Por Gabriel Chevez Padilla - Estudiante de la Especialización de Ingeniería en Sonido
Las personas con trastorno del espectro autisma (TEA) presentan una sensibilidad resaltada al sonido. Según la red de la empresa “ConecTEA” (fundación en Madrid que ayuda a padres con niños con espectro autista), se aclara que las personas con TEA comúnmente sufren de Hipoacusia, que es una sensibilidad sensorial a los propios alrededores, dentro de estos, el sonido o el ruido (ConecTEA, 2019). Estas personas tienen una sensibilidad particular al ruido externo. Mediante estudios realizados, se concluye que se pueden dar reacciones muy negativas e intensas al sonido. Este grupo de personas no suele asistir a eventos donde haya densidad de personas. Las personas con TEA usualmente pueden tolerar sonidos bajo los 80db, a partir de esta cifra se puede volver molesto, y a partir de 120 db puede generar cambios irreversibles. La Psiquiatra Diane E. Treadwell-Deering afirma en un artículo publicado en la página oficial de Nemours Kidshealth, (sitio en línea para ayuda para padres acerca de salud) que los niñoscon autismo sí pueden llegar a demostrar reacciones intensas a muchos factores sensoriales como la luz y el ruido.
Por otro lado, hay maneras de utilizar el sonido para terapia para personas con autismo. Se le denomina musicoterapia al ejercicio que facilita el aprendizaje mediante el sonido al igual que la terapia. Varios de los beneficios que vienen con la musicoterapia incluyen fortalecer la relación entre padre e hijo, desarrollar el sentido del oído, estimular su comportamiento, entre otras.Es importante saber cómo manipular el sonido de manera en que no vaya a corromper la cotidianidad de alguna persona autista y le afecte negativa o permanentemente. El Ministerio de Educación de Chile publicó un documento en diciembre del 2008 titulado Necesidades educativas especiales asociadas al autismo, en el cual postula investigaciones con respecto al TEA. Para respaldar el segundo argumento, en la página número 27 presenta una serie de objetivos a realizar con niños con espectro autista, dentro de las cuales especifica la importancia de mantener a un niño con TEA interesado en objetos y juguetes que emitan sonidos para fortalecer la comunicación.
Los ruidos altos en personas autistas pueden tener muchas consecuencias. Se debe inclusive hablar a una persona autista con un volumen y tono de voz sutil para procurar que no se altere y entre en un estado de ansiedad. ConecTEA (2019) afirma que las personas con TEA pueden llegar a tener efectos irreversibles a sonidos como los siguientes: audífonos emisores de música si superan los 90 db.; conciertos, clubes o bares; alarmas o bocinas. Esto puede generar un trauma y causar que la persona entre en estado de ansiedad intenso.
Existe la posibilidad de que una persona nazca con TEA y también con un impedimento auditivo. En estos casos, el sonido no es un factor influyente en la vida de una persona con autismo. El contraargumento es válido porque es probable que un(a) niña(a) nazca con impedimento auditivo y que también tenga el trastorno autista. En caso de que una persona viva toda su vida sin poder maximizar el sentido del oído en varios aspectos puede significar que no hay margen de error cuando se habla de ser afectado negativamente por algún ruido estrepitoso en altos decibeles.
En otra instancia, si bien es cierto que no hay margen de error para que una persona no sufra de un ataque de ansiedad a causa de algún ruido molesto, también es importante mencionar que tampoco podría mostrarse beneficiado por terapias como la musicoterapia para personas autistas. Existen otros métodos por los cuales una persona autista puede mejorar su interacción por el mundo, sin embargo, la musicoterapia es una de las más eficientes; sin esta opción de terapia, se puede llegar a dificultar guiar a una persona joven en cómo comunicarse y cómo relacionarse con el resto del mundo.