Por Alejandro Paniagua Vargas – Estudiante de la carrera de Informática
“¿Qué tan protegido estoy?” se preguntan muchos usuarios de las redes sociales día a día. En una era “cibernética”, el mundo de hoy vive conectado la mayor parte del tiempo a una red social o software web. Basta con tener un teléfono inteligente o una computadora para acceder a este universo del internet, el cual parece crecer con los años hasta horizontes que ni siquiera pueden llegar a imaginarse.
Hablar de redes sociales es también hablar de intercambio de datos, de mostrarle a una red “quién soy”, “qué hago” y “qué me gusta”. Al crear un nuevo perfil, cada usuario debe proporcionar una serie de datos personales para así iniciar su cuenta propia y poder adentrarse en la red seleccionada. El nombre, la edad, las preferencias, una foto personal y, en ocasiones el número de teléfono, son brindados por el usuario sin mayor cuestionamiento o preocupación, con la mentalidad de estar “completamente” seguro en aquellas redes que dicen ser tan “reconocidas” y “confiables”.
Es aquí donde entra un nuevo protagonista de las redes sociales modernas, un enemigo a la integridad propia, que busca filtrarse por cualquier “fallo” y “despiste” del usuario: el acoso cibernético. Dentro del concepto del “ciberacoso” entran abusos como divulgación de información, noticias falsas, acoso sexual, y acoso a menores. Todos estos ocurren día a día y afectan a diferentes personas dentro de la web.
Pero ¿cómo puede la ciberseguridad proteger a sus usuarios? Primero, el uso de filtros en las redes sociales. Por medio de un análisis del mismo sistema, se puede llegar a determinar si un contenido es apropiado o no, según las mismas restricciones en las políticas de privacidad. De esta manera, la red puede proteger a sus usuarios en evitar exponerse. Otra forma en que se puede proteger a las personas es por medio de alertas dentro de la aplicación.
Aunque estos medios existan para tratar de asegurar la privacidad de las personas, los fallos ocurren, y pueden llegar a exponer material privado. Redes sociales como Facebook o Instagram no dan acceso directo a mensajes de usuarios desconocidos, lo cual significa que las personas solo pueden recibir mensajes de aquellos “amigos” o “seguidores” que hayan aceptado con anticipación. Sin embargo, redes como Twitter, usada por millones de personas, no cuentan con este sistema, ya que por medio de mensajes directos o “DM” se puede llegar a contactar a cualquier perfil sin necesidad de ser seguidor aceptado por este. Es aquí donde los acosadores en redes aprovechan para hacer sus ataques, en donde buscan sacar información privada de otras personas como fotos, datos personales o números bancarios.
Definitivamente, las redes sociales dominan el mundo actual, pues la vida diaria es de cierta manera regulada por ellas. En estos tiempos, la ciberseguridad busca proteger a los usuarios de cualquier tipo de software y de aquellos que buscan sacar provecho de sus fallos. El ciberacoso termina siendo uno de los mayores peligros que presentan esas aplicaciones y, al mismo tiempo, es uno de los mayores retos para las mismas redes sociales. A pesar de tener métodos de privacidad en la web, las personas deben tener cuidado a la hora de entrar a este mundo virtual, en donde la vida propia es expuesta por medio de un perfil “personal”.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
