En conferencia de prensa, el señor presidente Chaves Robles, confirmó el despido del viceministro de Justicia y Paz, alegó que, el ministro de la cartera Gerald Campos le mencionó que, había percibido “comportamientos inapropiados” en el exviceministro, sin ahondar en el tema. También, señaló que, “le sorprendió que estuviese opuesto a ampliar el sistema penitenciario esperando que las reformas legislativas ocurran, pues no deben salir los presos (golondrinas) por órdenes judiciales porque no hay espacio, le hemos dado tiempo al Congreso, ¿dónde vamos a acomodar la gente?”, señaló el mandatario. Y cerró con la siguiente afirmación: “no hay presupuesto para mega cárceles”.
Obviamente, las razones del despido las conocen los actores de este episodio de la política costarricense, pero, sí deseo exponer mi honda preocupación en torno al uso de la información, y, sobre todo, cómo se intenta hacer un manejo antojadizo de todo ello, dependiendo de los intereses del momento.
Veamos cómo, este Gobierno lleva más de dos años, en un claro conflicto con los poderes de la República, pero, específicamente, con el Judicial, un día sí y otro también, en donde el discurso presidencial va direccionado a criticar la aparente “inacción” de los jueces en torno a las personas que cometen delitos. Siendo repetida esa frase de que “… la Fuerza Pública detuvo a miles de personas, pero los jueces los dejan libres”.
Evidentemente esto lleva un mensaje clarísimo para los ciudadanos, el cual es sumamente peligroso, pero por dicha no ha calado como parece pretenderse, pues, “la población de Costa Rica confía más en la Policía, en los Tribunales de Justicia y en el Poder Judicial de lo que confía en el gobierno nacional y en la Asamblea Legislativa, según detectó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en una encuesta elaborada en octubre y noviembre del 2023, en 30 países afiliados”.
Resulta pues, que, en dos años, no se han formulado proyectos para crear más cárceles, a pesar del expansionismo penal que ha emergido con esta Asamblea Legislativa, y, además, este Gobierno, por medio del ministro de Justicia y Paz, se encargó de desechar el uso del CAI TERRAZAS, debido a motivos de seguridad (materiales endebles, etc.), por consiguiente, era sumamente previsible para el Gobierno de la República conocer el estado actual del sistema penitenciario, pero, no se actuó como se debía, y por el contrario, ante el despido del señor exviceministro de Justicia y Paz, sale a relucir el tema las carpas penitenciarias.
Hace unos días, preocupado porque el enlace de estadísticas penitenciarias del ministerio de repetida cita llevaba varios meses sin actualizar, hice una gestión a las autoridades competentes, solicitando se me suministrara la información real y actualizada con relación a la cantidad de personas detenidas, aunado a la sobrepoblación penitenciaria actual.
Lo anterior también, motivado por algunas informaciones contradictorias que circulaban en los medios de comunicación nacional, situación que expuse en un artículo previo. Por ejemplo, mientras la tasa de hacinamiento en la web del ministerio -hace unos días- marcaba 7. 2%, el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América señalaba en su informe la cifra de 12%, y, además, el exviceministro Sánchez indicaba al diario La Extra el porcentaje de 16%; pero, a raíz de la polémica, sale el ministro CAMPOS, a indicar que:
Si la Asamblea Legislativa aprueba las leyes que el Gobierno presentó desde el año pasado en materia de Seguridad, más personas podrían ser enviadas a prisión en momentos en que el sistema penitenciario tiene sobrepoblación (118.7%). El jerarca considera que podría haber una “crisis carcelaria””.
Entonces ante este arroz con mango de estadísticas, me hago las siguientes preguntas:
- ¿Acaso no es el Gobierno el que ha venido criticando al sistema justicia por su “inacción” y “alcahuetería” en el manejo de los procesos penales?
- ¿No ha sido acaso el Gobierno el que ha promovido proyectos de ley para endurecer la aplicación de la prisión preventiva y los beneficios carcelarios?
- ¿Acaso no ha sido el Poder Ejecutivo quien ha criticado la posición de la Comisión de Seguridad del Congreso con respecto al análisis minucioso del proyecto de endurecimiento de la prisión preventiva?
- ¿El complejo TERRAZAS se descartó por temas de seguridad, y, acaso las carpas penitenciarias no tendrían más problemas de contención y seguridad?
- ¿Por qué ahora sí se usa el hacinamiento carcelario cómo un argumento para fomentar las carpas penitenciarias, pero antes no generaba ningún contratiempo el hacinamiento?
- ¿Por qué se inhabilitó el enlace dónde aparecían las estadísticas penitenciarias -desactualizadas eso sí-?
- ¿Por qué es necesaria una mega cárcel al estilo Bukele en Costa Rica, y no simplemente, seguir con el mismo modelo de Centros de Atención Institucional (CAI)?
Finalmente, es evidente el “manoseo” de las estadísticas penitenciarias, y la falta de transparencia en cuanto a la temática. Pues, durante los dos primeros años de la administración presidencial, no se tocaba el tema en lo absoluto, ya que, se usaba la diatriba en torno a la “alcahuetería” del Poder Judicial, por ende, parece que por estrategia no convenía hacer público el aumento paulatino en el hacinamiento carcelario, ya que ello tiraba por la borda el argumento crítico en contra del sistema de Administración de Justicia.
Pero, ahora sí, el señor ministro de Justicia habla de una “crisis carcelaria”, cuando durante los dos años anteriores no se hizo prácticamente nada, y todo esto orientado para justificar el sistema de carpas, proyecto que en apariencia se aplica en España y Estados Unidos de América.
Al respecto, en vista de las explicaciones amplias del señor exviceministro Sánchez, sólo me queda decir que, si el complejo Terrazas no reunía las condiciones de seguridad, ¿qué conclusiones podemos extraer de las carpas penitenciarias? Además, debemos preguntarnos ¿se han tomado en consideración las condiciones meteorológicas del país, con calor extremo durante el día, pero durante las noches frío intenso, y lluvias fuertes durante siete meses, patrones afectados por el cambio climático y el fenómeno de la Niña y del Niño?
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