Hace exactamente cien años, en 1924, Joseph Goebbles se unió al partido nazi alemán y comenzó a implementar una propaganda efectiva y sofisticada con el propósito de conducir a Adolf Hitler al poder. Goebbles utilizó todos los medios de comunicación que estaban a su alcance, incluyendo cine y radio, afiches y periódicos, para alcanzar a un amplio espectro de personas que temían por su futuro y por su seguridad. Este mago de los medios presentó a Hitler como el líder estable y seguro que era capaz hacer a Alemania grande otra vez. Bueno, algo así, pero en alemán.

Si Goebbles hubiera nacido 100 años después se habría vuelto loco con las posibilidades que tenemos hoy para provocar y agitar al pueblo: redes sociales, transmisiones en vivo, troles, conferencias de prensa, algoritmos e, incluso, tráfico de datos personales. Hoy Goebbles habría aprovechado las multitudes consumistas y la supuesta necesidad de bienes y entretenimiento para conseguir, en unos cuantos meses, lo que le tomó años.

Ha transcurrido un siglo desde que Goebbles llegó al partido nazi y algunos políticos han entendido la fórmula: “agite y entretenga al pueblo”. Ahora no es necesario contar con pesadas cámaras, estrellas de cine o exorbitantes sumas de dinero para garantizar la fidelidad del pueblo. Lo tienen muy claro algunos magnates, publicistas y economistas metidos en la política como Donald Trump, Nayib Bukele o Rodrigo Chaves. Repasemos algunas de sus lecciones.

Donald Trump: ¿cómo tomar un Capitolio en menos de dos horas? 

El 6 de enero de 2021, a las 12:10, Donald Trump aún no había aceptado su derrota frente a Joe Biden y lanzó el siguiente discurso: “Vamos a caminar por la avenida Pensilvania... y vamos a ir al Capitolio y vamos a ir e intentar darles... a nuestros republicanos, los débiles... el tipo de orgullo y de audacia que necesitan para recuperar nuestro país". Conforme habla, las multitudes se desplazan hacia al edificio del Congreso, a pocos kilómetros de distancia”.

A las 14:00, la turba irrumpió en el edificio, se rompieron puertas y ventanas, y los amotinadores se tomaron fotos en el despacho de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. A las 14:20 se suspendió la sesión. A las 15:00 sonaron disparos mientras se desplegó la guardia nacional. A las 16:20 Donald Trump le dijo a sus seguidores que se fueran a casa, a pesar de que habían sido unas elecciones fraudulentas. A las 18:00, se declaró un toque de queda y la situación volvió a la calma.

 

Nayib Bukele: ¿cómo desacreditar al poder legislativo tomando una Asamblea Legislativa vacía?

El domingo 9 de febrero de 2020, la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada de El Salvador tomaron las instalaciones de la Asamblea Legislativa ya que Bukele había convocado a los diputados a una sesión plenaria para aprobar un préstamo por 109 millones de dólares con el propósito de financiar su plan contra las pandillas. Con la presencia de solo 20 de los 84 diputados, el mandatario se dirigió a la tribuna y pronunció una oración antes de exclamar, ante los miles de personas que le esperaban fuera del parlamento:

 “Si estos sinvergüenzas no aprueban esta semana el Plan Control Territorial, nos volvemos a convocar aquí el domingo, le volvemos a pedir sabiduría a Dios y le decimos, ‘Dios tú me pediste paciencia, pero estos sinvergüenzas no quieren trabajar para el pueblo’”. A partir de ahí, según narra de manera detallada el podcast Bukele: el señor de los sueños, Bukele quebró el orden constitucional e irrespetó la independencia de las instituciones.

Rodrigo Chaves: ¿cómo utilizar una conferencia de prensa para criticar a la Fiscalía e incitar a la población a una potencial movilización?

El miércoles 25 de setiembre de 2024, en conferencia de prensa semanal y en relación con el caso Barrenador, el presidente Rodrigo Chaves indicó que no iba a permitir la imposición del “autoritarismo del fiscal, la matonería con que actuaron, porque hoy es Marta Esquivel, pero mañana podría ser cualquiera de ustedes, cualquier ciudadano decente de este país”.

Ante estas palabras, se manifestaron con vehemencia la Universidad de Costa Rica y el diputado Eliécer Feinzaig, quien indicó que las declaraciones de Chaves eran un llamado a la sedición; es decir, a un alzamiento colectivo y violento contra la autoridad y el orden público. Sobra decir que cuando Chaves se refiere a la Fiscalía con calificativos como “autoritarismo” y “matonería” carga sobre el adversario sus propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque.

Nuestros tres agitadores profesionales tienen una fórmula, una receta compartida, que podemos resumir así: “Incite al desorden, utilice siempre las redes sociales, parezca cool, sea un buen macho y conecte con su gente. Muéstrese como el más fuerte, el fiel devoto y no como el debilucho de la oposición. Si estas operaciones no funcionan en un primer intento, repita una y otra vez”. 

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