naturales” esconden azúcares ocultos, aditivos y calorías vacías.

Vivimos en una era donde buscamos alimentarnos de forma saludable, pero la industria alimentaria produce productos ultra procesados con altos niveles de sodio, grasas y otros componentes poco beneficiosos. Por eso, es importante consumir estos productos con cuidado y siempre revisar las etiquetas de manera crítica.

Ejemplos de alimentos engañosos

A continuación, se presentan diez ejemplos de diversos alimentos:

  1. Granola comercial:
  • Por qué parece saludable: Contiene avena, frutos secos y semillas.
  • Por qué puede no serlo: Algunas versiones tienen azúcares añadidos, aceites refinados y calorías vacías.
  1. Yogures de sabores:
  • Por qué parece saludable: Contienen probióticos, proteína y calcio.
  • Por qué puede no serlo: Altos niveles de azúcar añadido o edulcorantes artificiales, y a veces pocos cultivos vivos reales.
  1. Leches vegetales endulzadas: 
  • Por qué parece saludable: Son una alternativa sin lactosa y vegana.
  • Por qué puede no serlo: Los aceites de semillas refinados pueden tener un alto contenido de ácidos grasos omega-6, lo que puede contribuir a la inflamación y con poco contenido real del ingrediente base (como solo 2% de almendra).
  1. Barritas energéticas o de proteínas:
  • Por qué parecen saludables: Altas en proteína.
  • Por qué puede no serlo: Muchas contienen jarabe de maíz, azúcar, aceites hidrogenados y aditivos artificiales.
  1. Jugos «naturales» envasados:
  • Por qué parece saludable: Contienen fruta.
  • Por qué puede no serlo: Aunque algunos sean 100% jugo, carecen de fibra y tienen alta fructosa, lo que puede afectar los niveles de glucosa si se consumen en exceso.
  1. Ensaladas con aderezos comerciales
  • Por qué parece saludable: Son vegetales.
  • Por qué puede no serlo: El tipo de aderezo puede contener cantidades variables de aceite o azúcar.
  1. Productos “sin gluten”
  • Por qué parecen saludables: El gluten tiene mala fama y muchos creen que eliminarlo es sinónimo de saludable.
  • Por qué puede no serlo: Muchos productos sin gluten son ultra procesados, con harinas refinadas, más azúcar y menos fibra que sus equivalentes con gluten.
  1. Fruta deshidratada:
  • Por qué parecen saludables: Es fruta fácil de transportar.
  • Por qué puede no serlo: Muchas marcas agregan azúcar, aceites o conservantes, y al ser compactas, se consume más cantidad que la fruta fresca.
  1. Productos “veganos”:
  • Por qué parece saludable: Hechos sin ingredientes animales.
  • Por qué puede no serlo: Muchos son ultra procesados, llenos de aceites refinados, almidones, aditivos y saborizantes.
  1. Cereales para el desayuno: 
  • Por qué parecen saludables: Tienen etiquetas como «con fibra», «grano entero», o «bajo en grasa».
  • Por qué puede no serlo: Muchos están cargados de azúcar, sodio y apenas tienen fibra real. El grano entero es mínimo comparado con el resto de los ingredientes.