Por Kenneth Gómez V. – Estudiante de la carrera de Ingeniería Electrónica

Conforme el desarrollo tecnológico va alcanzando todos los rincones del mundo, la necesidad de obtener tecnología para estos lugares se ha visto un como un desafío para el cual es imprescindible que haya un sistema rentable y consistente. Según la Organización de las Naciones Unidas (s.f.) señala que “entre 2000 y 2016, la cantidad de personas con acceso a energía eléctrica aumentó de 78 a 87 por ciento, y el número de personas sin energía bajó a poco menos de mil millones” (párr. 1). Esto no solo indica el intento de la humanidad por urbanizar hasta las zonas más rurales, sino también que esto exige la necesidad de que la energía de la cual se está proveyendo genere el menor impacto posible, ya que, al aumentar tanto este porcentaje, la cantidad de recursos que pueden ser consumidos va a ocasionar un daño irreparable; a menos que se utilice algún medio de energía asequible que logre abastecer el consumo deseado y que sea amigable con el ambiente, ya que, como se ha visto en el pasado, ocupamos cambiar nuestras maneras y unificarnos con la naturaleza porque, de no ser así, no habrá un futuro con humanos dentro de ella.

La energía asequible es energía que va de la mano con el desarrollo sostenible, sin embargo, es más compleja que eso. También toma en cuenta la necesidad de producir una energía más eficiente con la cual, a partir de la misma cantidad de trabajo, se elabora más. De esta forma, se han visto avances y se han dejado de lado las maneras tradicionales, como la de combustibles fósiles, debido a la problemática que traen no solo al deteriorar los recursos, sino también por las consecuencias que tienen para quienes las utilizan por ser los medios que poseen. En el mismo artículo de la ONU (s.f.), se menciona que la energía sigue siendo una de las causas más grandes de deterioramento hacia el cambio climático y que esta representa un 60% de la emisión de gases invernaderos, los cuales aceleran el proceso de destrucción del planeta. No obstante, como se mencionó anteriormente, hay gente que depende de estas formas de generar energía. ONU Mujeres (s.f.) afirma que, durante el año 2012, más de 4 millones de personas fueron víctimas de la contaminación de este tipo de energías, ya que utilizan combustibles sólidos como madera, materias fecales, entre otros, para la cocina y, dada la naturaleza de la labor y por la zonas en las que se dan, aproximadamente un 60% fueron mujeres.

En Costa Rica ha habido un gran impulso al desarrollo de recursos hídricos, geotérmicos, eólicos, solares y biomásicos, para lo cual tiene al ICE como principal regidor y encargado de los proyectos en esta área. La energía hidroeléctrica ha sido la que ha obtenido un mayor enfoque gracias a la abundancia de este recurso dentro del país, por lo cual se ha diferenciado y ha tenido reconocimiento a niveles internacionales.

Conforme el desarrollo humano ha ido cubriendo más rincones del mundo, se ha visto cómo se necesita una energía que vaya de la mano con el ambiente para el mejoramiento de la calidad de vida y la prolongación de los recursos. Esto significa que, si bien es una manera alterna y puede ser mas difícil al inicio de desarrollar para países de pocos recursos, existe un país de referencia como Costa Rica, el cual ha demostrado que no se necesita ser grande para dar un progreso y un bienestar a quienes se encuentren dentro de un país en vías de desarrollo.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas