El pasado martes 21 de enero, la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Legislativa dictaminó favorablemente el proyecto de ley de jornadas excepcionales 4x3, conocido como jornadas de 12 horas, y lo envió al plenario para continuar su curso. Casi inmediatamente después, Casa Presidencial anunció que el gobierno le dará vía rápida al proyecto para tramitar, finalmente, esta iniciativa.
Desde hace varios años, el gobierno de Rodrigo Chaves ha buscado de forma casi incansable la aprobación de las jornadas 4x3, que consisten en trabajar 12 horas diarias durante cuatro días, con tres días de descanso. El proyecto incluye el aumento en la remuneración para este tipo de jornada y algunos criterios de aplicabilidad por sectores. Sin embargo, ¿es esto suficiente para garantizar la salud mental de los trabajadores?
Trabajo y salud mental
Existe amplia evidencia que demuestra la relación entre las largas jornadas de trabajo y los efectos negativos en la salud mental de los trabajadores. El Colegio de Profesionales en Psicología ha alertado sobre esto, citando estudios de la Organización Mundial del Trabajo en los que se reporta que “los efectos de las jornadas laborales largas o atípicas no se limitan a los trabajadores, sino que sus efectos afectan a sus familias y a la sociedad en general”.
Las largas jornadas laborales pueden afectar la calidad del sueño, producir un aumento en los síntomas de ansiedad y en los niveles de estrés, así como la consecuente disminución del estado de bienestar. Según un artículo publicado por National Geographic, el estrés asociado a las largas jornadas laborales puede tener impactos directos en la salud, ya que esas jornadas mantienen al cuerpo en un estado constante de alarma.
El estrés aumenta además los niveles de cortisol, que afecta los niveles de azúcar en la sangre y altera el sistema inmune. El estrés crónico puede provocar hipertensión, migrañas, ansiedad, depresión, problemas digestivos, cardiopatías, infartos, derrames cerebrales o trastornos del sueño. Estos efectos suelen presentarse a largo plazo.
Por otra parte, algunos estudios señalan que una reducción de las jornadas laborales ofrece efectos positivos en la salud, como la reducción de los niveles de estrés y el aumento en la calidad de sueño y el estado general de bienestar.
Consideraciones sobre el proyecto de ley
El proyecto de ley no aumenta la jornada semanal de trabajo, ya que esa jornada se mantiene en 48 horas semanales. Esto ha sido utilizado como justificación del proyecto; sin embargo, parece una justificación simplista, pues la verdadera preocupación está en la cantidad de horas diarias de trabajo. ¿Acaso es lo mismo correr 5 kilómetros por día durante una semana, que correr 35 kilómetros en un solo día? La cantidad de kilómetros recorridos durante la semana sería la misma, pero su distribución diaria supone efectos distintos en el organismo.
Otra preocupación que surge a partir de este proyecto es que se delega a las empresas, y más específicamente a sus departamentos de salud ocupacional, la adopción de medidas de control que garanticen la salud y seguridad de los trabajadores, incluyendo el riesgo psicosocial.
Preocupa sobremanera la redacción del proyecto de ley, que establece que “las personas empleadoras, a través de las oficinas de salud ocupacional o el departamento encargado, deberán emplear medidas contra la fatiga para minimizar el impacto de los turnos prolongados”. Es decir, el propio proyecto de ley afirma que existirá un impacto negativo que será provocado por la fatiga asociada a las jornadas laborales prolongadas.
Contradicciones
El jueves 19 de diciembre del 2024 el Ministerio de Salud anunciaba, con bombos y platillos, el lanzamiento de la nueva Política Nacional de Salud Mental 2024 - 2034. Esta política es una iniciativa que busca abordar los principales desafíos del país en salud mental, mediante estrategias innovadoras y colaborativas.
Curiosamente, en un inciso titulado Otras afecciones de salud mental, la política es clara y destaca, entre las principales afecciones a la salud mental, el estrés crónico y el desgaste laboral por el trabajo. De forma contradictoria, solo un mes después de esa publicación el gobierno vuelve a impulsar enérgicamente un proyecto de ley en el que se favorecería el desgaste laboral por el trabajo.
¿Será que, de aprobarse la Ley de Jornadas Excepcionales, se utilizarán los mismos bombos y platillos que se utilizaron para la publicación de la Política Nacional de Salud Mental 2024 – 2034?
El Ministerio de la Presidencia ha manifestado que la aprobación de esta ley permitirá a Costa Rica mantenerse competitiva en sectores clave como las zonas francas, la industria de dispositivos médicos y servicios corporativos.
Como país estamos perdiendo competitividad por razones como el aumento de costos operativos, los elevados costos energéticos y la devaluación del dólar. Lo que deberíamos cuestionarnos es si queremos recuperar esa competitividad sacrificando la salud mental de nuestros trabajadores.
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