Tres maestras costarricenses describen su experiencia en el programa de intercambio cultural de Participate Learning e invitan a más educadores ticos a unirse al proyecto.

Alejandra Pérez, Maricenia Rojas y Karla Sauma son 3 educadoras costarricenses que forman parte del programa de intercambio cultural de Participate Learning.

Las tres tienen perfiles muy diferentes: Alejandra es una joven de 31 años, soltera y sin hijos que se fue a los Estados Unidos con este programa para mejorar su currículum y vivir la experiencia de trabajar en el extranjero; Maricenia, por su parte, tiene 47 años y se encuentra en Raleigh, en Carolina del Norte, con su esposo y su hija pequeña, quien durante la permanencia de su madre en el programa, cursa la primera en Estados Unidos; y Karla, de 42 años, está por segunda vez en Carolina del Norte, luego de regresar al país tras sus primeros dos años en el programa.

Participate Learning, como les comentábamos en la nota Organización recluta a educadores costarricenses para que trabajen en Estados Unidos, es un programa de intercambio cultural que lleva más de treinta años reclutando a profesores de diferentes partes del mundo, incluida Costa Rica, para que se vayan a los Estados Unidos para que enseñen a menores en centros educativos estadounidenses.

El programa busca unir al mundo a partir del aprendizaje pues así como los profesores, con sus familias incluidas, pueden aprovechar la experiencia de un intercambio laboral y cultural, los menores de las escuelas parte pueden conectarse a otras naciones del globo, a partir de sus maestros de clase.

El programa es avalado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos como uno de intercambio cultural y lleva 33 años llevando a maestros ticos para que enseñen en los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia.

A su vez, el programa apoyo en el proceso de acomodo en los Estados Unidos, en aspectos como el de los trámites de la visa de intercambio, de acomodo en las escuelas y también de alquiler de apartamento y de vehículo para la movilización en la zona.

Entre los beneficios que reciben los docentes parte destacan el salario igual al de un profesional de la educación estadounidense, seguro de vida durante su periodo de intercambio, el boleto de avión, el trámite de la visa y una inducción y apoyo durante el periodo de radicación.

Los requisitos para ser parte son el hablar un inglés fluido, contar con un título universitario en docencia, tener al menos dos años de experiencia laboral a tiempo completo en una escuela o colegio y poseer licencia de conducir y experiencia al volante.

Dato D+: Lea más detalles en la nota Organización recluta a educadores costarricenses para que trabajen en Estados Unidos.

"Desde que estaba jovencita yo soñaba con vivir fuera"

Maricenia Rojas es una profesora alajuelense de 47 años quien, desde hace dos, se encuentra laborando en la escuela Jeffreys Grove Elementary, en la ciudad de Raleigh, en el estado de Carolina del Norte.

Previo a irse a Estados Unidos, esta educadora trabajaba como maestra de preescolar en el kínder Juan Rafael Mora, en el centro de San José y previo a ello también fue profesora de inglés en secundaria y en primaria, tras ejercer desde que tenía 23 años.

Rojas viene de una familia de maestras, pues tanto su madre como su abuela ejercieron esa profesión. Sin embargo, y como meta personal, siempre tuvo el deseo de vivir en el extranjero y de participar en un programa de intercambio:

Yo desde que estaba jovencita siempre soñé con vivir algo diferente. Normalmente uno escucha el sueño americano y uno dice ¡uy, qué lindo voy a ir y voy a vivir una película! pero en realidad creo que de cierta forma, lo que lo incentiva uno es eso de conocer algo diferente y tener la oportunidad de poder relacionarse con personas diferentes que tal vez no comparten ni tu cultura, ni la forma en que te alimentas, ni tus valores pero eso te enriquece como persona y te permite compartir con otros".

Maricenia ya había intentado ser parte del programa hace más o menos una década, pero no pudo continuar pues cuando estaba a mitad del proceso se dio cuenta de que estaba embarazada; por eso hasta ahora retomó el objetivo, en un viaje que emprendió con su esposo y con su hija pequeña, la cual además está llevando clases en la primaria estadounidense para aprender inglés durante el intercambio de su madre.

La parte familiar es la que tal vez le toma uno un poco más de trabajo. Cuando llegás aquí con tu familia no es solo llegar y empezar a trabajar, tenés que acomodar a tus hijos en las instituciones educativas a las que les corresponda, tenés que pasar por también cierta cantidad de procesos para que ellos logren su inscripción pero al mismo tiempo los directores de las escuelas a los que nosotros venimos a trabajar son personas que están totalmente comprometidas con el programa y que te ayudan a encontrar en esas escuelas algún consejero o alguna persona que te ayuda a hacer más más sútil ese proceso de adaptación, no solo para ellos, sino también para nosotros como papás".

Actualmente, Rojas es maestra de un grupo de niños entre los 7 y los 9 años, a los que le enseña Español como lengua y también Estudios Sociales y Ciencias, estas dos últimas en lengua castellana.

Además, les enseña a los niños un poco sobre la cultura de nuestro país durante su estancia en clases:

Nosotros compartimos con ellos mucha de nuestra cultura. Ahorita que pasó setiembre nosotros hicimos una actividad en la que salimos a correr por la cancha con nuestras antorchas, obviamente, hechas de papel. En la mañana también tenemos una reunión donde hablamos sobre los temas que estamos estudiando y yo casi siempre inicio con una canción de Maromero que es un grupo muy conocido en Costa Rica: al principio yo estaba un temerosa porque no sabía si las canciones iban a ser algo atractivo para ellos pero lo cierto es que ahora los escucho tararear una canción y uno dice 'Wow'. Yo estoy dejando aquí una espinita que el día de mañana probablemente se convierta en algo y tal vez les cause a ellos interés o por visitar nuestros países o por trabajar en algún proyecto que esté relacionado con ellos".

La educadora costarricense Maricenia Rojas Lizano enseña a los niños de la escuela Jeffreys Grove Elementary, en Raleigh, Carolina del Norte. Crédito de la foto: Manrique Cortés.

Las camisas de la Sele

En esta misma línea de intercambio cultural encontramos a Alejandra Pérez en la E. M. Yoder Elementary School, ubicada en Mebane, Carolina del Norte, y a los doce niños de su clase, todos vestidos con camisetas de la selección de fútbol costarricense.

Alejandra es oriunda de Santo Domingo de Heredia y, a sus 31 años, tiene más de una década trabajando en educación, pues sus estudios en Enseñanza del Inglés la llevaron a trabajar en escuelas de primaria, enseñando ese idioma. Ahora, y en Estados Unidos, lleva 4 años enseñándole a niños el idioma español, en los niveles de primer a cuarto grado.

Según Pérez, como este año ya sabía qué grupo iba a tener, aprovechó para llevarles camisetas de "La Sele" como regalo, a fin de acercar la cultura costarricense a sus alumnos estadounidenses:

Yo ya sabía que este año iba a dar tercer grado, ya sabía cuáles eran mis estudiantes porque estaban en segundo grado el año pasado con la otra maestra de Ecuador, entonces quería traerles algo de Costa Rica. Siempre les traigo dulces, les traigo confites, les traigo un souvenir o algo y esta vez dije 'Mejor voy a traerles una camiseta', porque además, cuando fui en vacaciones estaban los partidos de Costa Rica y eso. Entonces, como me encanta el fútbol y a ellos les encanta el fútbol, pues qué bonito es una camisa de Costa Rica y aquí están: la traen mucho y la traemos siempre hay actividades y queremos representar a Costa Rica en la escuela".

Alejandra se enteró del programa de Participate Learning por medio de redes sociales y concursó en él "porque es como un sueño que yo tenía de salir a estudiar o trabajar en el extranjero y lo vi como una oportunidad de crecimiento que ha sido muy bonita".

Creo que Participate Learning fue un regalo para mi vida porque he crecido mucho profesionalmente y he aprendido mucho de pedagogía y cosas que tal vez allá no practicamos tanto. Acá he tenido que aprender mucho de Educación, del trato con los niños y con los padres y también del idioma inglés que era uno de los objetivos principales por los que yo quería venir, entonces ha sido una experiencia muy bonita, muy rica".

Para Pérez el proceso de adaptación en los Estados Unidos ha sido "como encontrar una familia de muchos profes que estamos en la misma situación pero Participate Learning te acompaña en todo el proceso, en trámites como abrir cuentas en el banco, buscar un apartamento y demás y eso hace todo muy sencillo".

Yo creo que todos los que puedan deberían intentarlo y aprovechar esta oportunidad. Participate Learning te va ayudando en el proceso y todo es súper fluido, siempre tenés un apoyo ahí y no está solo, lo que es muy importante. Además, el crecimiento profesional que se adquiere aquí es increíble, igual que el crecimiento en un segundo idioma. Los miedos siempre están y todos los tenemos pero una vez que damos el paso, todo va fluyendo y y al final es una gran experiencia que cambia la vida".

La educadora costarricense Alejandra Pérez enseña a los niños de la escuela E. M. Yoder Elementary School, ubicada en Mebane, Carolina del Norte. Crédito de la foto: Manrique Cortés.

Segunda experiencia en el programa

Esta es la segunda ocasión en la que Karla Sauma, de 42 años, es parte del programa Participate Learning en escuelas públicas de Carolina del Norte.

La educadora, vecina de Escazú y con más de 22 años de experiencia en educación en niveles de primer y segundo ciclo, tiene una licenciatura en necesidades educativas especiales y dos maestrías, una en físico pedagogía y otra en administración educativa.

Karla conoció sobre el programa Participate Learning debido a varias amistades que habían sido parte del programa, como una amiga cercana que trabajaba en él y otra que ya había sido parte del intercambio cultural, así fue como decidió postularse e irse la primera vez:

La primera vez fue lindísima, o sea es una experiencia que a uno lo llena montones. Yo tuve que regresar por cuestiones personales, luego de estar aquí dos años, disfrutarlos bastante y hacer amistades para siempre que todavía el día de hoy son amigos de corazón. Luego regresé a quedarme ojalá los cinco años que puedo quedarme. Esta vez es diferente yo siento que ya he vivido más en cuanto a mi formación personal y a las metas que tengo que están bastante fijas y siento que el estar aquí me ayuda a alcanzar algunas de esas metas".

Sauma ha impartido los niveles de segundo y cuarto grado y este año, en la ciudad de Durham en Carolina del Norte, está impartiendo el nivel de kindergarten.

Culturalmente es muy bonito porque en fechas importantes hacemos faroles y yo les explico todo de por qué se hacía ese desfile. También hablamos mucho del hecho de que Costa Rica es un país donde hay mucha paz, donde no hay un ejército. Yo me siento muy orgullosa de ser costarricense y se los transmito a ellos en todo lo que pueda, lo intento integrar entre las lecturas que hago en clase y dentro de los proyectos para compartirles a ellos lo lindo que es el país del que uno viene".

Para Karla, una experiencia de este tipo no solo abre muchas puertas profesionales, sino que también fomenta el crecimiento a nivel profesional y personal, pues "Participe Learning te da una cantidad de cursos y de actividades en las que podés participar y con las que te podés enriquecer vos personalmente y profesionalmente, para luego irlo a compartir a Costa Rica".

Esta vez que estoy aquí tengo una clase que es muy diversa pues la escuela en la que yo estoy trabajando ahorita tiene una población latina muy importante. Entonces no es solo que uno, el maestro, es el que viene de otro lugar sino que también hay otro montón de chicos que nacieron aquí pero que sus familias son de otros países. Por eso yo siento que es muy importante ayudarles a resaltar eso que sepan a dónde están esos países, como El Salvador u Honduras, para que chicos que tal vez nunca han salido de de su ciudad puedan abrirse a ese mundo y que hay mucho más para allá".

En la escuela en la que Sauma está durante este periodo hay aproximadamente cinco maestras parte del programa y por eso aprovechó la ocasión para invitar a más costarricenses a vivir esta experiencia con ellas:

Es un crecimiento muy grande: el hecho de irse a otro país, conocer una nueva cultura, aprender cómo es que se hacen las cosas en otro lugar nuevo es sumamente enriquecedor. Sí da susto, sí uno piensa que ¡ay! la familia tan lejos... Pero es tan increíble la experiencia que uno tiene aquí como como crecimiento de uno personal que hay que animarse: hay que pegar ese brinco porque a uno se le abre un universo de posibilidades y por eso vale la pena cada segundo porque la experiencia es increíble".

La educadora costarricense Karla Sauma enseña a los niños de la ciudad de Durham, en Carolina del Norte. Crédito de la foto: Manrique Cortés.

Los plazos para aplicar en los programa de Participate Learning suelen abrir entre los meses de enero y febrero de cada año, pues los educadores elegidos se incorporan al programa al inicio de los ciclos lectivos, los cuales inician durante los meses de setiembre.

Los interesados en conocer más información sobre el programa pueden comunicarse a [email protected], al whatsApp 8715-3222 o al sitio web https://www.participatelearning.com/.