Como científico e investigador con más de 20 años de laborar en el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) me veo en la obligación de aclarar varios aspectos señalados y atribuidos a mi persona en el artículo de opinión publicado en este medio de comunicación el pasado 30 de julio de 2024 suscrito por la diputada Kattia Cambronero Aguiluz del Partido Liberal Progresista (PLP) bajo el título “Sí existen bases científicas y técnicas para regular el uso de plaguicidas en Costa Rica”, en donde se cuestiona mi ética profesional y me vincula erróneamente con las declaraciones de otro experto, lo cual estimo podría prestarse a malinterpretaciones por parte de los lectores, afectando mi imagen y profesionalismo.

Con el debido respeto que se merece la señora diputada:

El derecho a la libertad de expresión está consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y según el artículo 28 de nuestra Constitución política se garantiza a los ciudadanos el derecho a expresar libremente sus pensamientos y opiniones sin temor a represalias, siempre y cuando no alteren el orden público. Como experto, tengo la libertad de manifestar mi opinión, tanto técnica como científica en áreas donde mi experiencia y conocimientos me lo permitan.

El martes 16 de julio tuve la oportunidad de participar como experto en un foro dirigido a periodistas, en el cual hablé acerca de los fundamentos científicos y técnicos detrás de la regulación de agroquímicos en Costa Rica. En mi intervención me referí principalmente, al Reglamento para la Calidad de Agua Potable vigente en el país, el cual a mi parecer y la de otros expertos, debe revisarse y actualizarse, ya que no se adapta a las condiciones propias del país. 

Es importante aclarar que como profesional he sido parte de los grandes aportes que el CICA ha entregado a Costa Rica con investigación básica y aplicada en la búsqueda de soluciones científico-técnicas, para apoyar y dotar al país de opciones en análisis de contaminantes ambientales y en alimentos, no solamente por medio de métodos de ensayo mayormente conocidos y ofrecidos a nivel nacional e internacional, sino en el desarrollo de métodos que van desde cero y que a menudo son necesarios con urgencia para identificar una contaminación que comprometa la salud humana o el ambiente. Además, he trabajado con varias instituciones gubernamentales, ministerios, ONGs, sector productivo y agrícola, sector salud y ambiente, academia, organizaciones internacionales, ASADAS, empresa privada, población civil, en dotar al país de opciones (que no las hay y debemos desarrollar en tiempos cortos) para analizar la contaminación.

En la opinión compartida por la diputada, se permite asegurar que a través de mi participación en el foro en donde expresé mi opinión como experto, hago un flaco favor a la investidura del CICA y de la UCR institución donde trabajo, hace más de 20 años.

En este foro mencioné mis puntos de vista como científico, no tengo relación con las declaraciones que se mencionan en el artículo y que de manera indirecta se me atribuyen.

La cita con la cual se me relaciona fue mencionada por otro experto en la materia: “Hoy en día no tenemos ni un solo caso ni en el tribunal ambiental ni en la fiscalía ambiental de condenatoria por contaminación de agua por uso de plaguicidas”.

Al igual que lo he hecho con otros profesionales, le propongo sentamos juntos a buscar soluciones para el país, en lugar de estar en un fuego cruzado de lo que opina o defiende uno y otro. Desde hace mucho venimos (academia, Colegio de Químicos, sector productivo, ASADAS, población civil, incluso varios entes gubernamentales) recomendando la creación de una comisión interinstitucional (que sí existe en otros campos como el de aguas superficiales) en donde se aborden todos estos aspectos técnicos y normativos, en donde no siempre estaremos todos de acuerdo, pero trabajaremos en conjunto por un bien común y en llegar a acuerdos en lugar de dimes y diretes de personas y grupos con opiniones y sustentos científicos distintos. 

Para finalizar, cuando la Comisión Legislativa de Ambiente que ustedes dirigen ha solicitado la colaboración del CICA o de sus profesionales y expertos para explicar y aclarar aspectos técnicos o buscar soluciones para el país, siempre hemos respondido con compromiso, responsabilidad y calidad. En esos momentos, no somos considerados "supuestos especialistas" como se hace mención en el artículo.

Estamos, como siempre, a las órdenes para colaborar en lo que se nos necesite, no se trata de tapar el sol con un dedo ni quitar responsabilidades o afectación de productos que sí son tóxicos y peligrosos, pero que se debe buscar un equilibrio y brindar soluciones tangibles para el bien de todos los involucrados.

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