Fulanito es parte del comité de diversidad e inclusión de la empresa y miembro único del departamento de comunicación y enlace con la parte patronal. Hoy nos está escalando este caso:

¿Ustedes han visto que la gente aquí decora los cubículos? Bueno, es lógico ¿verdad? Todos queremos marcar territorio o personalizar los espacios de trabajo. Pero en el caso de este muchacho, todo, pero todo, tiene que ver con monte…

  • ¿Con qué?

Monte, marihuana, mota, ganja… El tiene stickers de hojas de marihuana, fotos de rastas, decoraciones con los colores rastas, pipas, papelitos de enrolar, fondo de pantalla de Bob Marley, pasa oyendo reggae y dancehall. Y así se viste. Dice que es rastafari. Pero es blanco… no, yo sé que eso no tiene nada que ver y que no es problema mío.

Pero es que esta criatura es un descarado. Yo creo que tiene que ver con todo esto de la discusión de la legalización de la marihuana recreativa. El dice que él no es un marihuano ni un drogadicto, sino un activista. Recoge firmas, reparte folletos y al chat pasa mandando videos de tutoriales de marihuana. ¡Y ni les cuento de las redes sociales de ese muchacho! Tiene todo público. Yo me he metido a vinear y sale uno casi que horneado. A todos nos cuenta que fuma así, normalmente. Ni pena le da.

Como ahora se habla de eso en todos lados, hay tanta gente que fuma y muchos dicen que no es tan mala; pues este muchacho se pasa predicando de todas las supuestas ventajas de consumir y casi que tiene un servicio de información a cualquiera que tenga dudas.

¿Qué te ponés muy ansioso? Marihuana. ¿Qué estás estresado? Marihuana ¿Qué te duele algo? Marihuana ¿Qué estás triste? Marihuana. Diay, la promueve como su fuera la pomada canaria. Según él sirve para todo. Yo a veces paro la oreja y nunca he visto que hable de la gente que se pone mal cuando fuma esa vara o que puede generar adicción, o que puede ser la puerta para usar cosas más duras. Más bien dice que apenas la legalicen, él renuncia y pone su emprendimiento con un dispensario.

Yo no podría decir que él trafica puros de marihuana en el trabajo porque no me consta. Sí he visto que a veces trae unos brownies o unas galletas para vender entre los compañeros, carísimas las condenadas, pero cuando las trae todo el mundo le quiere comprar y son solo risas. Pero que se me haga la lengua chicharrón, yo creo que a veces aprovecha la hora de almuerzo para salir a los jardines y fumar un poquito, porque cuando regresa en la tarde se le siente el olor ese tan particular y los ojos rojos.

El trabajo lo hace bien, no sé ni cómo, porque en ese estado, ¿Te imaginás? Por dicha no hace cosas así de mucha precisión y es más bien brete más administrativo. Yo a veces le digo “Ajá, ahí venís Fernando de Jesús…. ¡El! Él es Fernando de Jesús pero nadie sabe que se llama así porque todos le dicen el Kripi. Entonces, le digo: “Ajá, ahí venís Fernando de Jesús, ¿vos crees que yo me chupo el dedo y no sé qué hacés cuando salís a fumar eso? ¿Y la política de alcohol y drogas, qué? ¿Bien, gracias?”

Y como él viene todo pijiado, no me alza la voz ni se me pone chúcaro, pero me dice “¿Qués la cosa? Hágame el doping. Total, para lo poquito que fumo, no me afecta en nada para hacer mi trabajo”-

¿Seré yo, que ya estoy roco? ¿Será que ya soy un viejillo incómodo, necio y anticuado?

  • Bueno, Fulanito, ¿todo esto nos lleva a alguna pregunta o solo querías ponernos al tanto?

Ya voy llegando a eso. Como lo del del Kripi es público y notorio, pero él es inofensivo y sale bien en sus evaluaciones de desempeño y eso, al comité nos preocupa que lo vayan a discriminar por esas preferencias y activismos de él, o sea, por puro prejuicio. Que no lo tomen en cuenta para actividades, para promoverlo, para aumentos, capacitaciones o cosas de esas. O que pase más bien al revés, que lo despidan por esto mismo o lo agarren para doping todos los meses por ser consumidor confeso, solo por contarnos a todos lo que hace en privado, que al fin y al cabo es problema de cada uno, ¿cierto?

  • Tenés razón, Fulanito. Hay que analizarlo.

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