Especie se encuentra en peligro de extinción en el país debido a la destrucción de humedales, la tala de árboles en sitios de anidación y otras amenazas ambientales.
La Universidad Estatal a Distancia (UNED) informó que su proyecto “Ecología y conservación del jabirú en Costa Rica”, trabaja desde hace más de 30 años en el monitoreo sistemático de la especie y en la educación ambiental para proteger el jabirú (Jabiru mycteria), una de las aves más emblemáticas de los humedales costarricenses, que enfrenta una constante amenaza debido a la destrucción de humedales, la tala de árboles en sitios de anidación, incendios, turismo irresponsable y depredación de huevos por gavilanes.
El proyecto es liderado por el investigador y profesor de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Johnny Villarreal Orias, que ha permitido generar datos anuales sobre la población de esta especie desde 1995, que mediante actividades como la Expedición Jabirú, una iniciativa que, cada febrero, permite revisar todos los nidos registrados en el país.
Además, como parte del proyecto se realizan conteos anuales simultáneos en marzo y abril, en los que voluntarios distribuidos en diferentes humedales observan y registran la presencia de la especie, estos estudios han seguido una metodología estandarizada desde 1995, utilizando equipo óptico como binoculares y telescopios.
Sobre este proyecto Villareal explicó:
Es un trabajo de largo plazo que ha permitido comprender mejor la dinámica de la población del jabirú en Costa Rica. Si bien no se han identificado cambios en su distribución, la presión sobre su hábitat sigue siendo un problema grave”.
El experto señaló que uno de los hallazgos más relevantes del proyecto es que más del 75% de los nidos del jabirú en Costa Rica se encuentran en fincas privadas, fuera de áreas protegidas, “esto se ha convertido a los propietarios de estas tierras en aliados fundamentales para la conservación de la especie”, dijo.
Para generar conciencia sobre la importancia del jabirú, el equipo de la UNED trabaja con comunidades cercanas a los humedales, desarrollando procesos de educación ambiental en escuelas y organizando conversatorios con pobladores locales. Villareal añadió:
El conocimiento es el primer paso para la conservación. Hemos visto que cuando las personas entienden la situación del jabirú, su actitud cambia y se convierten en protectores del hábitat”.
Amenazas persistentes
A pesar de los esfuerzos de conservación, el jabirú sigue enfrentando múltiples desafíos, entre las amenazas más críticas se encuentran:
- Pérdida de hábitat: la tala y quema de árboles en humedales afecta directamente la disponibilidad de sitios de anidación.
- Turismo irresponsable: la presencia descontrolada de visitantes en áreas de reproducción puede generar estrés en las aves y reducir su éxito reproductivo.
- Cambio climático: fuertes vientos en la época de anidación ponen en riesgo los nidos y la supervivencia de los polluelos.
- Depredación de huevos: Gavilanes y otras aves rapaces representan una amenaza constante para la reproducción de la especie.
Un llamado a la acción
Villarreal, explicó que el jabirú es un indicador de la salud de los humedales, y añadió:
Ante este panorama, la UNED hace un llamado a la ciudadanía, autoridades y empresas privadas para que se sumen a los esfuerzos de conservación. Protegerlo significa también preservar ecosistemas clave para muchas otras especies y para el equilibrio ambiental”.
Finalmente, el académico de la UNED señaló que el compromiso con la conservación del jabirú no solo es una responsabilidad científica, sino también comunitaria. “Queremos reafirmar nuestra labor en la generación de conocimiento y sensibilización, con el objetivo de garantizar la supervivencia de esta majestuosa ave en Costa Rica”, concluyó.