Nos ha tocado vivir en un momento histórico en que el diálogo ha pasado a un segundo plano. Imperan la prepotencia, la soberbia y la intolerancia. Es por esta razón que, en Futuris Consulting, y con el auspicio de la Academia Nacional de Ciencias (ANC), nos dimos a la tarea de organizar un evento alrededor del tema complejo de la minería en Crucitas, en el norte del país.

El evento, titulado “Mesas de diálogo: el futuro de Crucitas”, tuvo lugar el pasado 21 de setiembre de 2024, en las instalaciones de la ANC, con la participación de panelistas expertos en ciencias naturales y sociales, tanto costarricenses como extranjeros. La conversación, que se extendió durante más de cinco horas, fue moderada con destreza por el comunicador Jurgen Ureña, quien condujo tres mesas de diálogo sobre temas clave para Crucitas, desde las perspectivas ambiental, social y legal.

A partir del evento se generaron múltiples materiales descargables que podrían ser utilizados por tomadores de decisión, diputadas y diputados, autoridades competentes, actores sociales involucrados y sociedad civil. Los videos representan un registro, sin edición, de los diálogos que tuvieron lugar en cada mesa. El punto de partida planteado era conversar, por igual y desde los datos, sobre tres posibles escenarios futuros para Crucitas: continuar como estamos, es decir, con la prohibición de la minería; optar por la minería industrial; o preferir la minería artesanal.

Aprendizajes sobre el proceso

Esta ha sido una experiencia en la que expertos se sientan a dialogar sobre un tema muy polarizado, intentando asumir una posición objetiva, evadiendo posiciones extremas. Es una realidad que en Costa Rica hemos preferido voltearle la cara al tema minero, como también ha ocurrido con el gas y el petróleo, en lugar de sentarnos a conversar.

Los criterios de selección de los panelistas fueron acertados: excelencia académica, experiencia en minería en ambientes tropicales, escucha activa y respeto hacia los demás. Fue clave contar con un punto de vista de personas que viven fuera de Costa Rica y que ayudaran a dimensionar o contrastar nuestra situación con la de otros países. Además, contar con un espacio como el de la ANC, que privilegia el conocimiento sobre las opiniones, fue clave para que las personas conversaran cómodamente.

La reacción inicial de los diputados y asesores que participaron en el evento fue muy positiva, ya que manifestaron que este es un contenido idóneo para analizar propuestas de abordaje en relación con la problemática de Crucitas.

Algunas ideas destacables

Entre los señalamientos planteados en las mesas de diálogo, destaco aquellos que me parece importante atender en el corto plazo. Es fundamental que el Estado comience a actuar, ya que podría verse sumido en una demanda internacional debido a su inacción y apatía ante el daño ambiental y social que existe en Crucitas. Además, las medidas que se tomen no deberían ser solo las que dejen una mayor cantidad de dólares, sino las que resuelvan el problema a largo plazo.

La mayoría de los participantes concuerda en que, en un futuro cercano, se deberá autorizar algún tipo de minería, ya sea industrial o una mezcla entre minería industrial y artesanal. En cualquiera de estos dos escenarios habría que hacer modificaciones profundas a nuestra legislación y darle más solidez y preparación técnica a las instituciones que estarán a cargo de fiscalizar estas actividades. Además, será necesario valorar el yacimiento, caracterizar y remediar la contaminación y mantener un contacto cercano y genuino con las comunidades.

Son muchas las consideraciones a tomar en cuenta en el desarrollo de un plan de abordaje. Las mesas de diálogo fueron un primer paso para dimensionar esta pluralidad. El gobierno deberá asumir su responsabilidad ante esta situación y conformar un grupo de expertos que asesore y establezca un plan de acción. Los diputados no pueden actuar de manera aislada. Son necesarios un engranaje, un compromiso y una visión.  De lo contrario el futuro será triste, no solamente para Crucitas sino también para nuestro país.

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