El genocidio en Gaza no se detiene. El gobierno de Israel sigue empeñado en continuar con su atroz campaña militar que ya ha asesinado a más de 43 mil personas. El Estado sionista ha desarrollado una campaña de exterminio, que no solamente se ha encargado de utilizar medios militares para destruir a la Franja de Gaza, si no que también ha utilizado el hambre como arma de guerra.
Un nuevo informe de Oxfam Intermón publicado con motivo del Día Mundial de la Alimentación señala que entre 7.000 y 21.000 personas mueren cada día de hambre en países afectados por conflictos.
El informe en términos generales señala que la causa del hambre no es solamente el conflicto, sino que las partes beligerantes utilizan o han utilizado los alimentos como arma. Oxfam señala que “cerca de medio millón de personas en Gaza, donde actualmente no llega el 83% de la ayuda alimentaria necesaria, se están muriendo de hambre debido a los efectos mortales de la guerra en los alimentos”.
Human Rights Watch ha evidenciado desde el inicio de la invasión israelí a Gaza que el gobierno israelí ha utilizado la hambruna de civiles como método de guerra a través de diferentes formas: bloqueo del suministro de agua, alimentos y combustible. Al mismo tiempo obstaculizan, desde el día 1 de la invasión, la asistencia humanitaria y han arrasado zonas agrícolas privando a la población de los bienes esenciales para la supervivencia.
La evidencia no solo se remite a los hechos visibles en la Franja. Recordemos que en días posteriores al ataque del 7 de octubre, miembros destacados del gobierno israelí, entre ellos el ministro de Defensa Yoav Gallant, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir y el ministro de Energía Israel Katz, hicieron declaraciones públicas en las que expresaron su intención de utilizar el hambre como arma de guerra. Incluso, Gallant llegó a afirmar que había que tratar a los pobladores de Gaza como si fuesen animales.
Tanto la evidencia como las intenciones políticas de destacados miembros del ejecutivo israelí demuestran que Israel utiliza la hambruna como método de guerra. El derecho internacional humanitario prohíbe la hambruna de civiles como método de guerra. Recordemos que el Tribunal Penal Internacional atribuye a Netanyahu y Gallant crímenes que podrían considerarse indispensables para ejecutar un genocidio: “hacer morir de hambre a civiles”, causar intencionalmente gran sufrimiento o daños graves al cuerpo o la salud de la población, o tratos crueles”, “homicidio intencional o asesinato”, “dirigir intencionadamente ataques contra la población civil”, “exterminio y/o asesinato”, “persecución como crimen de lesa humanidad” y “otros actos inhumanos”. Además de estas acusaciones, el tribunal considera que “Israel ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana”.
Israel lleva más de 17 años sometiendo a la Franja de Gaza a un bloqueo ilegal, donde prácticamente todos los bienes indispensables para subsistir, incluyendo electricidad, medicamentos y alimentos dependen de la voluntad de Israel. Cabe destacar que antes del conflicto actual se estimaba que alrededor de 1.2 millones de los 2.2 millones que habitan la Franja, vivían en una alta situación de inseguridad alimentaria, donde más del 80% de la población dependía de la ayuda humanitaria.
Mientras tanto el genocidio en la Franja de Gaza continúa. Habrá elecciones en Estados Unidos en unos días. Los dos candidatos han manifestado en muchas oportunidades su apoyo a Israel y ese ridículo slogan del “derecho a defenderse” que tantas muertes sigue causando. El gobierno estadounidense es corresponsable de todo lo que ha sucedido en este conflicto, pero también es la única parte que podría detener el genocidio palestino.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.