Por Jefry López Meneses - Estudiante del Wellness Club de ULACIT

La vigorexia, también como “anorexia atlética”, “complejo de Adonis” o “dismorfia muscular”, fue por primera vez estudiada por Harrison G. Pope en el año 1997. Es uno de los trastornos comúnmente llamados dismorfias corporales, el cual es sufrida por personas que no se sienten a gusto con su cuerpo y se obsesionan con la mejora de ciertos defectos físicos. Hoy en día, cada vez más personas se preocupan por su aspecto físico. Una alimentación adecuada y rutinas de ejercicio diario se han convertido en una tendencia actual. Sin embargo, cuando solo piensan en estar en forma, puede convertirse en una obsesión para ellos. “La anorexia suele aparecer entre chicas jóvenes que por más que adelgazan nunca llegan a verse lo suficientemente delgadas, la vigorexia afecta a hombres que se desviven por alcanzar un cuerpo cada vez más musculado” (CuídatePlus, 2021). En un aproximado entre 500.000 y un millón de estadounidenses podrían padecer dismorfia muscular, cifra que supondría el 10 por ciento de los clientes habituales de gimnasios.

Las personas que padecen vigorexia tienden a considerarse como una persona delgada o super delgada. Nunca se sienten lo suficientemente fornidos o fornidas, las personas vigoréxicas se entregan compulsivamente al ejercicio con pesas sin perseguir otra meta que no sea aumentar la masa muscular. Cuando no se utiliza el ejercicio físico como una herramienta que nos permita tener una vida saludable es cuando se crea un verdadero problema. “Las consecuencias de este trastorno son depresión, aislamiento, músculos, articulaciones y tendones lastimados, odio a sí mismos, suicidio, tensión o preocupaciones, problemas hormonales y otros efectos secundarios provocados por los fármacos para el desarrollo del cuerpo consumidos” (Joya Life, 2016). Los medios de comunicación ejercen una presión que ha sido en gran parte responsable de la creación de estereotipos físicos que son un factor generador de este trastorno.

Las personas que poseen vigorexia tienen características que han coincidido entre los que la posee y parte de ella es que suelen ser personas inmaduras, bastante introvertidas, con problemas de adaptación, problemas de integración, problemas de seguridad y baja autoestima debido a su aspecto físico. Una persona que pasa horas en un gimnasio no tiene una gran vida social, especialmente si tiene ciertas responsabilidades. Las relaciones humanas inclusivas con amigos, familiares o parejas amorosas podrían verse afectadas. También la dismorfia muscular puede tener importantes consecuencias entre quienes la padecen, junto a los problemas físicos que el abuso de esteroides anabolizantes y una dieta que está compuesta por una cantidad menor de carbohidratos más el componente mayoritario que sería una gran cantidad de proteínas. Cambiar de forma drástica de la dieta habitual por una más estricta es aún más perjudicial para la salud, al igual que consumir esteroides anabólicos.

Las personas vigoréxicas son capaces de dedicar hasta dos sesiones por día, cada una de ellas ronda las 3 horas en un aproximado general. En casos extremos el consumo de este tiempo los lleva a no cumplir con sus ocupaciones habituales y solamente enfocarse en ejercitarse. La principal arma para luchar contra la vigorexia es recibir terapia psicológica a largo plazo. El apoyo de familiares y amigos también es fundamental para superar esto.

La terapia cognitivo-conductual aplicada a la vigorexia tiene como objetivo concienciar al paciente de cómo sus creencias y comportamiento están afectando su bienestar, y luego modificar su forma de pensar y comportamiento. Para ello, utiliza diferentes técnicas como el entrenamiento en habilidades sociales o la reestructuración cognitiva, entre otras. (Publicitario Farmacéutico SL, 2021).

Es bueno preocuparse por la apariencia, pero no obsesionarse con ella, porque en lugar de convertirse en algo positivo traería otros problemas, sobre todo psicológicos, que podrían generar problemas secundarios. Lo más importante para lucir bien es sentirse saludable.
Es recomendable el uso de la información recopilada en este trabajo monográfico para la profundización del tema y en lo posible que sirva de herramienta para un trabajo práctico en los distintos gimnasios, centros de acondicionamiento físico, ligas deportivas, academias o sitios donde se puedan presentar e identificar las personas que sufren de Vigorexia o Dismorfia Muscular. (Gutiérrez y Ferreira, 2007, p. 55).

Uno de los retos que enfrentará aquel que posea trastorno de vigorexia es el reconocimiento de su problema. En este sentido, la terapia educacional motivacional es muy útil para que la personas identifiquen y concienticen acerca de los riesgos y consecuencias de la práctica deportiva en exceso.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Cuídate Plus. (2021, 9 marzo). Vigorexia: mentes enfermas en cuerpos sanos. CuidatePlus. https://cuidateplus.marca.com/ejercicio-fisico/2004/11/10/vigorexia-mentes-enfermas-cuerpos-sanos-3284.html
  • Gutiérrez Castro R.F. y Ferreira, F. (2007). Vigorexia: Estudio Sobre La Adicción Al Ejercicio. Un Enfoque De La Problemática Actual. Universidad De Antioquia Instituto Universitario De Educación Física Medellín.
  • Joya Life. (2016, 14 octubre). What is vigorexia? https://www.joya.life/en/blog/what-is-vigorexia/
  • Publicitario Farmacéutico SL. (2021, 28 enero). Qué es vigorexia. Consejos de tu farmacéutico. https://www.consejosdetufarmaceutico.com/enfermedades/psiquiatricas/vigorexia/