Por Edison Hartley Barrantes – Estudiante de la carrera de Ingeniería en Seguridad Laboral
Como bien lo indica el slogan del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, la mejor manera de combatir un incendio es la prevención y, sin lugar a duda, la prevención salva más vidas que todas las dotaciones de bomberos del mundo juntas. Por ello, mitigar todos los riesgos asociados a que se produzca una emergencia se vuelve crucial para salvaguardar la vida y cuidar la propiedad.
Según datos de la Unidad de Ingeniería del Benemérito Cuerpo de Bomberos, al año se atienden un aproximado de mil emergencias relacionadas a incendios estructurales, con una mayor incidencia en la provincia de San José. El fallo eléctrico es la principal causa de incendio en todo el territorio nacional. Por tanto, la aprobación del Reglamento Nacional de Protección Contra Incendios juega un papel importante debido a que este reglamento en apoyo con la normativa de la Asociación Nacional de Protección Contra el Fuego, (NFPA por sus siglas en inglés), determina las pautas técnicas que se deben cumplir. Asimismo, de manera fiscalizada se pretende educar, concientizar, y eliminar pensamientos errados de la ciudadanía costarricense, por lo cual, aparte de tener implicaciones dirigidas a la protección de la vida y la propiedad, pretende inculcar en la sociedad en general el buen hábito de la prevención.
¿Cuenta usted con detectores de humo en todos los recintos de su casa o lugar de trabajo? ¿Posee extintores disponibles? ¿Conoce las rutas de evacuación en su casa de habitación o lugar de trabajo, y estas se encuentran correctamente identificadas y demarcadas? Con estas sencillas preguntas queda de manifiesto que la gran mayoría de personas no tienen conocimiento de que con este tipo de equipos y con otros tantos quizás más sofisticados, como sistemas fijos contra incendio, se puede llegar a evitar una tragedia que involucra vidas humanas y costosos daños materiales.
La aprobación del reglamento implica una responsabilidad enorme para la sociedad civil en temas de acatamiento obligatorio de las disposiciones, así como para los cuerpos de atención de emergencias. Se debe tomar en cuenta que en Costa Rica se ha producido un descenso en lo incendios estructurales debido a que se cuenta con herramientas bastante robustas como el Código Eléctrico y el Reglamento Nacional de Protección contra Incendios en el país, lo cual impacta directamente en que, para evitar emergencias por fuego estructural, tanto el gobierno como las organizaciones de primera respuesta, puedan designar mayor cantidad de recursos, tanto materiales como personal capacitado en la atención de otro tipo de emergencias.
Como hallazgos importantes sobre las implicaciones del Reglamento Nacional de Protección contra Incendios en el país, están el aseguramiento de que las estructuras remodeladas, construidas desde cero, y las edificaciones que cambian su uso, se encuentren amparadas por las disposiciones técnicas. Como segundo punto importante, el reglamento marca una guía referencia y prevención para la población civil. El tercer punto a considerar es la implementación de los mecanismos de detección temprana (alarmas contra incendio y detectores de humo) y combate de fuego en fase de desarrollo (extintores, gabinetes de sistema fijo), así como otros objetos y construcciones (paredes y puertas cortafuego) que eviten la propagación del fuego a otros recintos no afectados.
Como punto final, la implementación de este reglamento se dirige a una constante supervisión por parte de las instituciones designadas y de la población civil en aras de preservar la vida y cuidar la propiedad. Para mayor detalle acerca de los estipulado en el reglamento, el lector podrá acceder al siguiente enlace perteneciente al sitio web del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. https://www.bomberos.go.cr/upl0dz/2020/11/Reglamento-Nacional-de-Proteccion-Contra-Incendios-VF.pdf
