Mientras Palestina continúa desangrándose, el relato israelí en cuanto al manejo de la información de su campaña genocida en Gaza ha sufrido un fuerte revés en las últimas semanas. Lo que ha parecido tan obvio-la masacre de civiles y una campaña de expulsión forzosa de los palestinos- un genocidio- ha perdido prácticamente cualquier argumento que defienda aquella supuesta “campaña militar” ejecutada por el estado de Israel que supone que en términos generales acabar con Hamás y liberar a todos los rehenes israelíes.

El relato israelí y la hipocresía de occidente se han agotado ante sus propios hechos. Se ha llegado a un punto en que es prácticamente imposible de negar lo evidente ante nuestros ojos: a los palestinos lo están exterminando. Y una Palestina sin palestinos significaría que no habría un Estado Palestino en un futuro, lo que a su vez significa que el proyecto sionista del “gran Israel” tendría vía libre para consagrar su visión de una tierra integrada solamente por el pueblo judío y la anexión de Gaza. La hipocresía de occidente daba vía libre a lo primero: la continuación del genocidio en Gaza, pero ante lo segundo: la negación pública de un futuro estado palestino, se supone que era una línea roja que occidente públicamente ha rechazado.

En la última semana hemos visto como gobiernos de derecha europeos, incluyendo el alemán, no solo han condenado las atrocidades cometidas por las fuerzas de ocupación en Gaza, sino que incluso han llegado a afirmar que se han pasado todas las líneas rojas. Reino Unido incluso ha llegado a expresar su intención de revisar su acuerdo comercial con Israel. La derecha española ha mencionado por vez primera su preocupación ante la “injustificable campaña militar” ocurrida en Gaza.

Tenemos una obligación moral de ejecutar cuanto antes un embargo de armas total a Israel, congelar todo tipo de acuerdo comercial con el estado genocida e incluso romper relaciones diplomáticas con Israel. La presión de occidente no es solo un deber moral que llega muy tarde para los miles de palestinos que han sido borrados del mapa. Occidente debe asimilar su responsabilidad ante una masacre que ha cargado, según los medios locales a cerca de 60,000 vidas humanas, cientos de miles de heridos y desaparecidos.

*Dedicado a la memoria de mi tía Menchu. ¡Descansa en paz!

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