No tiene sentido para un país que lleva más de 30 años apostándole a la conservación y la sostenibilidad proponer la extracción de petróleo. La sola idea de imaginarlo es un disparate.

Primero, hablemos sobre el impacto ambiental de la explotación petrolera, que parecería bastante obvio: la extracción, el transporte y la refinación del petróleo pueden liberar una gran cantidad de contaminantes tóxicos en el aire, el agua y el suelo.  Estos contaminantes tienen efectos negativos en la salud humana, la biodiversidad y el ecosistema en general. Además, los derrames de petróleo pueden tener efectos devastadores en la vida marina, las comunidades costeras y las economías locales.

Uno de los principales impactos de la explotación petrolera en las comunidades costeras es la contaminación del agua y la degradación de los ecosistemas marinos.

Las comunidades costeras también pueden verse afectadas por la degradación del suelo y la pérdida de hábitats naturales debido a la construcción de infraestructura petrolera, como plataformas de perforación, oleoductos y refinerías.

Estas construcciones pueden alterar el paisaje y reducir la biodiversidad de la zona. En un país que destaca como destino turístico, el daño al tejido económico sería devastador.

El país cuenta con 34 áreas protegidas, que incluyen parques nacionales, reservas biológicas, refugios de vida silvestre y humedales, entre otros. Estas áreas protegidas cubren más de 3.5 millones de hectáreas, lo que representa aproximadamente el 25% del territorio nacional y un 30% de área protegida marina.

La creación de estas áreas protegidas ha sido una de las principales estrategias de nuestro país para conservar su rica biodiversidad y promover la investigación científica. Las áreas protegidas son una herramienta importante para proteger los ecosistemas naturales, mantener los recursos hídricos y preservar los hábitats naturales de la fauna y flora silvestres, y no podemos poner en riesgo un patrimonio tal por ocurrencias como la explotación petrolera.

Además, estas áreas protegidas son importantes para el turismo ecológico, una de las principales fuentes de ingresos de Costa Rica. El país ha sido reconocido internacionalmente por su liderazgo en la conservación del medio ambiente y ha atraído a turistas de todo el mundo que buscan experiencias de turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

En segundo lugar, el uso del petróleo es una de las principales causas del cambio climático.  

La quema de combustibles fósiles como el petróleo libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo que contribuye significativamente al calentamiento global.

El objetivo del Acuerdo de París es limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2° C, preferiblemente a 1,5° C, en comparación con los niveles preindustriales.

¿Cómo vamos a coadyuvar en esa tarea si decidimos perforar y producir más emisiones de CO2?

El cambio climático hoy tiene efectos negativos en la salud humana, la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la economía global.

Pero es importante que no solamente nos opongamos a la explotación petrolera, sino que trabajemos juntos para fomentar, globalmente, la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.

En Costa Rica, estamos comprometidos con la protección del medio ambiente y la promoción de la energía renovable. Hemos demostrado nuestro liderazgo en la región al tener una de las mayores tasas de energía renovable en el mundo. En 2020, el 98.7% de la energía eléctrica generada en el país fue a partir de fuentes renovables, principalmente hidroeléctrica, eólica y solar.

Costa Rica debe continuar siendo una voz fuerte en contra de la explotación petrolera en la región y en todo el mundo.

Como país, debemos seguir liderando el camino en la promoción de la energía renovable y en la lucha contra el cambio climático. Debemos seguir invirtiendo en tecnologías más eficientes y amigables con el medio ambiente, promoviendo políticas que favorezcan la reducción del uso de petróleo y otros combustibles fósiles, y fomentando la educación y la conciencia pública sobre la importancia de proteger nuestro planeta. Debemos seguir promoviendo políticas y medidas que fomenten la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, sin dudas. El futuro nos lo reconocerá.

Costa Rica seguirá siendo un líder en la protección del medio ambiente y en la promoción de la energía renovable, y seguiremos trabajando para promover esta causa a nivel regional e internacional.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.