Fumigación en plantación de arroz provocó la intoxicación de menores.

La Cruz Roja Costarricense atendió este 23 de agosto un incidente en el Liceo de San José de Upala que dejó a 16 menores de edad intoxicados, aparentemente debido a una fumigación en una plantación de arroz aledaña al centro educativo. 

La atención requirió la participación de nueve ambulancias ya que todos los menores fueron encontrados en categoría de urgentes. Estos fueron trasladados al Centro Médico de Upala, según aseguró el Coordinador Operativo Regional de la Cruz Roja, Marlon Soto. 

Por su parte, Jimmy Martínez de la Dirección Regional Norte Norte del Ministerio de Educación Pública, aseguró que ya los estudiantes se encuentran fuera de peligro y en sus hogares. Añadió que al sitio llegaron funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Ministerio de Salud para realizar las investigaciones correspondientes.

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No es un caso aislado

Lo ocurrido en Upala no es un caso aislado en este año. El pasado 23 de junio, la Cruz Roja atendió otro hecho debido a fumigaciones cercanas escuela de La Victoria en Santa Rita de Cuarto, en San Carlos. En el suceso auxiliaron a 22 personas, 20 de ellas menores de edad.

El medio de comunicación regional, San Carlos digital, señaló que el suceso se dio tras el riego de una finca piñera aledaña y que posteriormente provocó un fuerte olor en la escuela.

Una situación similar ocurrió el pasado 27 de abril cuando al menos 27 personas estudiantes, profesores y administrativos de la escuela Villa Nueva de San José de Upala, sufrieron una intoxicación y tuvieron que ser trasladados al hospital de la localidad.

En ese caso los testimonios dieron cuenta de un olor químico en el ambiente que provenía, aparentemente, de una fumigación aérea en plantaciones vecinas, lo que provocó problemas respiratorios entre las personas afectadas y la posterior atención de la Cruz Roja y de Bomberos.

Según el reglamento para las actividades de la Aviación Agrícola en Costa Rica, en su artículo 70, se establece que las aplicaciones aéreas deben dejar una franja de no aplicación no menor de 100 metros, entre el campo a tratar y cualquier carretera, casas, centros de población, fuentes de agua o cultivos aledaños. La legislación establece que la distancia podrá reducirse de 100 hasta 30 metros si se dispone de una zona de amortiguamiento.