Por Marcos Vinicio Alfaro Bastos - Estudiante de la carrera de Psicología
El gusto y el olfato se estimulan por sustancias químicas que se disuelven en moco en el caso del olfato, y en saliva en el del gusto. En ese orden, las papilas gustativas de la lengua identifican el sabor y las terminaciones nerviosas de la nariz identifican el olor (Rodríguez, 2021). Con la llegada de la pandemia causada por el virus de la COVID- 19, se ha generado la pérdida de los sentidos químicos como uno de sus síntomas más comunes. Olores raros y confusión de aromas y sabores son secuelas de la COVID-19 en algunas personas (Schoch, 2021). Por esa razón, evaluaremos cuán riesgosa resulta la pérdida de nuestros sentidos químicos sobre nuestras funciones de alarma y en nuestra capacidad de respuesta al ambiente?
Los sentidos químicos aportan funciones de alarma al organismo, las cuales actúan combinando estímulos afectivos o emocionales en el ser humano (Baz, 2019). A pesar de que se valen de sistemas distintos para su operación en nuestro medio cotidiano, sus procesos involucran la percepción de sabores y olores. La capacidad de oler nos comunica directamente con el ambiente, permitiéndonos, entre otras cosas, saborear alimentos, de ahí su relación con el sentido del gusto. El aspecto afectivo del gusto nos permite escoger y evitar alimentos, según nuestro estado emocional, experiencias, genética y nuestras preferencias (Baz, 2019). Ambas sensaciones logran comunicar información al cerebro para que los sabores puedan ser reconocidos y apreciados al integrar dichos estímulos (Rodríguez, 2021). Por lo cual, podemos señalar que los sentidos químicos nos permiten detectar lo que nos hace daño e identificar lo que el cuerpo necesita para sobrevivir (Baz, 2019). Además, podemos afirmar que se requiere de una función olfatoria normal para la efectividad funcional y relacional de estos dos sentidos.
Cuando existe una pérdida de neuronas receptoras olfativas, se afecta la capacidad sensor neural y el proceso de codificación de la información del olor de manera efectiva. Además, puede presentarse una infiltración cerebral que afecte los centros olfatorios y la modalidad sensorial, impactando las neuronas del cerebro y las células gliales (García et al., 2021). Por esta razón, los trastornos de los sentidos químicos pueden afectar la dieta y nutrición, el bienestar físico e incluso la seguridad en la vida cotidiana de las personas (Rodríguez, 2021). Además, se debe considerar que los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y nuestras funciones corporales, debido a que las señales químicas de los distintos aromas se transforman en respuestas eléctricas por medio de los cilios y envían información que llega primero al sistema límbico y al hipotálamo. Dichas regiones cerebrales son responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos y almacenan contenidos de la memoria y regulan la liberación de hormonas (Colorado y Rivera, 2015).
Debido a dicha conexión cerebral, desde el inicio de la COVID-19, las disfunciones quimiosensoriales del gusto y el olfato han afectado la salud física y emocional de los pacientes y su cotidianidad. Los síntomas asociados a estos trastornos se deben a la infección de las vías respiratorias superiores (Rodríguez, 2021). La parosmia o distorsión del gusto y olfato es uno de varios problemas relacionados con la COVID 19, así como la pérdida del olfato —conocida como anosmia— y la disgeusia, que se refiere a la pérdida del gusto (Schoch, 2021). Los periodos de recuperación son otro asunto incierto, algunos de los contagiados y recuperados de la COVID-19 no han recuperado por completo la normalidad en el olfato y el gusto después de largos periodos (Schoch, 2021). Plantear terapias de rehabilitación o entrenamiento olfativo son opciones viables como tratamiento para acelerar la recuperación de los sentidos químicos y mejorar la capacidad de respuesta al ambiente.
Sin duda, la COVID-19 ha evidenciado la importancia de los sentidos químicos para nuestra sobrevivencia. A su vez, pone de manifiesto la necesidad de explorar sobre otros tipos de problemas de salud que se asocian con la afectación en las neuronas olfativas en las personas. Podemos comprender las funciones de alarma que otorgan estos sentidos para responder al ambiente, ya que son como un agente excitante del impulso sexual y además permiten la selección apropiada del alimento, dado que dichos sistemas quimiosensoriales permiten distinguir los alimentos indeseables o incluso mortales, de aquellos agradables y nutritivos (García et al., 2021). Por lo que, en la situación epidemiológica actual, la anosmia y la disgeusia deben ser consideradas como síntomas de alerta temprana de infección por COVID-19, pero no se debe normalizar como algo pasajero. Tanto gobiernos como centros de salud deben valorar que la pérdida de los sentidos químicos conlleva un riesgo mayor a las infecciones provocadas por el virus, y que se asocia a la sobrevivencia de los pacientes en su relación con el entorno.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Baz, R. (2019). Resumen: Sentidos Químicos. https://medium.com/hablemos-de- psicolog%C3%ADa/resumen-sentidos-quimicos-812fa0b2ae44
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Colorado, R. y Rivera, J. (2015). ¿Qué es el olor y cómo lo percibimos? Revista de divulgación científica y tecnológica de la universidad veracruzana, 28(3),25-26. https://www.uv.mx/cienciauv/files/2016/02/VOLXVIII3web.pdf
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García, A., Sánchez, Y., Hernández, M., Sánchez, A. y Sánchez, F. (2021). Disfunciones quimiosensoriales del olfato y el gusto provocadas por el SARS-CoV-2. Revista Información Científica, 100(2), e3411. http://revinfcientifica.sld.cu/index.php/ric/article/view/3428/4653
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Rodríguez, M. (2021). COFM: COVID-19: trastornos del gusto y del olfato.
https://www.cofm.es/recursos/doc/portal/2021/02/01/covid-19-trastornos-del-gusto-y- del-olfato.pdf
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Schoch, D. (2021). Olores raros y confusión de aromas: las secuelas de la COVID-19 en algunas personas. The New York Times https://www.nytimes.com/es/2021/06/21/espanol/comida-covid-olor.html