La Sala de Casación Penal (Sala Tercera) de la Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso de apelación interpuesto por la defensa del exsacerdote y exvocero de la Iglesia Católica costarricense en temas de familia, Mauricio Víquez Lizano, en contra de la pena de 20 años de cárcel que el Tribunal Penal de Desamparos impuso en su contra por un delito de violación y otro de abuso sexual en perjuicio de una persona víctima que, al momento de los hechos, era menor de edad.
Según informó el Ministerio Público la tarde de este viernes, la Fiscalía Adjunta de Género fue notificada sobre la resolución de la Sala que al darle la razón al Ministerio Público sobre los hechos probados, mantiene la pena de 20 años de prisión.
Víquez se aprovechó de su posición de poder, autoridad, relación de confianza con la víctima y de su condición de sacerdote, para cometer las agresiones sexuales en perjuicio de la persona ofendida en el año 2003, cuando él era cura en la Iglesia de Patarrá de Desamparados.
Por esos hechos el tribunal lo condenó a 14 años de cárcel por violación agravada y 6 años de cárcel por abuso sexual contra persona menor de edad, al tiempo que fue absuelto por duda de uno de los delitos de violación.
Contra Víquez se cursaban acusaciones por 29 delitos de abusos deshonestos; 22 de abuso sexual en perjuicio de persona menor de edad; uno de tentativa de violación; 3 de violación; cinco de difusión de pornografía y uno de corrupción agravada.
Sin embargo, la única causa que prosperó, debido a que el Tribunal consideró que el resto estaban prescritas, fue la de un hombre de apellidos Alvarado Quirós, quien fue víctima de Víquez mientras era menor.
La denuncia penal que originó la condena contra el exsacerdote se presentó en octubre del 2018 y fue notificada a la misma Iglesia Católica, cuyas autoridades hicieron la advertencia a Víquez a finales de ese año, generando que, a sabiendas de que las autoridades lo estaban buscando, el excura saliera del país el 9 de enero del 2019 rumbo a México, donde estuvo escondido hasta su captura.
Fue una llamada anónima a la justicia mexicana la que alertó sobre su paradero en la ciudad de San Nicolás de los Garza, en Nuevo León, la que generó que el proceso de notificación pudiera concretarse con ayuda de autoridades mexicanas y de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) que había puesto a Víquez en alerta roja desde el 11 de abril de 2019.
Causa larga
Víquez Lizano ocupó diversos cargos importantes en la Iglesia Católica, desde cura párroco hasta vocero de la Iglesia en temas de familia donde se posicionó públicamente en contra de temáticas como el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En ese periodo, según señalan las acusaciones, cometió diversos actos de abuso sexual a menores de edad que eran, en su mayoría, monaguillos de sus iglesias a cargo.
Los actos de denuncia se dieron entre 1996 y 2003 y aunque los denunciantes presentaron la queja ante las autoridades del arzobispado, estos lo que hicieron fue pasar al excura de una iglesia a otra, donde habría seguido cometiendo los crímenes contra otros menores.
La Conferencia Episcopal costarricense, el arzobispo José Rafael Quirós Quirós y Temporalidades de la Arquidiócesis de San José fueron condenados en agosto de 2022 por el encubrimiento de los abusos sexuales del exsacerdote católico, Mauricio Víquez Lizano.
Hace dos meses la Iglesia Católica de Costa Rica anunció haber llegado a un acuerdo conciliatorio para poner fin a cuatro procesos judiciales en los que se reclamaban indemnizaciones por su responsabilidad solidaria —penalmente declarada— a favor de cuatro víctimas de Víquez.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica declaró en un comunicado de prensa que "la problemática de abusos sexuales a menores es una dramática situación de la sociedad. La Iglesia lamenta que se hayan presentado casos en contextos eclesiales y trabaja activamente por la prevención, con el fin de ofrecer ambientes seguros".
Como es de conocimiento general, se han presentado demandas civiles por daños y perjuicios en contra de la Conferencia Episcopal y la Arquidiócesis de San José, por parte de cuatro víctimas de abuso sexual del señor Mauricio Víquez. Con el fin de concluir estos procesos, se ha llegado a un acuerdo tomando en cuenta las posibilidades procesales que da la Ley y que es satisfactorio a todas las partes. Conforme a lo establecido en este instrumento, el contenido de este acuerdo está sujeto a una cláusula de confidencialidad por lo que no se darán declaraciones al respecto.