Por Yanelly Cristina Ramírez Baltodano - Estudiante del Rockapellas Glee Club de ULACIT

La música ha sido un instrumento de unión social a lo largo del tiempo, y a pesar de que es una de las asignaturas más descuidadas en el sistema educativo, es también una de las más provechosas para el desarrollo mental, emocional y cognitivo. Los niños nacen con una capacidad innata de aprender lenguajes y habilidades, la educación musical los lleva por un camino de autoconocimiento, empatía y tolerancia al fracaso.

La experiencia sensorial que proporciona la música enriquece la vida del niño y le otorga equilibrio emocional, psicofisiológico y social. Por el contrario, las faltas de estímulos sensoriales impiden el desarrollo de la inteligencia y ocasiona perturbaciones en la conducta psíquica y biológica (Ros, 2003 p. 197).

De forma inconsciente, al ser participante activo en una comunidad artística, el individuo va desarrollando una serie de herramientas sociales y aprende a desenvolverse en distintos contextos de una forma natural. En otras palabras, la participación en la música es una auténtica escuela de habilidades blandas que son de gran utilidad en el transcurso de la vida.

¿Qué son habilidades blandas y por qué son tan necesarias? Según Mujica (2015), las habilidades blandas son “el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras, que hacen a una persona dada a relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros” (p. 2).

Según un estudio desarrollado por ManPower (2013), uno de cada 5 directivos (19 %) afirma que los candidatos a puestos laborales carecen de competencias de empleabilidad requeridas. Los directivos mencionan una serie de déficits en cuanto a habilidades de trato interpersonal, flexibilidad y adaptabilidad, entre otros, por lo tanto, podemos concluir que las competencias más demandadas en el mercado laboral están vinculadas a capacidades mentales y emocionales, aún más que las capacidades prácticas o mecánicas (habilidades duras).

Es un hecho que el sistema educativo actual no prepara a los jóvenes en las habilidades blandas requeridas para un desempeño laboral empático, ya que el aprendizaje suele ser de carácter memorístico o bien centrado en las habilidades técnicas de una profesión. Un acercamiento al mundo musical desde la infancia abre las puertas a experiencias sociales y emocionales que pocas asignaturas pueden brindar. Para Islas (2010), “la música es un arte que puede estimular y desarrollar, desde muy temprana edad, capacidades y aptitudes que le permiten adaptarse a su entorno desde otra perspectiva de vida, ampliando su cultura” (p. 20).

La educación musical desde edades tempranas desarrolla la creatividad, la satisfacción y la imaginación. Por otra parte, estudiar un instrumento enseña de forma muy práctica el valor de trabajar día a día tras un fin, la perseverancia, las habilidades del trabajo en equipo y el autoaprendizaje.

Un factor que considero primordial es el desarrollo de la sensibilidad; cuando una persona se involucra en el estudio de la música, crea vínculos con sus emociones y aprende a manejarlas más sanamente, encontrando un medio de expresión individual que tendrá a lo largo de su vida. En general, la música tiene un impacto muy grande en todas las dimensiones de la vida de un ser humano, poco a poco lo lleva a convertirse en un ser humano integral que puede ser un líder con importantes efectos positivos en la sociedad.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Islas García, A. (2010). Las habilidades y destrezas que se desarrollan a través de la música vivencial en niños y niñas de 5 a 6 años de edad. Universidad Pedagógica Nacional, México, Distrito Federal.
  • ManPower. (2013). Estudio ManPowergroup sobre escasez de talento. http://www.manpowergroup.es/data/files/Estudios/pdf/Estudio_ManpowerGroup_sobre_Escasez_de_Talento_2015_635779084172386250.pdf
  • Mujica Leiva, J. (2015). “¿Qué son las habilidades blandas y cómo se aprenden?”. https://educrea.cl/que-son-las-habilidades-blandas-y-como-se-aprenden/
  • Ros, M. A. S. (2003). La música en la educación infantil: Estrategias cognitivomusicales. Ensayos. Revista de la Facultad de Educación de Albacete. (18), 197.