El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) confirmó la problemática de disponibilidad de agua potable en el Caribe Sur, pese a que el cuestionado proyecto de plan regulador para esa zona afirma que hay garantizado suministro del líquido para los habitantes actuales y futuros a 20 años plazo.
Así consta en el oficio ADM-93-04-F5 de la Dirección Región Huetar Caribe del AyA, emitido tras un recurso de amparo interpuesto por Delfino.cr luego que la institución no respondiera a la solicitud de información respecto a la disponibilidad del agua en las distintas localidades del cantón de Talamanca, en el marco de la preparación del reportaje "Vecinos de Talamanca se organizan y alistan acciones contra propuesta de plan regulador".
La propuesta de plan regulador de Talamanca, que en este momento está en fase de análisis de objeciones, señala que no se requieren inversiones en el rubro de abastecimiento de agua potable "ya que la capacidad instalada actual y prevista a 20 años, garantiza la satisfacción de la demanda de este servicio, tanto para la Zona Marítimo Terrestre como para las comunidades vecinas".
El plan regulador propuesto afirma que tomando como base un consumo medio por persona al día de 350 litros de agua, multiplicado por 18.603 personas, ello daría como resultado una demanda de 6.511.088 litros al día (2.6 metros cúbicos), los cuales podrían cubrirse con un pozo de aproximadamente 38.9 litros por segundo con un bombeo máximo diario de 18 horas.
Como ya se indicó, mediante un convenio entre la Municipalidad, el ICAA [AyA], Asadas y empresas privadas, se logró la construcción de acueductos. Por lo tanto, la capacidad instalada actual es suficiente para la demanda en el mediano y largo plazo.
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Sin embargo, el oficio suministrado por el AyA a este medio de comunicación desmiente tal conclusión.
Por ejemplo, el AyA señaló que en el Sistema HC-A-01 Hone Creek - Puerto Viejo, para el año 2021 se requería un caudal de 100,69 litros por segundo para satisfacer la demanda, sin embrago, las fuentes de producción suministran solo 79 litros por segundo, por lo que se tiene un déficit de 21,7 litros por segundo, que corresponde a un índice de capacidad hídrica de -21.5%. Este valor cuantifica el porcentaje de insatisfacción de la demanda de este sistema y el AyA afirmó que "este déficit se va incrementando conforme pasan los años, donde tal y como se muestra en la gráfica, la demanda proyectada siempre supera la producción del acueducto, déficit que se agrava en los escenarios futuros".
Dado lo anterior, el AyA confirmó que en el acueducto de Hone Creek - Puerto Viejo no se emiten disponibilidades de agua, ni cartas de capacidad hídrica para nuevos desarrollos, ni se autorizan extensiones de ramal; únicamente se otorgan disponibilidades y nuevos servicios para cubrir el crecimiento vegetativo del sistema, incluyendo comercios con consumos menores.
Lo mismo confirmó la institución con el Sistema HC-A-02 Cahuita, que según el oficio para el año 2021 requería un caudal de 7,2 litros por segundo para satisfacer la demanda, pero las fuentes de producción suministran solo 4 litros por segundo, de modo que se tiene un déficit de 3,2 litros por segundo, el cual correspondiente a un índice de capacidad hídrica de -44.4%.
Dado lo anterior, en el acueducto de Cahuita no se emiten disponibilidades de agua, ni cartas de capacidad hídrica para nuevos desarrollos, ni se autorizan extensiones de ramal, únicamente se otorgan disponibilidades y nuevos servicios para cubrir el crecimiento vegetativo del sistema, incluyendo comercios con consumos menores.
El AyA afirmó que ante la merma en precipitaciones en la Región Huetar Caribe, la institución trasiega agua desde Hone Creek hasta Cahuita para mantener el servicio a esta comunidad, debido a la pérdida de producción en el pozo de La Unión, el cuál llegó a secarse.
Pese a ello, la institución también confirmó que no realiza reparto de agua mediante camiones cisterna, alegando que no hay racionamientos, y que el último reparto de agua usando esos camiones se realizó los días 23, 24 y 25 de mayo de este año, debido a una "interrupción imprevista del servicio por el daño presentado en el equipo de bombeo de la Planta Potabilizadora de Sand Box".
El AyA dijo además que las comunidades abastecidas reciben agua de calidad potable, de acuerdo con los resultados de control de calidad del agua realizado por el Laboratorio Nacional de Aguas la institución, sin embargo, los vecinos de la zona a través de un comunicado de prensa rechazaron tal afirmación.
Maritza Medrano Gómez, vecina de Puerto Viejo, afirmó que:
No solamente que el agua viene amarilla , también viene con olor a cloro, son dos componentes ahí… el agua tras de que no hay, cuando hay viene con un color extremadamente amarillo que es imposible tomarlo. Cuando se abre el grifo en la mañana el olor y sabor a cloro son insoportables, razón por la cual nos vemos obligados a comprar bidones, lo cual no es rentable y no todos pueden comprar. El recibo que pagamos al AyA se supone que es por agua potable y si es potable por qué no tienen una medición de cloro más controlada
Por su parte, Mónica Zúñiga Rivera, ecologista y activista, declaró que:
El problema del agua ha ido en aumento. En el 2018 y durante la pandemia siempre había agua , luego de la pandemia, empezó a faltar. El problema se agrava aún más con las actividades festivas, feriados y los meses de verano, y no hay lugar donde llamar para poner la queja. Como vecinos nos sentimos impotentes ante un AyA que no resuelve, que miente y que solo se preocupa por los grandes hoteles. Porque esos, siempre tienen agua en sus piscinas y en sus jacuzzis.
Asimismo, Signia Villanueva, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) del Territorio Indígena Keköldi denunció que en el caso de la población que vive en el territorio, la mayoría no tienen acceso al agua potable por ser viviendas retiradas de la calle principal y que por esta razón el AyA no les brinda estos servicios de abastecimiento.
Las viviendas cercanas a la calle principal que sí cuentan con este servicio, presentan la misma problemática que las comunidades costeras: color amarillento del agua, olor y sabor a cloro insoportable, y el faltante del mismo diariamente. Lo anterior a pesar de que la comunidad del territorio ha solicitado la instalación de ramales del agua para las comunidades que no tienen acceso a la misma. La mayoría de las personas que viven cerca de la calle pública si tienen agua potable, el problema que tenemos en el territorio es que hay muchas personas que necesitan los ramales y esa es una de las problemáticas que tenemos con el AyA porque ellos dicen que es un proceso largo y costoso y esta situación la hemos presentado hace más de 4 años y no tienen soluciones a esto. Hoy en día, hay personas en la comunidad que necesitan agua potable, pero por la situación de los ramales no tienen.
Dulcelina Sánchez, miembro de la ADI Keköldi y habitante del territorio relató también que a pesar de la indiferencia que el AyA ha mostrado para con el territorio indígena, les están presionando para que permitan ampliar la capacidad de extracción y almacenamiento del tanque que se encuentra ubicado en el territorio Keköldi, con la excusa de llevar agua para la construcción de un nuevo centro de salud (CAIS) en Cahuita.
Sánchez afirmó que están molestos porque en este caso los ponen "entre la espada y la pared de que si no damos ese permiso el CAIS no se va a construir, pero no nos quieren ayudar con el suministro de agua al Territorio con los ramales".