Gracias por conectarse todos a esta reunión. Como les comentamos, es para coordinar el juicio que tenemos esta semana, donde ustedes están como testigos.
Repasemos primero las cosas básicas: el juicio es por video, en Teams. No es como en la tele. Todos tenemos que estar listos media hora antes, en un lugar tranquilo, cerrado, iluminado, cédula vigente en mano, con computadora que tenga Teams instalado. No quiero ver a ninguno conectándose desde el carro porque va para algún lado. Nos avisaron con tiempo de esta fecha. Las cámaras deben estar encendidas.
El juzgado o yo les pasamos el link. Nos conectamos todos a la misma hora. Lo más seguro es que el juez les pida que se desconecten hasta que les toque hablar. O sea, necesito que saquen todo el día para esto. Entran de uno en uno y el que va terminando se puede desconectar ya definitivamente.
Puede ser que se congele la imagen, que se vaya internet, que se distorsione el audio… son cosas que pasan en estas audiencias. Ustedes respiran hondo y tratan de retomar en el punto en el que se quedaron.
El juicio empieza con la posibilidad de conciliación: Si no se concilia, empezamos con los testigos, primero los de la persona que demanda, luego los de la persona demandada.
Les van a pedir dar sus datos de nombre, cédula, mostrar el documento. Les van a preguntar si conocen a las partes, si tienen algún interés en el resultado (no), y si son amigos o enemigos de las partes (no). Y los juramentan.
Es el momento ta-tá de declarar. Se presentan otra vez, aunque ya hayan dado el nombre. Dicen en dónde trabajan, hace cuánto, a qué se dedican y qué hace la empresa. Luego cuentan lo que saben del caso. “Lo que saben” Ojo: subrayado, con rojo y marcador fosforecente: lo que les consta directamente, lo que vieron, oyeron, presenciaron. No lo que nadie les contó. No los chismes que andaban.
No quiero oír cosas como “me imagino”, “yo creo”, “asumo que”, “supongo” porque ahí dejan la puerta abierta para que el abogado de la otra parte los haga quedar como un rabito o los enrede. Les dicen cosas como “¿Usted se imagina o usted sabe que eso pasó”
Cuando les hacen preguntas ustedes ven directo a la cámara. Antes de responder, se dicen a ustedes mismos “Un, dos, tres, queso”. Porque así no se atropellan respondiendo, porque me dan chance de oponerme a la pregunta, etc.
Si no entienden la pregunta, dicen “No entiendo”. Si desconectaron el cerebro dos segundos, pueden pedir que les repitan la pregunta. Si les piden que respondan sí o no, responden sí o no, pero amplían la respuesta. Se vale decir “No me acuerdo” si no se acuerdan.
Siempre viendo a la cámara. No me hablen a mí, ni me pregunten cosas como “¿Así era?” o “¿Aquí es donde digo aquello?”; mucho menos dirigirse a la otra parte, aunque la conozcan. Me acuerdo aquella vez que un testigo se volvió y le dijo a la otra parte “¿Vos les contaste bien lo que pasó el día que te despidieron?”. No es una conversación ni una mesa de tragos. Y al juez, lo tratan con mucho respeto. Pueden decirle señor o señora juez o licenciado, licenciada. Si les llaman la atención, ¡no repliquen! Responden sí señor y se calman.
Vamos a hacer una prueba. A ver, doña Hortensia. Cuénteme que sabe usted del caso. Y si no sabe nada o le da mucho miedo, mejor me dice de una vez porque todavía podemos hacer algo. Le voy a hacer preguntas con trampa para ver si me ha puesto atención.
No, no les puedo dar copia del expediente, porque sería hacer trampa. Tampoco pueden llevar apuntes. Vamos a hacer un grupo de Whatsapp solo para coordinar, pero no para soplar nada. Yo les mando un correo recordándoles todo lo que hablamos.
Pueden practicar en estos días en el espejo, cuando van manejando, en el bus. Pueden anotar todo lo que recuerdan, lo dejan marinando y lo vuelven a leer y completar dos días después.
Lo más importante: recuerden que no tenemos nada que ocultar y que no necesitamos ir a mentir.
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