Por Fabián Valerín Castillo - Estudiante de la carrera de Psicología
En la actualidad, se utiliza la palabra ‘emoción’ con muchas acepciones, pero tal vez no nos hemos detenido a pensar qué son las emociones. ¿Serán un sentimiento o quizá puedan ser una reacción que medimos con cautela para una situación en específico. Las emociones no se pueden dividir entre pensamientos o reacciones fisiológicas, cual blanco y negro, como si uno excluyera al otro, sino que existen puntos medios o grises. En estos casos, en ocasiones la reacción y la cognición vendrían juntas, en otros la respuesta sería inmediata; y, por otra parte, estarían las emociones que se dan luego de un proceso cognoscitivo.
Las emociones pueden ser definidas como un complejo estado afectivo, una reacción subjetiva que ocurre como resultado de cambios fisiológicos o psicológicos que influyen sobre el pensamiento y la conducta (Corbin, 2021). El concepto recién mencionado puede ser comprendido por medio de los tres componentes de la emoción.
En primera instancia, tenemos los fisiológicos, los cuales son la reacción involuntaria frente a un estímulo; después están los cognitivos, que abarcan el proceso de asimilar la información a nivel consciente e inconsciente, influyendo en nuestra experiencia subjetiva; y el tercer componente es el conductual, que genera un cambio en el comportamiento, como cambios gestuales o movimientos corporales.
Con este contexto previo, sería muy arriesgado reducir las emociones a simples reacciones fisiológicas, ya que existen agentes externos —tales como la cultura—, que convierten la experiencia individual, atribuyéndole un trasfondo a nuestras acciones. Hace algunos años, no se tenía la conciencia con respecto a temas ambientales, y no estaba castigado moralmente el acto de arrojar una basura de plástico a cualquier sitio, y se podría decir que dicha acción estaba automatizada, incluso normalizada. Sin embargo, en la actualidad, sería reprochable, ya que este tipo de acciones tienen una alta connotación negativa, por lo que a la acción automática le procede un tipo de segunda reflexión instantánea en términos del momento histórico en el que está inmerso el individuo.
Según la teoría de Schachter-Singer, la emoción tampoco se podría limitar a un simple juicio, ya que del sujeto emana algún tipo de respuesta, la cual no se produce por medio de un pensamiento previo, sino que tomaría lugar de inmediato siguiéndole la asimilación de esta. Esto es evidente cuando nos vemos envueltos en una situación en la cual hay una persona que no nos agrada, como por ejemplo en una fiesta o reunión, dónde estaríamos forzados a convivir con él o ella. Nuestro lenguaje corporal y gestual probablemente cambiaría sin que podamos hacer algo al respecto, y cuando nos demos cuenta, habremos cruzados los brazos o revisado la hora en nuestro reloj.
También nos quedaríamos cortos al atribuir ese estado afectivo complejo a una conducta, ya que en ella intervienen factores internos como, por ejemplo, las percepciones que tengamos acerca de alguien o algo. Asimismo, los procesos cognoscitivos, que son las funciones mentales en el homo sapiens, a través de las cuales conoce la realidad, tales como el pensamiento, la imaginación y la memoria (Ulloa, 2017), intervienen en la emoción convirtiendo las concepciones subjetivas de la realidad que tenga una persona, en un agente activo en este proceso tan sofisticado.
Como contrapunto, en la teoría de la evaluación cognitiva, se expone que el pensamiento debe ocurrir antes que la experiencia de la emoción; este artefacto teórico afirma que la secuencia de eventos primero implica un estímulo, seguido de una emoción. La siguiente analogía lo evidencia: estás en un río y ves una culebra, lo primero que pensás es que estás en peligro. Esto ocasionará tu experiencia emocional de miedo y la reacción fisiológica, que puede acabar en huida (Corbin, 2021). No se puede generalizar la teoría de evaluación cognitiva a todos los casos, ya que sus reacciones o pensamientos estarán sujetos a las ideas subjetivas que posea. Por ende, se concluye que la emoción es un estado de sentimiento caracterizado por componentes fisiológicos, conductuales y cognitivos (Coon et al., 2019). La comunidad académica debería desarrollar un plan integral en el que se incluyan todas las perspectivas aquí expuestas y continuar investigando este fenómeno, para tener una comprensión más extensa de los seres pensantes.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
-
Coon, D., Mitterer, J. y Tanya Martini, T. (2019). Introducción a la Psicología: Acceso a la mente y a la Conducta (14. ed.). Cengage.
-
Corbin, J. A. (2021). Psicología emocional: principales teorías de la emoción. https://psicologiaymente.com/psicologia/psicologia-emocional.
-
Ulloa, G. (2017). Psicología de la motivación. UNED.