El pasado 30 de diciembre, el abogado Arturo Coronado compartió un análisis sobre el por qué Israel ha ido más allá de la legítima defensa en su guerra con Hamás, hasta el punto de estar aplicando un “apartheid” y cometiendo un “genocidio” contra los palestinos.
El presente artículo tiene por objetivo replicar lo que considero una opinión sesgada y problemática por las carencias teóricas, metodológicas y dar legitimidad a los verdaderos genocidas del conflicto.
Lo primero que llama la atención es lo tardío de la condena a Hamás. Efectivamente han pasado tres meses desde la invasión al sur de Israel, por parte del grupo terrorista, tres meses en los cuales se pudo condenar de la manera más enérgica las atrocidades cometidas contra civiles israelíes y de otras nacionalidades, algunos de los cuales se encontraban, nada menos que celebrando un festival por la paz y la reconciliación de los pueblos israelí y palestino.
Cuando se ha esperado tanto tiempo para dedicar marginalmente unas líneas a tal barbarismo, es difícil creer que hay una preocupación genuina por las víctimas de Hamás y en cambio sí un deseo de condenar a Israel a priori. ¿Tres meses de silencio para mostrar "objetividad" una vez que Israel reacciona? No se vale ser humanista selectivo cuando los conceptos de “apartheid”, genocidio y uso desmedido de la fuerza no se aplican al agresor, sino a la víctima.
Su primer párrafo es un objetivo de bajo perfil dentro del artículo, aun así, llama la atención que no se promueva una condena internacional contra Hamás por asesinar a civiles, abrir vientres a madres embarazadas, meter niños en hornos delante de sus padres, exhibir cuerpos arrastrándolos por las calles para satisfacer a la muchedumbre enardecida, y violar mujeres en masa. Tanto luchó nuestra compatriota Elizabeth Odio para que el Derecho Internacional reconociera la violación de mujeres como crímenes de guerra y el Sr. Coronado señala a Hamás de manera marginal porque su objetivo principal es aplicar conceptos del derecho internacional en contra de un Estado, pero no de un gobierno de facto que, para serlo, cometió violaciones sistemáticas de derechos humanos contra su propio gobierno.
En segundo lugar, se esperaría que un científico social someta a rigor las fuentes primarias o secundarias que le sirven de sustento a su interpretación. Para hablar de 20 mil muertos “gazatíes” por las iniciativas bélicas de defensa israelí, surge una pregunta: ¿Es Hamás una fuente válida sabiendo del uso de escudos humanos, conociendo del uso de escuelas de la UNRAW, de hospitales y de ambulancias como plataformas de lanzamiento y aprovisionamiento militar para atacar Israel?
Cualquier investigador sabría que Hamás no diferencia entre civiles y terroristas, pero como el Sr. Carballo ignora la crítica histórica del trabajo con fuentes, entonces cae en el juego que le conviene al grupo terrorista. De esta forma se usa números de una forma que ningún estadístico se lo permitiría sin advertir que dichas cifras no son verificables. Esta apropiación de lo publicado por Hamás, que de paso ningún medio internacional ha cuestionado y deambula como verdad, lo único que logra es blanquear al régimen radical de Hamás. ¿Cuántas de las víctimas son responsabilidad de Hamás? La respuesta es muy sencilla, todas; porque si el grupo terrorista no hubiera invadido al Estado de Israel, no habría una sola muerte que lamentar. Una vez más se puede encontrar una tendencia historiográfica: la atención se fija en la reacción de la víctima, no en la del agresor. Este error metodológico viene acompañado de dos más. Por un lado usar dos categorías históricas sin definirlas. Un 20% de la población israelí es árabe, dicha población tiene derecho a la representación política por medio de partidos árabes que tienen escaños en el parlamento, hay jueces ejerciendo cargos en su sistema judicial, hay académicos árabes en toda su red universitaria, la población árabe tiene acceso a estudios universitarios y si Sr. Coronado, hay árabes incorporados en las filas del ejército y las fuerzas de seguridad israelí ¿Cuáles de estos elementos se encontraban en el sistema de apartheid sudafricano cuyo referente histórico es una exigencia del método comparativo. No se vale vaciar categorías históricas y mancillar así la dolorosa historia de la población sudafricana de esa forma.
En tercer lugar, ¿cómo operacionaliza la conclusión en el sentido de calificar de desproporcionada la respuesta israelí hasta el punto de que, según él, ya no cabría hablar de legítima defensa, sino de un genocidio? Nadie lo sabe porque no hay un sustento que lo demuestre. Es más una narrativa que una demostración de pruebas amparadas en un concepto que se trabajó para operacionalizarlo. Porque se puede entrar a identificar variables, cosa que no hace el Sr. Carballo, y analizar:
- ¿Qué poder de fuego tiene el agresor?
- ¿Qué intensión de uso de dicho poder tiene el agresor?
- ¿Qué ayuda financiera internacional tiene el agresor?
- ¿Qué ayuda militar y logística tiene el agresor?
- ¿Con dicha ayuda a trabajado en la defensa de su propia población o la ha expuesto como carne de cañón para ofrecerla como sacrificio en el altar de la manipulación mediática?
- ¿El agresor trabaja solo o forma parte de una coalición internacional? , es decir, la lucha desatada por el agresor ¿forma parte de un plan mayor operado por un agente que tomas las decisiones?
- ¿Qué medios están al alcance del agresor y desean ser usados para evitar la muerte de civiles de su contra parte?
- ¿Cuál es la verdadera intención del agresor?
Es necesario recordarle al Sr. Carballo que el agresor aquí es un grupo palestino llamado Hamás, y que Israel procedió en defensa de su población como lo ha hecho en todas las guerras en su contra desde 1948. También es necesario recordarle al Sr. Carballo que la intención de Hamás no ha sido la de obligar a Israel a negociar el establecimiento de un Estado palestino al lado del judío, sino a costa de este último porque la tierra islámica hay que descontaminarla de los herejes que representan los israelíes. El reconocimiento del Estado palestino lo dio Israel desde 1948, quiénes no lo han aceptado son ellos, perdiendo cinco grandes ocasiones en casi 80 años.
Cuando la carta fundacional de Hamás llama al establecimiento de un Estado palestino desde el río (Jordán) hasta el mar (Mediterráneo), libre de judíos, lo que está gritándole al mundo es que va a cometer un genocidio contra la población israelí. El 7 de octubre fue un doloroso ensayo de lo que no ocultan decir. Valga indicar en este sentido, que en plena lucha contra el ejército israelí Hamás ha lanzado unos 13 mil cohetes contra la población civil de Israel según el conteo de las Fuerzas de Defensa de Israel. La población de la Franja de Gaza lejos de disminuir, crece. Este crecimiento basta para desmentir su conclusión de que se está ante un genocidio de parte de Israel. Los que han gritado al mundo entero su intención genocida, a pesar de que para usted no es motivo de análisis, ya no hablemos siquiera de mención, son el Hamás, Irán, la Jihad Islámica, los hutíes y Hezbollah, entre otros.
Para conocimiento del Sr. Carballo la comunidad judía mundial y la tradición judía son las razones por las que Israel hace llamadas telefónicas, lanza panfletos de advertencia y bombas de sonido para que los residentes abandonen las zonas de bombardeo. Fue el ejército israelí quien tuvo que abrir un corredor y proteger a los “gazatíes” para que Hamás no los asesinara dada la orden de no dirigirse al sur so pena de muerte. Fueron dirigentes de Hamás Sr. Carballo quienes dijeron al mundo que no era obligación del grupo construir túneles para proteger a la población civil, sino para proteger exclusivamente a sus combatientes. En este sentido es necesario recordar que se han encontrado una red de túneles de unos 500 Kilómetros que hacen de ellos una verdadera Gaza subterránea; cada túnel solo en costos de concreto tiene un costo de un millón de dólares.
A nosotros no nos sorprende la existencia de voces críticas dentro de Israel que están atentas a señalar lo que puedan considerar desvíos que lesionen la vida de civiles palestinos. ¿Qué ONG palestina denuncia a Hamás u otros grupos terroristas? La semana pasada hasta la Cúpula de Hierro tuvo que accionarse para proteger el segundo lugar más sagrado del islam como lo es la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalem, la cual hubiera sido impactada por un misil lanzado desde Gaza.
En cuarto lugar, cualquier análisis de un conflicto que oculte a actores que ya ni siquiera están en la sombra, como lo es Irán, refleja la debilidad del mismo. Efectivamente hablar de que Israel traspasó la legítima defensa es olvidar que Hamás, la Jihad Islámica, Hezbollah e Irán, entre otros, buscan un genocidio de la población israelí. O sea, ante la intención de genocidio del radicalismo de Hamás y otros, resulta que las baterías hay que fijarlas en el agredido. Cuando se ignora el genocidio abiertamente declarado de Hamás contra Israel, lo que se busca es que Israel no sopese las intenciones, que hace décadas son acciones reales, de sus potenciales genocidas y los deje sobrevivir a su gusto para volver a intentarlo de nuevo como hace una semana dirigentes afincados en Teherán lo reconocieron. No Sr. Carballo, el límite entre defender la causa palestina (que todos deseamos que cristalice en su Estado desde 1948 y ellos se han negado asimismo) y provocar un genocidio contra el pueblo judío es muy tenue. Todos sabemos menos usted, ya que no hace referencia a Irán y sus proxis, que el poder de los ayatolas así lo ha determinado.
¿Por qué el análisis del Sr. Carballo es omiso del cuestionable papel de la ONU, o la UNRWA que han permitido el uso de escuelas para adoctrinar a niños en los "beneficios" de matar judíos? Porque gracias a que estas organizaciones se hacen de la vista gorda hemos tenido que enterarnos de graduaciones de niños de preescolar “gazaties” dramatizando el asesinato de israelíes en los actos de graduación. Educación en genocidio con complicidad internacional, pero no, la atención hay que fijarla en la respuesta israelí. En esa misma línea, el director del Hospital más importante de Gaza, que cuando fue alcanzado por un misil lanzado por la Jihad islámica se acusó a Israel de bombardearlo, reconoció que era militante de Hamás desde hacía una década y sabía del uso del mismo como centro de operaciones del grupo para atacar a Israel.
No se vale teñirse de experto y obviar el contexto internacional que involucra la actual guerra de Hamás contra Israel. Hacerlo es vaciar el conflicto de toda historicidad: Ni una mención a Irán y sus proxis. ¿Ignora el Sr. Carballo que la semana previa a finalizar este 2023 el régimen iraní reconoció que la masacre del 7 de octubre fue una acción de venganza por la muerte del general Soleimani?
Será porque esto demuestra que la carta fundacional de Hamás llama al genocidio contra Israel y que Irán planeó y ejecutó el acto con la participación de representantes suyos en Turquía y Líbano. La actual guerra es parte de una fase de exterminio contra Israel, ignorar ello no solo refleja una pobre comprensión del conflicto, sino algo peor, envalentona a Irán y sus proxis a un nuevo genocidio contra los judíos.
Si tanto preocupa las víctimas palestinas (porque a nosotros desde siempre) haga un llamado a que Irán, Hamás y sus otros proxis depongan las intenciones genocidas y dejen de usar a civiles como escudos humanos. Sería muy interesante que dirija su arsenal de Derecho Internacional contra Hamás, la Jihad Islámica, Hezbollah, Irán, Siria, los hutíes de Yemen para que los respeten al interior de sus países y por supuesto en favor de la paz con Israel.
La actual guerra es una fase de un conflicto muy complejo en el que intervienen muchas variables, factores y actores y no se vale perder la oportunidad para educar a población que mira de lejos lo que sucede y que no siempre tiene al alcance información para analizar la actual fase de la guerra que lleva a cabo Israel para evitar su exterminio.
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