DeCine cumple un año de publicaciones ininterrumpidas. No cometan delitos electorales y gracias por leerme.

La democracia en los sistemas capitalistas tiene, entre sus muchas imperfecciones, el hecho de que los partidos políticos en campaña se alimentan de donaciones privadas. Cuando el partido llega al poder, inevitablemente se encuentra más o menos comprometido con sus financistas, de modo que con frecuencia sus leyes y decretos favorecen a esos grupos económicos. Esto sucede en Costa Rica, Panamá, EE. UU., Guatemala, etc., etc., etc. Sucede con los partidos actuales, con los pasados y los futuros. Esto no es un delito, este sistema lo establece la ley.

¿Yo no iba a hablar de cine?

Noam Chomsky, Requiem for the American Dream (completo en YouTube).

Si quieren ampliar el tema de cómo las donaciones privadas podrían (escribo esto en condicional porque no va a faltar quien diga que tal persona es un santo de donante y que lo hizo por amor a la patria, y que yo no sé lo que digo, y que además soy narizón) deteriorar la democracia, les recomiendo mucho el siguiente documental.

Además, el documental analiza la desigualdad en Estados Unidos y cómo el poder económico se concentra en una élite, debilitando la democracia. A través de diez principios clave, Chomsky explica cómo las corporaciones y los más ricos han manipulado el sistema político y económico para su beneficio.

Ahora, la sed de poder es jodida y podría hacer que las personas, durante las campañas electorales, muevan su varita de la moral y la vuelvan más flexible de la cuenta. Para esas personas, la recomendación es la siguiente joyita.

Election (En Apple TV por menos de lo que cuesta un plato de chifrijo)

Esta peli es una sátira política-comedia negra. Nos cuenta la historia de Tracy Flick (Reese Witherspoon), una estudiante colegial con unas ansias de poder aterradoras que se postula para la presidencia del consejo estudiantil de su cole. Su profesor, Jim McAllister (Matthew Broderick), la odia en silencio y, por eso, intenta sabotear su candidatura impulsando a otro estudiante (algo así supongo que nunca se ha visto en la política nacional). A partir de ahí, todo va de mal en peor. La peli la vi ya hace rato y recuerdo haberla amado, de hecho, terminando esta columna la volveré a visitar.

Esto de que el poder económico es en realidad el poder político era algo bien sabido, pero no era tan escandalosamente público y notorio. Ahora, gracias a Elon Musk y a Trump, la cosa está más que clara y la podemos ver en 4k: el poder económico es el poder político. Sobre esto, hay otra comedia que les invito a disfrutar.

The Campaign (Max)

Esta comedia nos cuenta el pleito de dos políticos por un escaño del Congreso gringo. Cuando el colmilludo congresista Cam Brady (Will Ferrell, lo amo) comete un escándalo público, unos poderosos empresarios deciden apoyar a un tonto útil, Marty Huggins (Zach Galifianakis, también lo amo), para que lo derrote. Empieza como una lucha desigual y se va convirtiendo en un circo, con chanchadas, golpes bajos, absurdos y estrategias ridículamente sucias. La peli parodia las campañas políticas, muestra la manipulación, la corrupción y la influencia del dinero en la política. Reír para no llorar. No es una joya inmortal del cine, pero es muy divertida y puede servir para reflexionar. Más que suficiente para recomendarla.

Eso fue todo por esta semana. Muchas gracias por leerme, que pase lo que tenga que pasar y hasta el próximo capítulo.