Por Julio Bermúdez Céspedes - Estudiante de la carrera de Psicología

Buda le dijo al mundo: “Quien te enfada te domina”, y es que basta con ver un noticiero al mediodía para enterarse de cómo los actos de violencia siguen en tendencia en diferentes partes del mundo. Solo en Costa Rica, según datos del Ministerio de Justicia y Paz, durante el 2020 se presentaron 569 incidencias por homicidios dolosos y 12.939 casos relacionados a violencia doméstica. Estos son solamente algunos datos que revelan la situación que se vive a nivel nacional, en donde la eventual falta de autorregulación emocional lleva, por ejemplo, a que después de una derrota de un equipo de futbol, aumenten las llamadas al 911 por agresión a las mujeres.

Pero ¿cuál es la relación que existe entre las emociones y los casos de violencia? Coon et al. (2019) manifiestan que una emoción conlleva cuatro elementos básicos: sentimientos subjetivos, excitación fisiológica, cambios conductuales y pensamientos (p. 331). A su vez, Goleman (2018) agrega que cuando una persona siente ira o enojo, ocurren cambios importantes a nivel fisiológico, dado que la sangre fluye mejor hacia las manos, aumenta el ritmo cardiaco y se dispara la cantidad de adrenalina (p. 25); es decir, el cuerpo se prepara para pelear y es así como el mal afrontamiento de una emoción puede terminar convirtiéndose en un evento lleno de agresividad.

En la actualidad, con los aportes de la terapia racional emotivo-conductual, es posible conocer que los diferentes eventos que le ocurren a una persona no son los que le provocan automáticamente las emociones, sino que, de previo a llegar a la emoción, se atraviesa por la fase del pensamiento (Hemmings, 2018). En consecuencia, sentir una emoción específica no es determinante de la conducta que le procede, de manera que el problema no es lo que se siente, sino lo que se hace con lo que se siente, en especial cuando se carece de autorregulación. Una persona con autocontrol emocional tiene la habilidad de que aún sintiendo ira, puede afrontarla de una manera consciente antes de ejecutar un comportamiento desproporcionado o no asertivo, como los ya mencionados.

La autorregulación o autocontrol, según Goleman (2018), es uno de los cinco elementos de la inteligencia emocional que les permite a los seres humanos manejar los sentimientos para que sean adecuados, es decir, controlar sus impulsos para lograr un equilibrio y no la supresión emocional. Contrario a esto, muchos científicos, según Feldman (2019), afirman que la regulación emocional es un proceso cognitivo que existe separadamente de la emoción, en donde el lado racional debe sobreponerse el lado emocional. Pese a lo anterior, gran cantidad de estudios siguen demostrando los riesgos que conlleva el embotellamiento de las emociones, es decir, el tratar de ocultarlas o negarlas y que lo correcto es afrontarlas con valentía y compasión (David, 2020).

En conclusión, la falta de autorregulación emocional es uno de los principales detonantes de inseguridad y violencia en la sociedad en cualquier tipo de escenario, familiar, laboral, académico y comunal. Por tratarse de una situación de interés colectivo, la mejor forma de afrontarla es mediante educación emocional a la población desde una temprana edad. En Costa Rica, solamente durante los dos últimos años de secundaria en el sistema educativo público se brindan clases de psicología, lo cual debería iniciar desde un nivel prescolar, para que se les pueda enseñar a los niños que las emociones son el combustible para edificar o destruir la sociedad y que es un deber el entrenarse emocionalmente con técnicas como la meditación, para una sana convivencia.

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Coon, D., Mittere, J. y Martini, T. (2019). Introducción a la Psicología. El acceso a la mente. (14 ed.). Cengage Learning Editores.
  • David, S. (2020). Agilidad emocional. Editorial Sirio. Feldman, L. (2019). La vida secreta del cerebro. Paidós.
  • Goleman, D. (2018). La inteligencia emocional. Penguin Random House. Hemmings, J. (2019). Cómo funciona la psicología. Penguin Random House.
  • Ministerio de Justicia y Paz. (2021). Mapa de Incidencia de Hechos Violentos. http://observatorio.mj.go.cr/.