Por Fabiola Morales Llubere – Estudiante de la carrera de Odontología
¿Será cierto que la tecnología es la magia de la actualidad? El impacto de la tecnología en nuestras vidas es indiscutible y ha dejado huella en la historia. Especialmente en las últimas décadas, la ciencia y la tecnología han ido avanzando muy de la mano, su aplicación en el ámbito de la salud ha evolucionado de manera innovadora. Hay personas que ven la tecnología como un mal, negativo ante la vida de ciertas personas por su dependencia de ella; mientras que otras personas la ven como una nueva oportunidad de desarrollar mayores desafíos y descubrir mejores inventos y usos. Como menciona el autor Arthur C. Clarke “cualquier tecnología suficientemente avanzada es equivalente a magia”. En los últimos años, la odontología ha sido transformada debido a innovaciones tecnológicas que se han creado para diagnosticar y tratar problemas dentales de manera más rápida y menos invasiva.
La radiografía digital es una ventaja frente a las radiografías convencionales. Para empezar, el proceso es más rápido, por lo que tiene una menor exposición a la radiación y la imagen que se transmite a la computadora es casi inmediato. Facilita observar la evolución de un problema para su estudio o de un tratamiento. El TAC o la tomografía axial computarizada es también una nueva técnica de los últimos años, esta supone ahorrar numerosos exámenes diagnósticos, además de ser indolora y rápida (Sanitas, 2016). La nueva técnica de impresión digital es un escáner intraoral 3D en movimiento. Esta ofrece al odontólogo una respuesta y evaluación instantánea sobre la preparación dentaria y el manejo de los tejidos blandos menos invasiva para el paciente (Schmidt, 2012).
La tecnología ha llegado a la odontología sin darnos cuenta, al punto de que las radiografías son digitales, no como pocos años atrás. Esto le da la posibilidad al dentista de observar los problemas que puedan tener los pacientes en la boca, esto es por los ajustes en la imagen que son mucho más precisos y directos. Por otro lado, el TAC dental se usa en la implantología, más que todo, esta prueba ahorra mucho tiempo tanto del paciente como del odontólogo, pues determina la posición exacta que tendrá el implante que será colocado posteriormente en mandíbula o maxila. También se usa para diagnosticar lesiones de origen óseo como quistes o tumores. Realmente es una innovación que nos permite determinar anomalías a temprana evolución si es el caso y tratar correctamente (Saludalia, 2018).
Se puede concluir que la tecnología ha llegado al ámbito de la salud para el bienestar común del tratante y del paciente tratado. La comodidad del paciente, menos molestias y las rápidas consultas (menos duraderas) eran y son los objetivos de la innovación en la tecnología de la odontología. Esto fortalece la colaboración con el profesional y permite lograr una implantación de procesos más eficaces y directos. Además, la mejora en la calidad de vida de los pacientes, la detección temprana y prevención de enfermedades han sido de los mayores beneficios que ha traído la tecnología.