Premios Nacionales de Cultura serán entregados el próximo 17 de mayo.

La mañana de este martes 21 de marzo, el Teatro de la Danza, ubicado en el Centro Nacional de la Cultura, albergó los reconocimientos correspondientes a los Premios Nacionales de Cultura, correspondientes al período 2022.

Anunciados por la ministra de Cultura y Juventud, Nayuribe Guadamuz Rosales, junto con la viceministra de Cultura, Vera Beatriz Vargas León, los Premios Nacionales de Cultura son reconocimientos que cada año otorga el Estado costarricense,  para destacar la trayectoria de trabajo, esfuerzo, y la excelencia a la que han llegado personas, grupos artístico-culturales, intérpretes populares, así como organizaciones de base comunal, en diferentes disciplinas culturales.

El Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) destacó que el Premio Nacional de Cultura Magón, recayó en el doctor José María Gutiérrez Gutiérrez, porque ha enriquecido la cultura científica costarricense, produciendo investigación de punta y tecnología. Añadieron que su trabajo científico, le ha merecido una gran cantidad de premios y reconocimientos en Costa Rica y otros lugares del mundo. Como científico, es reconocido mundialmente como una autoridad en el campo de los antivenenos, por mordedura de serpientes.

También resaltaron que el Premio Nacional al Patrimonio Cultural Inmaterial Emilia Prieto, fue otorgado a la Filarmonía de Santa Cruz, conocida como Banda Municipal de Santa Cruz, por su trayectoria de más de 130 años, la cual ha aportado al fortalecimiento de la cultura costarricense dentro del ámbito de las artes del espectáculo, específicamente relacionadas con la música tradicional guanacasteca en diversos géneros.

La selección de ganadores es realizada por un grupo de jurados que se designan anualmente para este trabajo, y se encargan de elegir a las personas indicadas para recibir estos premios, según lo establece la Ley 9122 de Premios Nacionales de Cultura. Según lo establece el artículo 23 del Reglamento de la Ley de Premios Nacionales, “Por la naturaleza de las deliberaciones y determinaciones de los distintos jurados que seleccionan a los Premios Nacional de Cultura, sus fallos son inapelables”.

Los Premios Nacionales de Cultura nos brindan la oportunidad, como país, para galardonar lo mejor del talento costarricense, en diferentes disciplinas de la producción cultural. Realmente, es un orgullo poder celebrar la producción cultural de todo un año, sabiendo que existió un trabajo responsable y muy dedicado por seleccionar los mejores candidatos; por lo cual, además de felicitar a los ganadores, también extendemos un enorme agradecimiento a los jurados, que durante todo el 2022 estuvieron trabajando arduamente para definir a las personas que hoy anunciamos como galardonadas 2022”, expresó Nayuribe Guadamuz, ministra de Cultura y Juventud.  

La ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Cultura 2022 se realizará el 17 de mayo de 2023.

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Todos los premios en detalle

  • Premio Nacional de Artes Audiovisuales Amando Céspedes Marín

En la categoría de Mejor Producción, se otorgó el galardón a Felipe Cordero Fernández por su trabajo en el largometraje “Tengo Sueños Eléctricos”, considerando la coordinación de departamentos creativos, para satisfacer una visión conjunta, en el uso y gestión de todos los recursos disponibles, para reforzar el relato y la pericia por retratar una ciudad sin lugares comunes.

En la categoría de Mejor Dirección, se reconoció a: Valentina Maurel Soto, por el largometraje “Tengo Sueños Eléctricos”, considerando que pone en evidencia una dirección fértil, de empatía, adecuada a la gestión de los intérpretes, en la extrapolación de una narración limpia y ardiente, apasionada, que produce desazones profundas, en el espectador sobre una trama depurada y sin rodeos.

La Mejor realización conceptual /departamento creativo, fue dado a Nicolás Wong Díaz por su trabajo de dirección de fotografía generando diversos estilos de iluminación en proyectos como “Domingo y la Niebla, “Tengo Sueños Electricos” y “La Picada”, en los que la atención a los detalles en la creación de ambientes visuales, destacando por su sensibilidad en el manejo de luces y sombras.

Adicionalmente, el jurado en esta categoría dio las siguientes menciones de honor:

A José Carlos López Rodríguez por su trabajo de dirección del cortometraje “Los Nadadores”, por tomar riesgos estéticos narrativos y por atreverse a cruzar los límites entre la ficción, el documental y lo experimental.

A Marcela Esquivel Jiménez, Zuri Roció Méndez Benavides y  María Gema Arrieta Domingo en la serie documental “Nosotras”, por la metodología de producción donde el proceso colaborativo de las protagonistas que comparten sus espacios íntimos, las hace tomar un rol de corealizadoras juntos a la directora, y al hacerlo complejizan esta labor y la dotan de ingenio.

  • Premio Nacional de Artes Visuales Francisco Amighetti

En Artes Bidimensionales, se premió a Phillip Anaskin Dushacoa, por su exposición: “Juegos Violentos: Estéticas irreverentes desde el miedo”, presentada en el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del MCJ.

Los jueces destacaron de esta propuesta plástica, el lenguaje de la pintura, trabajada a partir de una pincelada libre, espontánea e inacabada, así como su tratamiento de la realidad actual y sus vicisitudes. "El artista consigue suscitar, en el espectador, la vivencia de sentimientos y sensaciones de angustia y desolación, en relación con esas problemáticas y alcanza un alto nivel expresivo, subjetivo y conceptual, que denota investigación y una admirable capacidad productiva", indicaron.

En la categoría de Artes Tridimensionales, el reconocimiento fue para José Rosales Villareal por su obra “Pequeño fin del mundo”, presentada en la Pila de la Melaza del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo.

La exposición, constituye una investigación visual, sobre una serie de tópicos contemporáneos, que incluyen la expoliación de la naturaleza, la inminencia de una catástrofe planetaria, la violencia especista y la crisis del proyecto civilizatorio occidental. Se reconoció la agudeza, con que el artista construye una suerte de bestiario apocalíptico, en cuya narrativa convergen: la ironía, el humor y la imaginería distópica, para proponer horizontes post humanistas, en los que las artes se presentan como fuente de reinvención de la realidad.

En Otras Categorías, se dio el Premio Nacional de Artes Visuales Francisco Amighetti al Colectivo Las Hartas, conformado por las artistas Andrea Gómez Jiménez, Mariela Richmond Vargas, Grettel Méndez Ramírez y Micaela Canales Barquero, por la exposición “Santa Luchona: la patrona de las que luchamos en las calles”, presentada en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo.

"El trabajo de este colectivo se destaca por su visión expandida de lo museístico y por someter a interrogación la propia ontología de la obra de arte, al incluir acciones performáticas y expresiones callejeras, como parte de una exposición que se encuentra en las cuatro paredes de un museo, pero que al mismo tiempo las desborda", señalaron desde el MJC

Ampliaron que la visión, si se quiere posaurática, de la obra se conjuga, además, con un ideario feminista, una resignificación del ritual religioso y una visión mordaz de lo político y la protesta social que introduce vitalidad y frescura al escenario de las artes visuales costarricenses.

  • Premio Luis Ferrero Acosta de Investigación Cultural

El Premio Luis Ferrero Acosta de Investigación Cultural fue entregado de manera compartida a los trabajos de investigación denominados: Disifredo Garita: traspasando el umbral de María Enriqueta Guardia Yglesias y El hilo vibrante: rituales artísticos contemporáneos de María José Monge Picado, en reconocimiento a que ambas obras hacen un aporte importante al desarrollo cultural del país, sistematizando procesos de investigación realizadas con gran rigurosidad desde disciplinas artísticas.

Resaltaron que las propuestas delimitan con claridad sus objetos de estudio, y a partir de un innegable rigor metodológico, ponen de manifiesto que el diálogo interdisciplinar entre artes y ciencias sociales, fortalece la investigación cultural.

El jurado reconoció con Mención de Honor el trabajo de José Aurelio Sandí Morales, quien ha dedicado décadas de investigación al estudio del ámbito cultural y sus relaciones con la historia política y económica de la Costa Rica del Bicentenario desde la perspectiva regional centroamericana, lo que se ve reunido en el libro: El Bicentenario de la Independencia del antiguo Reino de Guatemala: relecturas del proceso, mitos, fiestas y reflexiones desde el presente: 1750-2021

  • Premio de Gestión y Promoción Cultural

El Premio de Gestión y Promoción Cultural, se entregó a la agrupación “Quinteto Libertango”, en reconocimiento a su sobresaliente y prolífica trayectoria, en la Gestión y Promoción Cultural en el país, enfocada en el rescate, recopilación, difusión, edición, investigación e interpretación del tango en Costa Rica, y su impacto en la  identidad musical nacional.

El jurado resaltó, que Mijail Mondol López, Jorge Luis Alvarado Bravo, Juan Carlos Martínez Araya, Fabrizio Barquero Moncada y Juan José Gamboa Guerrero, integrantes de este quinteto, han generado un trabajo modelo de la gestión y promoción cultural en nuestro país, durante más de dos décadas de manera permanente, la cual requiere de una gran voluntad de las personas, pero también valores como la pasión, la persistencia y la convicción en los proyectos, y una ardua labor de difusión de los resultados.

  • Premio Nacional de Música Carlos Enrique Vargas

En la categoría de Dirección Musical, el reconocimiento fue para Eddie Mora Bermúdez "valorando el adecuado resultado musical por parte del ensamble, así como la buena gesticulación y mesura, que a su vez denota una adecuada comunicación hacia el ensamble con sus gestos y movimientos técnicos".

En la categoría de Ejecución Musical, el Premio Nacional de Música Carlos Enrique Vargas se otorgó al grupo musical Swing en 4, conformado por los músicos Luis Monge Fernández, Carlos Sanders Alfaro, Max Esquivel y Vinicio Meza Solano, en la que consideraron "la excelente ejecución técnica en obras complejas de gran precisión rítmica y virtuosismo; sumado a ello, la calidad de sonido, el balance, los contrastes y el lenguaje armónico de su trabajo".

En la categoría de Composición, el compositor nacional Carlos Escalante Macaya recibió el premio considerando que "es una obra muy bien lograda, con una adecuada instrumentación.  Hay gran coherencia en el discurso musical. Su manejo del timbre y textura proporcionan un color que denota con claridad el estilo musical del cine negro sobre el cual se inspiró. Es, además, una obra bien equilibrada y compleja que presenta elementos contrastantes que capturan la atención del oyente".

Además, el jurado acordó dar una mención honorífica a Andrés Soto Marín, por la obra Pas de Deux para cello (violonchelo) y piano, al considerar que es una obra compleja de gran riqueza melódica, variedad de estilos y hábil manejo de texturas que entrelaza muy bien la complicidad entre ambos instrumentos para crear distintas imágenes y emociones.

  • Premios Nacional Teatro Ricardo Fernández Guardia

La categoría de Actuación, se otorgó de manera compartida:

A Alice García Muñoz por su trabajo en la obra teatral Las Machas, porque a partir de la construcción del personaje, de una primera dama proveniente de la realeza europea, transmitió el garbo propio de dichas figuras, alejándose de poses y manierismos, dotando a su personaje de una fuerza y una verdad envidiables, en las diferentes situaciones que se desarrolla dicho personaje. Su actuación va dibujando a la esposa, la diplomática y la profesional, en un país que sin ser el suyo, le dio una patria nueva.

A Carlos Alvarado Andrés se premió como Mejor Actuación, por su trabajo en la obra de teatro Santiago, donde se desarrolla con la gravedad, y también, con toda la humanidad de un personaje difícil desde su concepción. El señor Alvarado, utiliza una serie de recursos actorales, que llenan de verdad y cotidianeidad un personaje complejo, que transita en su propio conflicto de manera muy eficiente.

En la categoría de Dirección, fue para a Janko Navarro Salas, por su trabajo en la obra “Cuentos revueltos”.

"Su dirección escénica demuestra una gran profundidad, en el manejo de las actuaciones, los ritmos de la acción y una unidad entre la propuesta estética y el discurso conceptual y temático. Además, nos presenta un espectáculo refrescante, donde logra amalgamar diferentes estilos teatrales, dancísticos y circenses, con una vivacidad contagiosa", reconocieron.

En la categoría de Diseño, se otorgó el Premio Nacional de Teatro Ricardo Fernández Guardia, de manera compartida a Douglas Mora Aguilera, Andrea Chacón Rodríguez, Micaela Canales Barquero, José Conejo Vargas y Francesco Bracci Moreno, por el trabajo en conjunto, efectuado para la obra “Paso”.

  • Premio Nacional de Danza Mireya Barboza

En la categoría de Interpretación, se dio el premio a Allan Humberto Naranjo Ugarte, por lograr, en el espectáculo Géneros Generales, un gran nivel interpretativo, manteniendo una presencia escénica potente, envolvente y enérgica durante toda la obra. Al mismo tiempo, supo regular la intensidad, provocando una lluvia de matices que mantuvieron cautiva la atención del público.

En la categoría de Dirección o Coreografía, a Adriana Cuellar Aberle, por lograr en el espectáculo Arde el engranaje e integración de elementos escénicos, bien conducidos hacia el desarrollo y resultado de un producto interdisciplinario en el que la danza fue el eje conductor de principio a fin. "Además, generó una experiencia, entretenida y bien ejecutada, con tesituras claras y ordenadas, provocando en el espectador una experiencia noble de interpretar y al mismo tiempo supo profundizar en la temática planteada", detallaron.

En la categoría de Diseño, a Gustavo Vargas Zamora, por generar, para el espectáculo Ausencias, una propuesta de plástica escénica y diseño de iluminación que integran asertivamente los elementos escénicos en función del planteamiento conceptual.

  • Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría

En la categoría de Ensayo, a Camilo Retana Alvarado, por su trabajo denominado Contra lo Light. Ensayos adversativos. Se resaltó esta propuesta literaria, por su lectura contra hegemónica y el tratamiento argumentado, profundo, dialógico, intertextual y crítico del cuerpo social, los patrones facilistas y superficiales de las modas, actitudes y comportamientos actuales.

Se otorgó, el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría, en la categoría de Poesía, a Pablo Narval, por su obra Balada de un Hombre con sida.

"Se destaca esta propuesta literaria, por tratarse de un primer poemario, que en la lírica costarricense evidencia, en su conjunto y con valentía, la rehumanización de las personas con HIV-positivas al cederles la voz y permitir la visibilidad en un medio de un habitus sidáfobico nacional, que ha tendido históricamente a estigmatizar al virus, al síndrome y recluir a dichas personas en la sociedad, el silencio y la anulación", argumentaron. 

El Premio Nacional Aquileo J. Echeverría, en la categoría de Dramaturgia, fue dado a Bryan Vindas Villareal, por su obra Manifiesto sobre la extinción de Babel.

"Se destaca, por proponer, desde su título sugestivo, una suprarealidad simbólica, intertextual, crítica, y experimental, en busca de representar las profundidades del ser, en medio de un mundo caótico y deteriorado por las mismas acciones humanas", señalaron

La categoría de Cuento, del Premio Nacional Aquileo J. Echeverría fue dada a Larissa Rú, por su cuento Monstruos bajo la lluvia.

"Se destaca esta propuesta literaria, por el manejo del misterio, el terror, la tensión del relato en las historias, que presentan diversas perspectivas (realistas horroríficas, sobrenaturales y fantásticas) sobre la vida de las mujeres, sus temores y sus relaciones familiares y sociales", puntualizaron.

El Premio Nacional Aquileo J. Echeverría, en la categoría de Novela, a Carlos Fonseca, por su novela Austral.  Se destacó esta propuesta literaria, por permitir desde el título, la visibilidad de Centroamérica y Suramérica, como escenarios de la búsqueda del ser, en contacto con la naturaleza, sus lenguajes y sus historias.