La guerra en Ucrania se encuentra en un momento crucial. Tras los éxitos militares obtenidos en los primeros meses de la contienda, donde las fuerzas militares ucranianas resistieron en gran medida la invasión de su país por parte de Rusia, luego siguió una campaña que liberó muchos de los territorios capturados por el Kremlin. El apoyo financiero y militar por parte de los aliados occidentales estaba dando resultados inmediatos que muchos no esperaban.
Posteriormente Ucrania inició una contraofensiva para recuperar la región del Dombás que técnicamente no obtuvo ninguno de los resultados esperados. Ahora al iniciarse el tercer año de conflicto Ucrania se encuentra en un momento trascendental: el de la supervivencia.
Los cientos de miles de reservistas y personal militar profesional ucraniano desplegado por toda Ucrania empiezan a notar el cansancio mental y físico que provoca una guerra. La moral de las tropas también ha bajado y con ello Rusia ha recuperado la iniciativa en un conflicto militar que se asume que durará muchos años más.
El gobierno de Volodímir Zelenski nota el cansancio mental y la baja moral existente en la ciudadanía ucraniana. La guerra se encuentra estancada a pesar de que Ucrania ha liberado alrededor del 50% de los territorios que las tropas rusas habían invadido. Mucho de ese pesimismo se debe al fracaso de la contraofensiva ucraniana en el este del territorio. Incluso algunos sondeos realizados a la población civil ucraniana denotan que la esperanza y la confianza por tener un buen futuro no superan el 50%.
Se espera que el Kremlin inicie una nueva gran ofensiva para finales de primavera. Muchos analistas consideran que Putin, en el año en que cumple 25 años en el poder y que prontamente se impondrá sin oposición en las elecciones, buscará consolidar los territorios obtenidos en el este y sur de Ucrania.
El tercer año de guerra también inicia con un problema grave para Ucrania. Sus reservas de armamento son escasas. Se espera que en las próximas semanas la Unión Europea continue entregando cientos de miles de rondas de artillería a Kiev, una iniciativa aprobada hace un año para enviar un millón de proyectiles, pero se calcula que se solo en diciembre se habrá superado ese millón.
La ayuda económica, tanto militar como financiera, ha sido la pieza fundamental para que Ucrania continue la lucha armada. Pero los aliados empiezan a priorizar los intereses políticos domésticos sobre la ayuda económica. En Estados Unidos son cada vez más las voces que en el partido Republicano critican la ayuda militar a Ucrania. Incluso la ayuda de 56.000 millones de euros prometida por el presidente Joe Biden sigue paralizada por una Cámara de Representantes controlada por la mayoría republicana afín al discurso de Donald Trump. El expresidente ha tenido un discurso crítico contra el flujo de ayuda dado por su país a Ucrania. Incluso ha llegado a lanzar duras críticas sobre la cláusula de ayuda mutua de la OTAN al afirmar que permitiría que Rusia ataque cualquier territorio aliado que no invierta lo suficiente en defensa.
La Unión Europea continúa con su flujo de ayuda a Ucrania. Recientemente aprobó un nuevo paquete de ayuda financiera de 50.000 millones de euros para cuatro años, y en total se estima que la UE ya ha comprometido 144.000 millones de euros con Ucrania.
A pesar de que Washington ha aprobado cuatro paquetes de ayuda por un valor total de 43.000 millones, estos fondos se acabaron en noviembre. Ucrania está a la espera de que el Congreso estadounidense apruebe un nuevo paquete de financiación.
El parlamento ucraniano se encuentra también ante grandes desafíos. La fallida contraofensiva ha dejado nefastas consecuencias en las tropas ucranianas y con ello son cada vez más las voces que urgen un reemplazo urgente de las tropas. Desde el pasado diciembre se debate un proyecto de ley de movilización que permita reclutar de al menos 500.000 nuevos soldados. Esta medida ha recibido el rechazo de gran parte de la población ucraniana que incluso mantenía un gran apoyo hacia el destituido comandante en jefe de las fuerzas armadas, Valeri Zaluzhni.
Mientras tanto la guerra continúa y con ello sus nefastos efectos.
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