Por Camila Arias Elizondo - Estudiante de la carrera de Ingeniería Biomédica

La creación de distintos voluntariados a lo largo del país es prueba de la disposición de cada persona involucrada en estos y de su deseo de ser parte de un movimiento para un cambio mayor. Este año pasado ha sido una gran oportunidad para la adaptación de un nuevo enfoque, al definir lo que el éxito en un proyecto significa para cada organización, replanteando nuevos objetivos mediante métodos innovadores que se acoplen a las nuevas circunstancias (Calo, 2002).

La diversidad de estos proyectos es lo que les permite a personas con vidas e ideales muy diferentes unirse para alcanzar un objetivo y nuevas metas en cada situación difícil, como la que vivimos actualmente. Las dificultades que se afrontan hoy son más que todo lo que ha traído consigo la COVID-19; sin embargo, esto les ha permitido a las personas tener una nueva mentalidad de comprensión y unión para luchar contra problemáticas que solo pueden ser solucionadas como un colectivo, que es lo que mueve esencialmente al voluntario.
El comienzo de la pandemia fue un momento en el cual el miedo y el deseo de extender la ayuda se debatían dentro de muchas personas, ¿cómo podría ser ejecutado un plan de voluntariado si no se podía cumplir con el principio de contacto humano y solidario? Con el paso de los años, el ser humano aprendió a adaptarse a cada adversidad que se presentó en el camino, por lo que el virus y la cuarentena no significarían un cierre a toda acción, solo se volvieron un reto más por vencer para inclinarse hacia una acción más influyente.

Las situaciones cambian y el mundo sigue avanzando, y estas nuevas modalidades llegaron a volverse aún más populares en todas las actividades sociales en general. Aún con todas las dificultades enfrentadas durante los últimos meses, el objetivo no cambia, mientras que la meta de un proyecto no sea medir cuantitativamente el aporte obtenido, sino el alcance e impacto que se logró, teniendo en cuenta las circunstancias, se puede llegar a un movimiento aún más significativo al alcanzar el éxito para la comunidad como un conjunto (Fundación Canfranc, 2015).

El virus no solo ha traído situaciones desafortunadas, sino que continúa dando motivos para ver la gran ayuda que una acción por persona puede representar. De acuerdo con Mario Roset (como se citó en Tuchin, 2020), a pesar de no tener esa cercanía que es la que permite un completo alcance de las metas de cada proyecto, la facilidad de difusión en las distintas redes y plataformas ha permitido tener una exposición de las diferentes formas de colaborar por parte de la comunidad. El adaptarnos a estas nuevas circunstancias no ha sido fácil, pero fue una gran ayuda para aumentar el alcance que cada persona voluntaria puede tener.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Calo, J. (2002). ¿Qué es ser voluntario? Cuadernos de la Plataforma, (2). https://todosayudan.com/wp-content/uploads/2011/02/02_QUE_ES_SER_VOLUNTARIO.pdf
  • Fundación Canfranc. (2015). ¿Qué significa ser voluntario? https://www.fundacioncanfranc.org/2015/02/24/que-significa-ser- voluntario/
  • Tuchin, F. (2020). La innovación, clave del voluntariado de la sociedad civil durante la pandemia. https://www.compromisoempresarial.com/tercersector/2020/09/la-innovacion- clave-del-voluntariado-de-la-sociedad-civil-durante-la-pandemia/