Y Atenea, con su suave túnica, desprovista de armas, volvió al cielo, donde emprendió una festejosa’ danza en honor de Ares, cuya melodía hilaba a Nike (la victoria) –

Dionísiacas, Nono de Panópolis

El show de apertura de las Olimpíadas de París 2024, dio mucho que hablar: desde un show de cabaret francés clásico presentado por Lady Gaga, hasta la toma de la reina María Antonieta sosteniendo su cabeza en las manos, gritando “ah, ça ira” (“todo estará bien”). Pero, hubo un segmento del show llamado “Festivité” (festividad) que provocó que, el diputado del partido Nueva República presentara una moción para que la Asamblea Legislativa condenará  este show por “expresiones de intolerancia e irrespeto absoluto a los principios y doctrinas cristianas”. Sin embargo, ¿por qué?

Este segmentoconsistió en un show artístico que combinó expresiones artísticas europeas con la mitología griega. La “Festividad” se llevó a cabo bajo un concepto de desfile de moda, algunas drag queens tuvieron lugar en la pasarela. Pero no solamente modelaron, sino que también bailaron al son del subgénero de música electrónica eurodance  que, consiste en un movimiento musical que tuvo su auge a finales del siglo XIX y principios del siglo XIX en Europa donde predominan sintetizadores, bajos muy profundos y tempos entre los 90 y 160. De este surgió un movimiento subcultural llamado rave, nacido en Londres en las mismas fechas mencionadas y que se extendió por todas las capitales cosmopolitas de Europa, incluida París; este se caracteriza por hacer grandes fiestas nocturnas donde la música es el mismo eurodance. Estas fiestas también se caracterizan (porque aún siguen vigente) por ser un espacio oscuro, donde el consumo de alcohol y drogas alucinógenas predomina, donde las personas pueden expresar libremente su sexualidad, su identidad de género e incluso moda.

Explicado esto, ¿qué tiene que ver con las Olimpíadas? Pues en realidad nada, pero al ser un show artístico claramente se usó para mostrar al mundo la cultura la europea. Pero esto no se queda aquí, sino que al final, todas las personas que modelaron se pusieron en diferentes poses corporales al lado de la DJ Barbara Butch, quien amenizó, donde la pasarela pasó a ser una mesa en la que estaba un plato de banquete gigante que, cuando se levantó la tapa, apareció el dios mitológico griego, Dionisio dios del vino, las fiestas y el teatro.

¿Pero por qué tanta indignación? Muchas personas que vieron la presentación llegaron a la conclusión errónea de que esta presentación que, después se volvió imagen, era una “parodia” al fresco de Leonardo da Vinci, La Última Cena, la cual ilustra el relato bíblico de la cena que tuvo Jesús con sus apóstoles antes de ser capturado por los soldados romanos. Precisamente, este hecho fue el detonante para que en internet la gente hiciera comentarios afirmando que se trataba de una burla a su fe cristiana y a la imagen de Jesucristo.

Este fenómeno que, provoca que los grupos cristianos occidentales consideren cualquier representación de otra cosmovisión diferente a la cristiana que se llama «alineación cultural», la cual plantea que, cuando un grupo social mayoritario se coordina para tener valores y creencias comunes, se invisibilizan los que minoritarios o los que no se conocen. En palabras simples, el detonador que llevó a que se presentara esa moción en la ignorancia de la existencia de otras creencias diferentes al cristianismo, esto en el caso puntual de la moción presentada por el señor Fabricio Alvarado en el congreso costarricense. Este fenómeno social lleva a que, cuando se hable de espiritualidad, las personas que tienen una sola noción de que es esto, crean que se trata de su religión, en este caso: el cristianismo.

Ante este acontecimiento que causó efervescencia social, salieron a la luz piezas de arte como El banquete de los dioses de Giovanni Bellini y Tiziano, creada en el renacimiento, más o menos en el año 1514 y que se encuentra en la Galería Nacional de Arte, Washington D. C. También hay otra pieza llamada El festín de los dioses, de esta misma época, creada por Jan van Bijlert y que se encuentra en El Museo Magnin en Francia. Según declaraciones de Thomas Jolly, director creativo de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, nunca pretendió hacer referencia a La Última Cena, sino que la aparición de Dionisio en el show es una vinculación con el Olimpismo y que además, este dios es el padre de la diosa Sequana, diosa del Río Sena, el cual sirvió de escenario para la ceremonia de apertura.

Además de estas pinturas del renacimiento, en la actualidad hay piezas arqueológicas como las sítulas, las cuales fungieron como ajuar funerario en la Antigua Grecia, en la cual se pueden observar representaciones gráficas de los dioses pintadas sobre vasijas de cerámica. Entre ellas se encuentra la famosa Sítula con el banquete de los dioses, del Grupo de sítula de Berlín, la cual data del siglo IV a.C. (siglos antes del fresco de Da Vince) y se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Nacional de España.

A modo de conclusión haré la siguiente reflexión, no es secreto para nadie que en América Latina existe una predominante mayoría de la población dentro de la fe cristiana, sin embargo, esto no exime que como población debemos de educarnos y aceptar otro tipo de representaciones religiosas e incluso las diferentes creencias diversas.

El “cristianocentrismo” de la región ha llevado a que se cometan errores donde se violenta la libertad de expresión, entre ellas este intento de censurar una expresión artística porque la comunidad cristiana lo malinterpretó como una falta de respeto a sus creencias. La libertad de credo también es un derecho que se debe respetar. Miremos más allá, cuestionémoslo todo, incluso las afirmaciones que se hagan en torno a nuestra fe, para llegar a la verdad y no caer en fundamentalismos políticos y en la discriminación.

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